En
latín eran prácticamente una misma cosa:
QUI, QUAE, QUOD
|
Relativos
|
QUIS (masculino y
femenino),
QUID (neutro)
|
Interrogativos
|
Por
esta semejanza de formas se explica que muy pronto el relativo absorbiera al
interrogativo (QUI y QUAE a QUIS, y QUOD a QUID).
Ya
en latín se produjo esta confusión de formas masculinas/femeninas y neutros y
el paradigma se redujo bastante.
Las
formas de masculino han ido eliminando a las femeninas hasta sustituirlas.
Pese
a todo, antes de llegar a la confusión total hubo diferencias entre las formas
QUI y QUE en el nominativo. Ambas formas han sido estudiadas por varios
investigadores y por ejemplo Alfonso Par explicaba que la forma QUI sustituyó
al interrogativo QUIS, y QUI, QUAE, QUEM dio QUE. De esas dos únicas formas
resultantes, QUI suplantó a la otra en los siglos III y IV.
Ya
en castellano la forma QUI desapareció pronto, dejando alguna huella en
documentos primitivos. En esos documentos QUI se utiliza para masculino de
persona y QUE para femenino de cosa,
siendo bastante dudoso que cambiaran la función.
Sobre
esto, una de las cuestiones que puede explicar esta preferencia es la fusión
semántica entre los relativos y los interrogativos de esta forma:
QUI+QUIS (relativo)
QUAE+QUID
(interrogativo)
Los
relativos distinguían en latín el masculino y el femenino (QUI y QUAE).
El
QUI románico heredó el género masculino del relativo QUI y del interrogativo
QUIS la referencia personal.
El
QUE siguió con el género femenino procedente de QUAE y adoptó la referencia a
cosa:
QUI + QUIS > QUI
(masculino persona)
QUAE + QUID > QUE
(femenino cosa)
Finalmente
en castellano la forma que se generalizó fue QUE. Posiblemente cooperó en este
triunfo el hecho de que la vocal átona final cambió (la I final se hizo E).
Aunque la cronología de estas formas varía. Y hay regiones más conservadoras
que otras (La Rioja, por ejemplo, lo mantiene más tiempo).
En
cualquier caso, a finales del siglo XIII y principios del XIV desaparece de la
lengua escrita.
El
QUI tónico sustantivo, sobre todo en proposiciones interrogativas, perduró
hasta el siglo XIV, siendo entonces suplantado por QUIEN (de QUĚM).
En
textos castellanos, con antecedente femenino de persona y de cosa en ambos
géneros, siempre aparece QUE. Pero con antecedente masculino de persona, el uso
antiguo siempre fue QUI.
La
desaparición de QUI ocurrió en fechas diferentes según las zonas. En aragonés
se mantuvo más tiempo que en castellano, y en Valencia más tiempo que en
Aragón.
QUE
era una forma femenina y QUI masculina. Todo ello refiriéndonos a los
nominativos.
El
acusativo es QUEM, que se continúa en la forma QUIEN. En un principio esta
forma solo tenía singular. El plural analógico no aparece hasta el siglo XVI en
que empiezan a aparecer los primeros ejemplos de QUIENES.
En
el siglo XVII aún no estaba del todo extendido. Algunos autores lo tachaban de
poco elegante e inadecuado en esa época, y así podía encontrarse un ejemplo
como “Quién son esos caballeros”.
La
forma de genitivo es CUIUS. Se conserva en español como arcaísmo morfológico
CUYO, que prácticamente es la misma forma latina.
Nebrija
no incluía esta forma entre las formas del relativo.
En
el siglo XVI esta forma ocupaba los empleos de QUIEN o se utilizaban los dos en
diferentes ocasiones.
Hasta
el siglo XVII CUYO y QUIEN tienen el mismo empleo. Un ejemplo que podemos
encontrar es “Dando la culpa a cuya (hoy
sería “de quien”) es”. También puede
encontrarse como pronombre interrogativo como en “¿Cuya (hoy “quién”) era la
gente?”
Este
uso alterno se refleja en una seguridad lingüística que ha llevado a
confusiones incluso hoy en día, sobre todo en algunas zonas de Hispanoamérica,
con ejemplos de Nuevo México: “20
cadáveres cuyos (podríamos utilizar un “que”) no fue posible identificar”.
Otro
relativo es el latino QUALIS, que no ofrece problemas ni en latín ni en
español, donde dio CUAL.
En
la época de los orígenes esta forma CUAL no admite el artículo delante. Cuando
haya un CUAL al principio de una oración en equivalente a la forma EL QUE o
AQUEL QUE.
Esto
puede encontrarse posteriormente y se puede interpretar como LO QUE o
equivalentes, como en el ejemplo “llevaba
una falda muy fina, CUAL (podría ser “la que” o “a la que”) dicen jacarina”.
El
único problema de CUAL es el que no aparezca al principio con artículo.
La
lengua hablada ha aplicado la analogía al paradigma de CUAL, creando el
paradigma CUAL, CUALO, CUALA.
Se
ha escrito la sintaxis del relativo y del interrogativo. Una de las posturas más
extendidas es la de Alarcos, con la clasificación que hace del QUE. Este
estudioso considera que la función principal o el nexo que une a todos los
tipos de QUE es lo que llaman la
nominalización. Y cuando hablamos de todos los tipos de QUE se debe a que hay un QUE conjunción y un QUE homófono que es el
relativo.
Para
Alarcos no son distintos, aunque puedan realizar distintas funciones. Distingue
así varios tipos de QUE:
QUE¹
|
Su función es la de ser un
transpositor a la función del nombre. Un ejemplo sería: “No me importa que vengas”
|
QUE²
|
Es un transpositor a la función
de adjetivo. Lo que lo distingue del primero es la particularidad de que este
QUE realiza su propia función en la cláusula que transpone. Suele funcionar
como adyacente del núcleo y un ejemplo sería: “La casa que vimos”
|
Suelen
distinguirse dos tipos de construcción con QUE²: explicativa Y especificativa.
Los segmentos explicativos suelen ir entre pausas, mientras que los
especificativos no. Esta distinción es de tipo léxico, no morfológico.
No
hay por tanto una distinción gramatical.
Existe la
posibilidad de anteponer un artículo al QUE² y así se sustantiva, como en “el que está arriba tiene ventaja”.
Para Alarcos
las auténticas conjunciones son los conectivos. Es el caso de las conjunciones
Y copulativa, O disyuntiva y QUE³. Este último es el que encontramos en las
estructuras comparativas.
Los conectivos
coinciden en conectar términos equifuncionales, como ocurre con el QUE³. La
peculiaridad es que los elementos conectados están en distinto grado de
cuantificación (las comparativas son de superioridad, inferioridad o igualdad).
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