La teoría de los actos de habla
es una importante teoría dentro de la Pragmática Lingüística. Originalmente fue
formulada por el filósofo británico J.L.Austin en su obra Cómo hacer cosas con palabras, publicada en 1962.
Un
acto de habla es una acción que se realiza con la lengua natural y está sujeta
a reglas convencionales y a principios de pertinencia. Al mismo tiempo que se
enuncia algo, esa enunciación constituye en sí misma un acto.
El
acto de habla consta de tres niveles: el locutivo, consistente en decir algo,
el ilocutivo, que es la finalidad que se persigue, y el perlocutivo, que son
las consecuencias de ese acto elocutivo.
Los
actos ilocutivos se clasifican de acuerdo con la intención o finalidad en:
1)
Representativos: Su propósito es comprometer al
hablante con la verdad de la proposición expresada (afirmar, concluir, deducir,
suponer).
2)
Directivos: son intentos para lograr que el oyente
lleve a cabo alguna acción (ordenar, mandar).
3)
Compromisorios o conmisivos: para comprometer al
hablante con algún futuro curso de la acción (prometer).
4)
Expresivos: transmiten un estado psicológico del
hablante acerca del estado de cosas expresado en el enunciado (disculparse,
alegrarse).
5)
Declaraciones: el éxito da lugar a la correspondencia
entre el contenido del enunciado y el estado de cosas en la realidad (se usan
verbos como “declarar” o expresiones como “por la presente”).
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