sábado, 30 de enero de 2016

Vida, amor y muerte en la poesía de Miguel Hernández




            En la obra de Miguel Hernández destacan tres grandes temas que aparecen expresados en sus versos Llegó con tres heridas:/la del amor, /la de la muerte, / la de la vida. Estos tres temas configuran el universo poético del poeta. Por otra parte, su poesía estará íntimamente ligada a su propia experiencia vital.
            En esta pregunta trataremos cada uno de estos grandes temas en la poesía de Miguel Hernández: el amor y la dicotomía vida/muerte.
            Con respecto al tema del amor, recordemos que en Miguel Hernández hay una estrecha relación entre su biografía amorosa y su obra poética. El poeta oriolano se casó con Josefina Manresa, su gran amor desde joven, y tuvo dos hijos. El primero de ellos murió en octubre de 1938 y el segundo nació en enero de 1939.
            Josefina Manresa no fue su único amor, ya que en su segundo viaje a Madrid Miguel Hernández mantuvo relaciones con Maruja Mallo (que pertenecía al círculo de Pablo Neruda) y en Murcia con María Cegarra, poetisa de La Unión y perteneciente al círculo cartagenero de Carmen Conde. Algunos poemas de El rayo que no cesa podrían estar dedicados a Cegarra, ya que contienen símbolos mineros.
            El amor en la poesía de Miguel Hernández no tiene la intensidad de otros poetas como Pedro Salinas o Pablo Neruda. Aún así, es uno de sus grandes temas permanentes en toda su obra, junto a los otros dos núcleos temáticos que se mencionan en el título de la vida y la muerte. Los poemarios Perito en lunas, El rayo que no cesa y Cancionero y Romancero de ausencias reflejan su trayectoria amorosa.
            En Perito en lunas encontramos poemas influenciados por Góngora y la Generación del 27. En este poemario, Miguel Hernández utiliza un lenguaje hermético donde prima la palabra poética. Las octavas reales que lo componen presentan una pasión amorosa nutrida de representaciones eróticas mediante símbolos de la naturaleza propia del paisaje levantino: palmeras, sandías, higueras,… que son referentes de la vitalidad, la sensualidad y la sexualidad reprimidas. Podemos destacar en este sentido el poema Negros ahorcados por violación.
            El rayo que no cesa, de 1936, es su gran poemario amoroso. Coincide con la publicación de otros poemarios de grandes poetas del amor, como Salinas y Jorge Guillén. Es un momento de máximo esplendor de la lírica amorosa. El amor es para Miguel Hernández el rayo, el cuchillo que provoca la herida y la pena. Estamos ante poemas de desamor.
            En Cancionero y romancero de ausencias abandona el hermetismo de su lírica anterior y opta por la lírica tradicional con estructuras paralelísticas. Empieza a escribirlo en 1939 y lo termina en la prisión de Ocaña, en Toledo. El amor ahora es ausencia. La amada es inalcanzable, recordada y deseada desde la soledad del poeta. La antítesis entre la luz (libertad) y la oscuridad (la cárcel) muestra el deseo insatisfecho del autor.
            En lo que respecta a los temas de la vida y la muerte, debemos recordar que hasta El rayo que no cesa su poesía se impregna de vitalismo y de optimismo, de ahí la presencia de la naturaleza. La muerte que aparece hasta entonces es una muerte literaria, como la del atardecer. Los lugares levantinos de su infancia son exaltados con el animismo o personificación de la naturaleza (como en “la espiga aplaude al día”). En la naturaleza de Miguel Hernández no hay muerte, sino que es una naturaleza contemplada. Cuando el poeta conoce la muerte de forma directa con la pérdida de amigos, familiares y a través de los horrores de la guerra, aparecerá una verdadera relación vida-muerte en su poesía. A partir de entonces concibe la vida como pena, como herida (de ahí su identificación con el símbolo del toro y su destino trágico: “como el toro he nacido para el luto”), aunque aspira a conocer la alegría. Con la muerte de su amigo Ramón Sijé, Miguel Hernández conoce la muerte de cerca y es entonces cuando su poesía se llena de rabia y la vida, desde una concepción quevedesca, se convierte en un morir a cada instante.
            A raíz de la muerte de sus hermanas, de amigos como Sijé y, sobre todo, de su primogénito, junto a la idea de la muerte como consecuencia de la guerra, hablamos de muerte real  en su poesía. Un ejemplo de lo que mencionamos es El tren de los heridos de El hombre acecha y los poemas dedicados a su hijo en Cancionero y romancero de ausencias.
            Cuando pasa la guerra, los poemas se oscurecen con la tristeza. Conoce la cárcel, la soledad, la enfermedad, y esto no provoca en él odio, sino que canta con nostalgia al hijo (en Hijo de la luz) y a la esposa. Es ahora un hombre resignado (como podemos observar en Suave aliento suave) con poemas tiernos y melancólicos. Finalmente vuelve al amor, porque no hay redención si no se ha querido (como en Vuelo). El presentimiento de muerte se hace certeza, y encontramos la imagen manriqueña del mar, que es el morir.

            La poesía de Miguel Hernández, amorosa por excelencia, estuvo llena de vida desde el principio y, poco a poco, se fue llenando también de muerte. Vida y muerte configuraron su biografía y su producción literaria hasta que el 28 de marzo de 1942 la muerte venció a la vida y al amor. Sin embargo, Miguel Hernández siguió vivo en sus poemas, a los que nunca renunció, ni cuando le regalaron la libertad a cambio (Mañana no seré yo: / otro será el verdadero. / Y no seré más allá/ de quien quiera su recuerdo).

viernes, 29 de enero de 2016

La prosa en los siglos XIII y XIV: Alfonso X el Sabio y don Juan Manuel




            Las primeras manifestaciones de la prosa en castellano escrita no fueron de tipo literario, pero tienen una gran importancia desde el punto de vista lingüístico, ya que testimonian que ya no se usaba el latín como lengua de comunicación entre el pueblo y son decisivas para poder comprender la evolución histórica del español.
Las glosas son la primera manifestación escrita en lengua romance. Son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en latín y vascuence medieval, entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino a finales del siglo X o a principios del siglo XI.
         Los textos completos en prosa romance más tempranos datan del siglo XII, más tarde que la épica y la poesía, y no alcanzarán la categoría literaria hasta el siglo XIII. La evolución sintáctica de la lengua romance, junto con la necesidad de escribir en la lengua vernácula documentos políticos, doctrinales y didácticos, propició que el romance le fuera ganando terreno al latín.

La Escuela de Traductores de Toledo

Con este nombre se designa a los distintos procesos de traducción e interpretación de textos clásicos grecolatinos, que habían sido vertidos del árabe o del hebreo al latín sirviéndose del romance castellano o español como lengua intermedia, o directamente a las emergentes «lenguas vulgares», principalmente al castellano.
         A partir del siglo XII se encuentra un aluvión de obras árabes, judías y griegas que penetran en la cultura occidental a través de España y Sicilia. Libros de medicina, matemáticas, astronomía, magia y filosofía serán traducidos al latín. Con Alfonso X se producirán las traducciones al castellano. 
         La Escuela de Traductores estuvo dirigida por Domingo Gundinsalvo. Alcanzó fama internacional ya que a través de esta Escuela penetra el pensamiento griego en occidente. Las traducciones de obras griegas, árabes y judías son el destello de ilustración en un ambiente cultural pobre, con una Iglesia que dictará algunas prohibiciones (Aristóteles, por ejemplo).

Alfonso X el Sabio

Nació en Toledo en 1221. Las razones que le llevaron a convertir la lengua vernácula en oficial son fundamentalmente dos: dotar de una lengua común a las tres comunidades (cristianos, musulmanes y judíos) y facilitar así la unidad cultural de su reino, al tiempo que pretendía apartar la cultura del contexto clerical, en el que se utilizaba el latín, y acercarla a la gente de la Corte, que sabía leer pero no conocía la lengua latina.
     Alfonso X fue el impulsor de la Escuela de Traductores de Toledo. Fue un rey polifacético interesado por muchas de las disciplinas de su época: las ciencias, la historia, el derecho, la literatura… Su labor consistió en dirigir y seleccionar a los traductores y obras, revisar su trabajo, fomentar el debate intelectual e impulsar la composición de nuevos tratados.
Preocupado por la trascendencia cultural de su idioma, él mismo dirigió la intensa actividad científica y literaria que se desarrolló en su corte. Hizo del castellano una lengua apta para la transmisión del saber en una época en que se reservaba al latín toda manifestación científica. Su doble afán, enciclopédico y divulgador, dio al castellano el empuje que necesitaba para su fijación en prosa y la unificación lingüística de todo el Reino.  
Al referirnos a la finalidad enciclopédica de la obra de Alfonso X el Sabio destacamos el deseo de recopilar todo el saber de la época en una unidad cultural que abarcara todas las disciplinas: derecho, historia, astronomía, poesía y entretenimiento.
También tenía una finalidad divulgadora. De ella se deriva el hecho de que el castellano se convierta en la lengua de cultura.
Las obras de Alfonso X el Sabio son de varios tipos y pueden clasificarse de la siguiente forma:
1)     Entre las jurídicas podemos citar el Fuero real (un corpus jurídico que dotaba de legislación a las ciudades castellanas), el Setenario y Las siete partidas (código jurídico de carácter universal que regulaba la vida en Castilla en todos sus ámbitos).
2)     Las obras históricas son la Estoria de España (desde los orígenes bíblicos hasta Fernando III) y la General Estoria, que aspiraba a ser una historia universal desde la creación del mundo y que quedó incompleta.
3)    Las obras científicas proceden de los avances de la ciencia andalusí y comprenden el Libro de saber de astronomía, las Tablas alfonsíes, el Lapidario y el Libro cumplido de los judizios de las estrellas.
4)     La obra recreativa es el Libro de ajedrez, dados e tablas, que incluye numerosas miniaturas.
5)     En cuanto a las Cantigas de Santa María son una obra personal del Rey, se componen de 427 poemas narrativos y líricos, escritas en gallego, acompañadas de música y de miniaturas, y suponen una prueba de la devoción que siente el rey por la Virgen.

La prosa del Siglo XIV

Esta incluye las categorías de obras didácticas, crónicas y prosa de ficción, ya que con el ascenso social de la burguesía hace su aparición una nueva literatura de tono realista y satírico, que pretende ser un reflejo directo de la vida ordinaria y que muestra enseñanzas de tipo ordinario para enfrentarse a la vida. Hay dos autores que destacan por encima del resto: don Juan Manuel y Pero López de Ayala.

Prosa de Ficción

Durante el siglo XV la prosa de ficción presentará dos manifestaciones fundamentales: las novelas de ficción sentimental y los libros de caballerías. Todas estas obras constituyen un antecedente de la novela moderna. Frente a ella, sin embargo, la novela medieval aún se centra en el tema amoroso y se caracteriza por la presentación de abundantes elementos fantásticos e inverosímiles que a menudo sirven para la evasión de los lectores.
La leyenda artúrica aportó un mundo ficticio altamente idealizado, donde primaba la aventura, los valores caballerescos, la magia y los elementos simbólicos y míticos. Los temas bretones dejarán una profunda huella en los primeros libros de caballerías españoles. Prueba de ello es que esa influencia llega al Quijote, que sueña en la Cueva de Montesinos con un mundo en donde se mezclan elementos de la tradición sobre Carlomagno con la artúrica.

Don Juan Manuel: El conde Lucanor

Máximo representante de la prosa del siglo XIV, sobrino de Alfonso X, recibió una esmerada educación en latín, teología y derecho.
Es el primer autor español que ofrece una clara conciencia de escritor y de la propiedad intelectual, y también el primero que se preocupa en la transmisión de sus escritos.
Predominan en su estilo dos características: la preocupación por el lenguaje y el deseo de claridad y concisión, con lo que tiende a decir lo esencial con una gran sobriedad de recursos.
Su fin es moralizador, y su medio el entretenimiento. Dentro de la tradición didáctica medieval se distingue porque antepone varios intereses materiales a uno espiritual, la salvación del alma.
Conocemos la totalidad de su obra porque él mismo se ocupó en dos ocasiones de presentar sendos catálogos de sus obras. Entre sus obras destaca El Conde Lucanor, terminada en 1335. En la obra se desarrolla un diálogo entre el Conde y su ayo Patronio y sus relatos internos.
La obra consta de un prólogo en el que se incluye el catálogo general de sus obras, y cinco partes, que se diferencian entre sí notablemente, pero que poseen una coherencia interna determinada por la presencia continuada de los dos protagonistas: 51 ejemplos, tres partes que recogen proverbios y un ensayo sobre la salvación del alma. Se repite la misma estructura en los cincuenta y un cuentos mencionados: el conde plantea un problema moral o pide consejo a su Ayo Patronio, quien le contesta mediante un apólogo, fábula, alegoría o cuento, del que se extrae una moraleja que el autor refleja en un dístico final.
Don Juan Manuel trata de dar impresión de verosimilitud, haciendo uso de una técnica realista en la descripción de detalles y comportamientos. También combina elementos reales y ficticios. Son varios los ejemplos protagonizados por personajes históricos que conviven con otros ficticios.
Un rasgo importante de don Juan Manuel es su humor que llega a rozar la ironía.

La proyección del Conde Lucanor es enorme, llegando algunos de sus cuentos a autores de la talla de Cervantes, Calderón o Shakespeare.

jueves, 21 de enero de 2016

"El hombre acecha" de Miguel Hernández




(Trabajo de Bruno de San Lázaro, Ana Sánchez Caja y Marina Vicente Pérez)

"El hombre acecha" (1939) es uno de los poemarios póstumos de Miguel Hernández. No es uno de sus poemarios más conocidos pero es un libro imprescindible para entender la angustia vital ante la derrota republicana. Sorprende que este libro viera la luz, puesto que en la primavera de 1939 fue destruido a la entrada de los nacionales en la imprenta Tipografía Moderna de Valencia (intervenida por la Subsecretaría de Propaganda). Se piensa que eran 50.000 ejemplares preparados para salir a la calle. Todos fueron destruidos, excepto dos "capillas" que milagrosamente se salvaron del censor franquista: una hallada en la biblioteca del bibliófilo y académico extremeño Antonio Rodríguez Moñino, y otra, un libro encuadernado de una "capilla" en la colección de José María Cossío. Otra "capilla" estuvo en poder de Enrique Azcoaga, que pensaba editar en Melilla, pero finalmente no se editó. Hacer suposiciones de cómo llegaron las "capillas" al poder de Antonio Rodríguez Moñino o José María Cossío solo son especulaciones que no tienen valor documental, aunque hay especulaciones que dicen que uno se la pudo entregar al otro.
Hasta 1979 no se conoció completo "El hombre acecha", por falta del censurado poema "Los hombres viejos" (poema clave de este libro) debido a que era un poema de denuncia ante las viejas tradiciones, burlas al poder, y recomendaciones de los que eluden la lucha.  Aunque ya se habían publicado ediciones con poemarios de Miguel Hernández, no es hasta 1979 cuando aparece publicado "Los hombres viejos" en ZARO-ZYX, 41 edición. En 1981 se publica por primera vez le edición facsímil de 1939, edición del bibliotecario y poeta Rafael Gómez a partir de "capilla" encuadernada que tenía José María de Cossío en su biblioteca, que fue donada en 1975 a la Diputación Provincial de Santander. Los poemas de "Viento del pueblo" y "El hombre acecha" están llenos de denuncia y de realismo social y de su experiencia vivida ante la guerra con una poesía auténtica y comprensible para todos. En esta época, Miguel Hernández es un hombre dolorido y enrabietado contra el destino, que se extrapola a las injusticias y tropelías cometidas contra el pueblo llano y contra él mismo. El mensaje estaba dirigido a levantar los ánimos de los combatientes.
"El hombre acecha" está considerado como una segunda parte de “Viento del pueblo". Otros autores lo han llamado "el reverso" al considerar que los dos poemarios forman un "corpus épico", resultado de su experiencia y de una misma visión poética: denunciar los abusos y consecuencias de la guerra, y la culpabilidad de no haber puesto el pueblo (del bando republicano) todo su empeño y medios para ganarla.       
Estos dos libros de poesía contienen la denominada poesía urgente o de guerra, además contienen poemas sociales y de muerte, en los que se refleja una gran carga de rabia y desolación.  
"El hombre acecha" nos habla de la brutalidad de la guerra, del desencanto, del hambre, de los heridos, de los culpables... Miguel Hernández se convierte en un poeta maduro, vigoroso, sencillo y asequible al lector medio, con una escritura sencilla pero contundente. Este libro consta de 19 poemas escritos entre 1937 y 1938. Muchos de ellos fueron escritos durante su estancia en la URSS en verano de 1937, la gran mayoría en su lucha en la guerra, y algunos de ellos cuando marchó a prisión.
            Debemos destacar que el 19 de octubre de 1938 muere su hijo Manuel Ramón (solo tenía diez meses). Miguel Hernández estaba en Cox, y ante su dolor compuso "Canción primera" y "Canción última".
En otro orden de cosas y como curiosidad, Rafael Pérez Contel aseguraba en diversas publicaciones que la corrección de pruebas del poemario fue realizada por él mismo, junto con el propio Miguel Hernández, y recuerda que este no modificó ni un solo verso, pues se limitó a quitar errores en la composición. Miguel Hernández insistió mucho en prescindir de ilustraciones, viñetas o dibujos, tanto en el exterior como en el interior del libro, inclinándose por una edición muy sencilla. Además, sugirió que en la cubierta dominase un color rojo, más tierra que carmín, idea que Rafael Pérez Contel plasmó mediante un cliché invertido, en rojo, quedando en blanco las letras del título e imprimiéndose en negro el nombre del autor. La composición se hizo con linotipia, ya que se preparaba una edición de un elevado número de ejemplares. El tipógrafo que se encargó del trabajo fue Vicente Ortizá.
En cuanto a la temática los poemas están clasificados en 4 tipos: a) combativos, b) sociales, c) políticos, y d) de aflicción, aunque algunos poemas participan de dos o más de estas características.

LIBRO
Este poemario de Miguel Hernández se inicia con "La dedicatoria" de "El hombre acecha". Como su nombre indica, es un ofrecimiento (escrito en prosa poética) que dedicó Miguel Hernández al poeta chileno Pablo Neruda. En la dedicatoria recuerda con añoranza los años que pasó en Madrid, cuando se reunían con Vicente Aleixandre y con Delia Carril (amiga íntima de Pablo Neruda) en la casa que este tenía en el barrio de Argüelles, la “Casa de la Flores”, cerca de la ciudad universitaria.
Lo hace partícipe del profundo dolor que le aqueja por la enfermedad de su primogénito Manuel Ramón, pues la hija de Neruda también sufría una grave enfermedad.
Le habla sobre la amargura que hay en el pueblo "florido de tristeza", que con resignación espera el futuro esplendor del vino y la poesía, lo cual evidencia el sabor de la derrota, aunque su obligación es disimularla y levantar la moral que sin duda estaba tocando fondo.
Se abre el poemario con el dramático "Canción primera", escrito en verso blanco, con el que regresa a la ascética oriolana de las pocas palabras. En este poema la naturaleza huye ante el hombre, ahora convertido en fiera. El olivo, árbol mediterráneo de la vida, de la paz, se avergüenza del hombre, pone distancia. Y es que el hombre está regresando a "la bestia", recuperó sus "garras" (su crueldad) camufladas por la educación. Ante el espectáculo de esta atrocidad, el poeta se reconoce potencialmente asesino. Advierte a su hijo Manuel Ramón, que acababa de nacer el 19 de diciembre, del peligro de tener un padre combatiente: podría volverse loco y clavarle las garras de su machete ("hundirlas") o dispararle las balas de su pistola ("proyectarlas/sobre tu carne leve"), vemos a Miguel Hernández decir: "aparta o te destrozo". Hoy el amor es muerte. Todos somos lobo para el hombre: el hombre acecha… al hombre. Y Miguel Hernández, que canta sobre la destrucción y la locura que provoca la sangrienta guerra, es capaz de ponerse simbólicamente en el papel de "la fiera" para hacer más terrible el papel del hombre, que en este contexto era matarse unos a otros en la guerra.

LLAMO AL TORO DE ESPAÑA
Es un poema en alejandrinos asonantes con un verso tetrasílabo interestrófico, excepto dos ("víbrate" y "sálvate") al inicio del poema, en imperativo.
En este poema encontramos numerosa simbología, además de figuras retóricas: el "toro" es una metáfora que representa no a la España geográfica sino al pueblo español, a los españoles agredidos en su libertad. Tenemos otras metáforas como "ojos minerales" que simbolizan la riqueza de España.
Tenemos antítesis como "Despierta/Dormido" o personificaciones como "levántate, despierta, dormido...". Por último vemos comparaciones como "te has despertado como...", "más toro que otras veces" y por último metonimias como "esqueleto" y "corazón". Encontramos la personificación "sangra el mármol" y una reiteración en la  última estrofa "despierta toro, levanta toro".

RUSIA
Este poema es fruto del viaje que realizó Miguel Hernández a Rusia para el V Festival de Teatro en Moscú, entre primeros de septiembre y octubre de 1937, invitado por el Ministerio de Instrucción Pública de la República, puesto que Miguel Hernández había sido nombrado director de "La Barraca" tras la muerte de Federico García Lorca. En este poema Miguel Hernández utiliza numerosas metáforas ("plumaje tajante", "voz profunda de máquinas y manos"), personificaciones ("boca amarrada" o "pasión errante") y metonimias ("sufrimiento de tantos corazones").

EL SOLDADO Y LA NIEVE
Está compuesto por serventesios alejandrinos, excepto un encabalgamiento entre los versos uno y dos de la segunda estrofa.
Este poema trata sobre el frío que sintieron los soldados durante el invierno. Lo escribió Miguel Hernández en diciembre de 1937 en el frente de Teruel, y fue publicado en la revista "Nuestro Ejército", de Barcelona, en el número de mayo y junio de 1938.
El poema está lleno de metáforas como "Aliento de 2 filos"; comparaciones ("como una llama seca desarrollada en hilos" y "como una larga ruina que ataca a los soldados"), asíndeton ("muerde, tala, traspasa") y personificaciones, como "hambre cruda cansada".

LOS HOMBRES VIEJOS
Es el poema más significativo del libro y de los más extensos. Consta de 144 versos divididos en dos partes. Nos sorprende la dureza del vocabulario. Métricamente son serventesios alejandrinos con rima consonante. Y son los poemas del compromiso y odio hacia la mala injusticia. La primera parte empieza con cinco estrofas para definirlos, puesto que es una alusión contra la justiciocracia de la época, una denuncia de la corrupción política. La segunda parte se mantiene en la misma línea, pero es más agresiva. Encontramos metáforas como "no se les quita la joroba que dentro del alma explota", antítesis como "un lado el otro" y comparaciones ("ponen huevos igual que las gallinas").

EL VUELO DE LOS HOMBRES
Es un poema casi épico, una arenga militar. A los aviadores los llama soldados voladores. En la penúltima estrofa les dice que tienen el trabajo de echar abajo el pájaro fraguador de cadenas, refiriéndose al águila imperial que adoptó el franquismo como alegoría en su bandera. Y remata la última estrofa (como es propio en el estilo de Miguel Hernández) con una moraleja esperanzadora e idealizada de la gloria del guerrero sobre la muerte:
"Si ardéis, si eso es posible, poseedores del fuego,
no dejaréis ceniza ni rastro, sino gloria.
Espejos sobrehumanos, iluminaréis luego
la creación, la historia".

EL HAMBRE
Este es un poema de los más elaborados de Miguel Hernández. Está dividido en dos partes: la primera parte trata el hambre física y la segunda el hambre espiritual, el hambre de justicia. En casi todas las estrofas se repite como estribillo el hambre. El poeta se queja del hambre, y muestra la miserable vida del campesino pobre que solamente posee sus manos, la hartura de los amos ricos y tristes recuerdos de su infancia.  

EL HERIDO
Se trata de un poema estrófico dividido en dos partes. Se inicia con una dedicatoria: "Para el muro de un hospital de sangre", refiriéndose así a los hospitales de primera línea de combate. Es un homenaje a los heridos. El hospital es un lugar donde la muerte y la sangre son algo que tiene presente el poeta. Las cosechas han sido sustituidas por cadáveres, por hombres que se desangran... El poeta se siente herido y no es capaz de escribir todo lo que siente.

CARTA
Se trata de dramáticas y muy humanas reflexiones sobre la comunicación epistolar. El estribillo, que da unidad y sangre a todo el texto, nos recuerda que estamos en guerra. Se habla en católico, de Iglesia militante, purgante y triunfante como vínculo espiritual entre vivos y difuntos.

LAS CÁRCELES
Este poema muestra el ansia de libertad. El tema central es la cárcel y está dividido en dos partes. Aunque cuando escribió este poema aún no había sido detenido, ya que lo fue por primera vez el 4 de mayo de 1939 en Portugal, es un poema en el que el discurso contiene momentos de delirio surrealistas.    
                            
PUEBLO
En este poema abundan alusiones armamentísticas. Invoca de alguna manera la idea de que las guerras se deberían hacer como en el pasado con igualdad de armas, y no con la ventaja de cobardes ametralladoras y cañones.

EL TREN DE LOS HERIDOS
Contiene un gran significado poético. La idea general es la entelequia de un tren que como un barco fantasma aparece en una vía muerta, y va derramando piernas, brazos, ojos, al tiempo que no se sabemos muy bien a dónde se dirige en la noche de la esperanza. El poeta clama "¡silencio!" hasta ocho veces para que nos detengamos a contemplar la tétrica escena de un tren moribundo que no puede detenerse por lo delicado de su carga, pues iba cargado de heridos de guerra.  
  
LLAMO A LOS POETAS
Si existe un poema donde podamos profundizar en la poesía de la Guerra Civil, es este. Analizado desde la vertiente del doble sentido, podemos hallar en él varias intenciones: una, la de homenajear a sus famosos amigos poetas, y otra la de llamar a los poetas para que bajaran a la realidad y lo acompañaran en la poesía del compromiso, bélica o de urgencia, y marcharan a los frentes como él mismo hizo.

OFICIALES  DE  LA VI DIVISIÓN
Dedicados a los Oficiales de la VI División del Ejército republicano en el Sector de Levante, en cuyo poema los invita a  que sean imaginativos, que nunca se hagan prisioneros. En definitiva, un general, un oficial, o su suboficial, no son más que soldados con graduación y con responsabilidad de mando.

18 DE JULIO 1936-18 DE JULIO 1938
 Este es uno de los seis últimos poemas que escribió.

MADRID
La capital de España se había convertido en un objetivo decisivo durante la Guerra Civil, y su defensa suponía prolongar la esperanza republicana. Por ello los poetas se encargaron de escribir poemas de aliento, no sin ver en ellos una cierta melancolía de Madrid, y uno de ellos es este.

MADRE ESPAÑA
Este es un poema en el que Miguel Hernández muestra su amor a la patria.

CANCIÓN ÚLTIMA
Es un romance de cierre, corto, como una llave que cierra el libro, transformado en un grito de esperanza, donde se reconoce perdido, tremendamente solo, en el que se lamenta de la situación de su casa y de su familia tras la contienda.

MÉTRICA, TÉCNICA METAFÓRICA Y OTROS RECURSOS ESTILÍSTICOS
  a) Métrica. El libro se compone de 19 poemas, el más corto de ellos tiene 14 versos; el más largo, 144. En total, suman 993 versos. Entre los de arte mayor, predomina el verso alejandrino. Seis poemas están escritos con estrofas de pie quebrado, y dos utilizan la inserción de un verso menor entre las estrofas. En cuanto a la rima, abundan los poemas aconsonantados: diez de los diecinueve. Hay cinco de verso blanco y cuatro asonantes.
b) Técnica metafórica. En este libro el uso del lenguaje metafórico se ha reducido y depurado, pues tiende a ser la expresión cada vez más ceñida a un contenido humano­poético. Se continúa un proceso gradual de interiorización y desnudez expresiva. El dramatismo se acendra a la par que madura el hombre. El dolor y la muerte imprimen un indeleble sello en el alma del poeta y en cada uno de sus poemas, nacidos en la pura y desolada entraña del ser.  Por una parte, Hernández conserva los rasgos de su técnica metafórica, pero la pone al servicio de una poesía entrañable, humana, que no brota de la inteligencia, sino del corazón; por la otra, busca una sencillez y una sustantividad expresiva, deliberada e intuitiva a la vez, y así la adjetivación casi no existe y el sustantivo adquiere, junto con el verbo, la máxima expresividad.         
-Símbolos: en "El hombre acecha" sigue utilizando los símbolos de "Viento del pueblo", pero más generalizados. Aunque no deje de aludir a un bando u otro, el objeto de estos símbolos y del libro en general, es el hombre. Se establece una clara relación entre tres términos fundamentales: "Fiera"/ hombre agresivo, "Maleza"/ odio y "Garra"/ armamento.       
 -Las comparaciones son poco frecuentes. El poema en que se dan en mayor número se inspira en un tema que ya había aparecido casi en los albores de su producción poética, "El aeroplano", que ahora se relaciona con la aventura épica de la guerra.        
 -Dinamización: el hombre, como consecuencia de la guerra, regresa a la fiera: el universo entero se aterra y se pone en movimiento para retroceder: “se ha retirado el campo/al ver abalanzarse/ crispadamente al hombre” ("Canción primera"). Cuando los heroicos aviadores se lanzan al espacio, también "el cielo retrocede" ("El vuelo de los hombres"). Sin embargo, "porque un pueblo ha gritado ¡libertad!, vuela el cielo" ("Las cárceles") estas se mueven, avanzan, buscan al hombre: lo cazan.        
 -Vivificación: las cartas que se cruzan en la guerra laten, vuelan, son palomas, un ser vivo y sensible. La sangre también se vivifica: anda, choca, azota, devora ("Es sangre, no granizo"; "El tiempo es sangre", ambas en el poema "18 de julio de 1936 ­ 18 de julio de 1938"). La casa del poeta, abandonada y vacía a causa de la guerra, algún día "regresará del llanto a donde fue llevada" ("Canción última").
 -Personificación: el cielo se humaniza, siente júbilo y se rejuvenece cuando los jóvenes aviadores lo cruzan en la guerra ("El vuelo de los hombres"). Las mismas cartas que antes han sido palomas, ahora se estremecen y agonizan como el ser humano que las escribe o las recibe. El papel en que están escritas, y el tintero y su tinta, participan de tal emoción ("Carta"). Los metales penan y sollozan como los hombres al presenciar las tragedias en “Las cárceles”. El tren que transporta a los heridos inacabablemente sufre, suspira, se hace madre de los que lleva ("El tren de los heridos").     
 -Encontramos tres ejemplos de sinestesia: "la claridad del día/corriera, resonara" ("El vuelo de los hombres"), "truena la luz" ("El vuelo de los hombres"), y "las heridas suenan/igual que caracolas" ("El herido").        
 -Cromatismo: los dos únicos colores que encontramos en "El hombre acecha" son el rojo y el negro. El rojo es la sangre que impregna todo el poema ("Es sangre, no granizo", una estrofa de "Las cárceles"), domina en "El herido" y rivaliza con la palidez de la muerte en "El tren de los heridos". El negro vive en la cárcel, en la memoria del prisionero ("Las cárceles"). Por último, el color pierde su puro valor cromático y se reviste de una calidad moral y humana: "Pintada, no vacía;/pintada está mi casa/del color de las grandes pasiones y desgracias" ("Canción última").
Solo en un poema el rojo simboliza la pasión amorosa y se trasfunde a la negra tinta con que el poeta escribe a su esposa y a su primer hijo muerto: "Los negros tinteros fríos se ponen rojos y trémulos" ("Carta"). Se trata de uno de los tres poemas que escribe en arte menor en "El hombre acecha" y es un anticipo de lo que será su siguiente libro, "Cancionero y romancero de ausencias".
c) Otros recursos estilísticos: Miguel Hernández todavía usa alguna vez en este libro su habitual léxico agreste, pero teñido del sentido trágico de las ausencias, pues ha entrado en las cárceles, en el paisaje de los heridos, en la casa vacía… Su peculiar metáfora del "rayo" aparece solo una vez. La guerra y la cárcel han agotado esa fuerza virgen, pura, cegadora y rotunda de sus versos anteriores. Un hombre, "símbolo de muchos otros" está encarcelado y "destroza sus alas como el rayo amarrado" ("Las cárceles"). La anáfora pierde todo sentido musical para simplemente enfatizar la verdad humana que expresa el poema.

          

                

sábado, 16 de enero de 2016

Oraciones compuestas para analizar (2)



  
-         A Irene le gustan las películas que tienen un final feliz.
-         A los seres humanos no nos gusta estar gobernados por fantasmas.
-         ¿A quién has visto que se contente con un solo crimen?
-         Acércame algo con que pueda limpiar esta mancha.
-         Acércate a esa estatua porque se oye un ruido dentro.
-         Al llegar por la noche al hotel, encontró rotas sus maletas.
-         Alrededor de las ocho, fueron divisados unos círculos de los que salió disparado hacia el cielo un chorro de luz que se expandió hasta formar una campana luminosa.
-         Antes de cruzar, mira a los dos lados de la calle.
-         Antes de salir se puso un gorro.
-         Antonio Machado nació en Sevilla, aunque su vida y su obra se identifican sentimentalmente con Castilla.
-         Aquel hombre tragó saliva tan fuerte que incluso se oyó.
-         Aún no ha escrito el discurso, así que tendrá que improvisar.
-         Aunque les cueste mucho, harán el viaje a pie.
-         Aunque los hombres eran fornidos y estaban atentos a lo que hacían, no siempre conseguían evitar que la piedra cayera por completo de lado.
-         Buscó los informes y vio que habían desaparecido.
-         Cállate un rato y déjame oír la película.
-         Cierra la puerta para que no haya corriente.
-         Come más dulces de los que debe.
-         Comer fruta es bueno para la salud.
-         Creo que deberías ir en avión porque es más rápido.
-         Creo que ese tipo nos ha reconocido.
-         Cualquier excusa es buena para leer un rato.
-         Cuando comenzó la guerra ellos estaban viviendo en Londres.
-         Cuando descargue el coche, me iré.
-         Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
-         Cuando estoy fuera de casa, echo de menos a mi familia.
-         Cuando hace calor, los perfiles metálicos de las vías del ferrocarril se dilatan y su longitud aumenta.
-         Dame más agua que tengo sed.
-         ¿De quién es la nota que guardas en el bolsillo?
-         Debemos anotar los fallos y analizar cuál ha sido la causa de cada uno.
-         Deseo que me cuentes todo lo que ha ocurrido en la ciudad desde que me marché.
-         Dicen que hay que ser viejo para ser sabio.
-         Dígale a mi vecina que espere un momento hasta que yo acabe lo que estoy haciendo.
-         Dijo que no podía viajar en agosto.
-         Dormía al bebé acunándolo en sus brazos.
-         El abuelo amasó una fortuna jugando en la ruleta del casino.
-         El administrador recortó gastos para ajustarse al presupuesto.
-         El camión avanzaba por las calles dando tumbos.
-         El día que elijas vamos al campo.
-         El extraño objeto fue visto por quienes estaban en el bosque.
-         El hombre balbuceó durante unos instantes cuando me dirigí a él, pero por fin comenzó a hablar para responderme.
-         El juez ha resuelto que esto es un fraude.
-         El montañero consiguió llegar a la cima.
-         El muchacho se había educado en la granja que la familia tenía en la montaña.
-         El país se enfrenta a la bancarrota, a salir de la Unión Europea y a hundirse en el subdesarrollo.
-         El periodista valora los acontecimientos y explica las circunstancias en que estos se han producido.
-         El programa que te gusta ha cambiado de horario.
-         El público gritaba y aplaudía durante la representación.
-         El sol sale por el este y se pone por el oeste.
-         El vecino del que te hablé ha salido en la tele.
-         En el teatro romano se usaban máquinas para mover objetos.
-         En el debate se conceden cinco minutos a cada ponente para que exponga su punto de vista y después el moderador formula una pregunta a cada uno.
-         En este país, el que resiste triunfa.
-         Es escandalosa la facilidad con la que se difunden bulos.
-         Es necesario respetar los márgenes cuando se escribe.
-         Esa obra ha sido escrita por un autor que tiene mucho talento.
-         Esas marcas no aportan ningún estudio científico que las avale.
-         Está muy ocupado, así que no podrá recibirnos.
-         Estaba dispuesto a escuchar cualquier consejo que viniera de ella.
-         Estoy convencido de que nos traerá un buen regalo.
-         Explícame por qué te gusta esa novela.
-         García Lorca recorrió España con el grupo de teatro “La Barraca”, formado por actores universitarios.
-         Gracias al tratamiento médico que sigue ahora está mejorando poco a poco.
-         Ha corrido mucho para llegar a tiempo.
-         Habiendo fracasado en todos los oficios, decidí hacerme periodista.
-         Hablaré con los estudiantes que hemos seleccionado.
-         Hace muy mal tiempo, así que me quedaré en casa.
-         Hasta el siglo XIX, en que se inventó el maquillaje, los actores se ponían en la cara productos que contenían plomo, por lo que muchos murieron envenenados.
-         Hay que utilizar una buena letra que pueda leerse sin dificultad.
-         Haz de tu vida algo que puedas contar mañana.
-         He cortado las mangas de la camisa porque eran demasiado grandes.
-         Hizo lo que pudo para aclarar el malentendido.
-         Hoy es el primer día que he podido concentrarme para volver a escribir.
-         Huyendo, se quedo dormida junto a un arroyo.
-         ¿Insinúas que miento?
-         Intentó con todas sus fuerzas salvar a su familia, pero no lo consiguió.
-         Interrumpió su charla bruscamente cuando nos empujaron de pronto hacia delante.
-         Jamás tienes una cosa hasta que la das.
-         La conversación ha hecho que cambies de actitud.
-         La equis es una víbora muy venenosa que debe su nombre al dibujo que tiene en el lomo.
-         La finca no es tan grande como la que tiene su tío.
-         La gente salía para verlos partir.
-         La idea de las penas del infierno que inquietaban la imaginación de los seres humanos en la Edad Media, les empujaban a ponerse bajo el amparo de una iglesia, donando sus bienes y pidiendo a cambio una oración para después de su muerte.
-         La mesa en que yo trabajo está junto a una ventana.
-         La mujer en cuya casa cayó el proyectil ha puesto una denuncia.
-         La persona a la que encargaron el trabajo tiene fama de ser muy competente.
-         La puerta se abrió antes de que llegásemos.
-         La semana que viene voy a la boda a la que me han invitado.
-         Las hendiduras hacían crujir las gélidas paredes.
-         Las listas de admitidos se publicaron ayer.
-         Las materias primas son las sustancias que se extraen directamente de la naturaleza.
-         Las plantas se secaron a pesar de que las regaba a menudo.
-         Le escribió una carta a su amigo contándole el fracaso amoroso que había sufrido.
-         Le expliqué el lugar donde estaba el tesoro.
-         Le han solicitado que envíe rápidamente fotocopias de los documentos.
-         Le pareció necesario hacerse caballero andante e irse por el mundo con su caballo a buscar aventuras.
-         Les bastó con escuchar el apellido.
-         Les pedí que me hicieran de vigilantes.
-         Llamé al fontanero porque había reventado una cañería.
-         Lleva más de un mes sin llover.
-         Lo bueno del pasado es que siempre queda atrás.
-         Lo peor fue que la población empezó a quemar las casas.
-         Lo que puede ser afirmado sin pruebas, puede ser descartado sin pruebas.
-         Lo que te enfermó te sana y te da salud.
-         Los científicos procuran comprender el mundo desde la experiencia.
-         Los contertulios se entretenían contando relatos fantásticos, cuyos protagonistas eran tan reales como los que contaban sus historias.
-         Los egipcios entrenaban mandriles para que sirvieran las mesas.
-         Los jíbaros tenían la costumbre de reducir la cabeza de los enemigos porque creían que proporcionaban buena suerte a quienes los venció.
-         Los que estaban en la cola del autobús estaban leyendo el periódico.
-         Luis es quien cocina en casa.
-         María no sabe hacer arreglos en la ropa.
-         Marta salió a la terraza a recoger la ropa.
-         Me alegro de que vengas a verme en primavera.
-         Me apetece viajar a La India.
-         Me da pena cuando veo que los árboles se han secado.
-         Me detuve y me arrodillé como si estuviera sacándome una piedra que se me hubiera metido en la sandalia.
-         Me dijo que tenía hambre.
-         Me imagino que habrá una parada de taxis en la estación.
-         Me marché sin saber a dónde dirigirme.
-         Me pone nervioso que des golpes en la mesa.
-         Me preguntó si me gustaba el fútbol.
-         Me resultó imposible permanecer más tiempo en esa casa.
-         Me tienes que decir con qué has hecho este guiso.
-         Mientras hay vida hay esperanza.
-         Mientras otros países se desbarataban, ellos se fortalecían.
-         Mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo decía que no estaba llorando.
-         Muerto el perro, se acabó la rabia.
-         Nadie me va a decir dónde está mi carpeta.
-         Necesitamos magia para sobrevivir.
-         No dude en llamarnos para obtener más información.
-         No entiendo por qué has hecho esa tontería.
-         No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague.
-         No me acostumbro a tu forma de mirarme.
-         No me importa que se lo digas.
-         No parece fácil cambiar el nombre de un grupo.
-         No sabes el lío en que nos metió.
-         No sé lo que busco.
-         No sé si ir a la ceremonia de la boda.
-         No te imaginas qué daño ha hecho.
-         Nos aconsejó que anduviéramos con cuidado por la nieve.
-         Nunca es tarde si la dicha es buena.
-         Nunca me explicó las razones por las que abandonó el país.
-         Nunca sabremos cuáles fueron las últimas palabras de Einstein porque las dijo en alemán y la enfermera que lo atendía no comprendía este idioma.
-         Nunca sé si las cosas que me explica son reales o si son pura invención.
-         Parece que no queda dinero.
-         Pasé tranquilamente a su lado y me dirigí a la esquina del edificio.
-         Perdió el bolso mientras paseaba por el parque.
-         Pidió disculpas por si su discurso había resultado demasiado casero.
-         Pinté la pared pero la mancha de humedad volvió a salir.
-         ¿Por qué la gente se fía siempre de un hombre que lleva traje y corbata?
-         Preguntó si jugaría este sábado en el equipo.
-         Puedes utilizar mi coche siempre que lo conduzcas con cuidado.
-         ¿Queréis decirme dónde vais con esa ropa?
-         Quien no te conozca que te compre.
-         Quien siembra vientos recoge tempestades.
-         Quiero escuchar la canción que ha ganado el festival.
-         Resultó herido y se arrastró hacia una casa cercana donde fue atendido por dos mujeres.
-         ¿Sabéis dónde vive Lidia?
-         Saben mucho, pero no lo demuestran.
-         Sé cómo cazar los moscardones sin hacerles daño.
-         Se debe parar cuando el semáforo está en rojo.
-         Se despidió diciéndome que quería que nos reencontráramos pronto.
-         Se dice que va a cambiar el tiempo.
-         Se dio cuenta muy tarde de que se había dejado las llaves.
-         Se durmió viendo la película.
-         Se ha hecho el valiente apostando demasiado dinero.
-         Se ha hecho tarde para ir al cine.
-         Se habló de diversos asuntos.
-         Se le notó que estaba enojado, pero se contuvo.
-         Se levantó, dejó la costura que traía entre manos y se puso a mirarnos.
-         Se lo comenté, pero no me hizo caso.
-         Se prohíbe a los usuarios cruzar las vías.
-         Serían las cuatro cuando llegaron.
-         Si bajas, no olvides llevarte la bolsa de basura.
-         Si cada cual se ocupara de los suyo, el mundo daría sus vueltas más aprisa.
-         Si descansas estarás más relajado.
-         Si financia con nosotros le obsequiamos con un accesorio de nuestro catálogo.
-         Si le dijiste que había sido yo, vendrá.
-         Si los hechos se contradicen entre sí, algunos de ellos no son hechos.
-         Si quieres conocer el futuro, estudia el pasado.
-         Si se pone el oído en tierra se oye un rumor siniestro.
-         Sintió el ruido, alzó los ojos y nos vio.
-         Su obligación es recoger la mesa.
-         Sube a tu cuarto y lee un rato.
-         Subimos por la colina sin encontrarnos con nadie hasta que vimos el castillo.
-         Tardó cuatro años en obtener una cátedra.
-         ¿Te apetece venir a la playa?
-         Tengo ganas de disfrutar de unas largas vacaciones.
-         Todos íbamos sucios y estábamos fatigados cuando llegamos.
-         Tú lavas los platos y yo friego el suelo.
-         Tumbados en la cama, sus cuerpos se cubrieron de sudor.
-         Un hombre que no sabe a dónde va, no tiene miedo de perderse.
-         Un niño ni estima ni desprecia el pueblo donde vive, no lo percibe ni como grandioso ni como miserable.
-         Uno de los principales deberes de la docencia consiste en transmitir información verídica y contrastada a los estudiantes, hechos y conceptos sin manipular y sólidamente establecidos y que permitan el desarrollo de un mente racional y reflexiva en el alumnado.
-         Vagué por calles que no había visto nunca.
-         Vive aquí desde que era un niño.
-         Volveremos al pueblo en que nos conocimos.
-         Voy a la tienda de la esquina a comprar tomates.
-         Ya han encontrado el arma con la que cometieron el crimen.
-         Ya han llegado los invitados, así que date prisa.
-         Yo no haré lo que me ordenas.
-         Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo.