jueves, 10 de septiembre de 2015

Estructura y contenido en “El amor en tiempos del cólera”




            García Márquez publicó El amor en tiempos del cólera en 1985. La mayor parte de la acción transcurre en una ciudad sin nombre, pero que se modela sobre Cartagena de Indias, entre 1870 y 1930, aproximadamente. La obra gira en torno al amor entre Florentino Ariza y Fermina Daza. A los dieciocho años, ella rompe ese compromiso y se casa con el doctor Juvenal Urbino. Este muere a los setenta y dos años en un accidente doméstico. Florentino, que tiene setenta y seis años, sigue enamorado de Fermina, con la que conseguirá consumar ese amor.
            Aunque el resumen de la novela es breve, ello no oculta la densidad temática de la obra, en la que se entretejen episodios y reflexiones en torno a la vida, el amor, la vejez y la muerte, junto al análisis social y político de la reciente historia hispanoamericana, especialmente la del Caribe (guerras civiles, contrabando, devastación de la naturaleza, etc.), en contraposición con los modos de vida europeos, representados en la novela por el doctor Urbino. Entre estos temas destaca la creación literaria dentro de la propia novela, a cargo de Florentino Ariza, quien escribe epístolas, poemas y reflexiones sobre el amor.
            Todos los temas que hemos mencionado se desarrollan en la novela a través de una serie de núcleos argumentales:
-         el relato del largo matrimonio de Fermina Daza y el doctor Juvenal Urbino.
-         El proceso de soledad, amor obstinado y lujuria de Florentino Ariza, que acecha a Fermina durante más de cincuenta años.
-         La reconstrucción de los hábitos íntimos y sociales del Caribe entre (aproximadamente) 1870 y 1930.
-         Los pormenores de una sexualidad generalmente sofocante y triste.
-         Los diversos y restringidos espacios de las mujeres.
-         Las transformaciones de una zona, que son al mismo tiempo reales y legendarios.
            Estructuralmente, la novela se divide en seis capítulos de sinuosa organización narrativa en la que se pueden destacar dos planos temporales:
1)      Plano temporal del presente, que se corresponde con la vejez de los protagonistas (capítulos I y VI).
2)      Plano temporal retrospectivo, que recupera el pasado de los personajes y la evolución geográfica de los lugares que habitan, esos más de cincuenta años entre el comienzo y el final de la novela (capítulos II, III, IV y V).
            Esta organización produce altibajos en la materia narrativa. Se produce una acumulación de episodios e historias que complementan a la principal, y en ella unos episodios destacan sobre otros. Los capítulos centrales (III y IV) entretienen al lector, pero no se concentran en el desarrollo de la historia, que se desmenuza en anécdotas y episodios laterales que parecen alargar el relato para sugerir el paso de ese medio siglo. A partir del capítulo V la novela regresa al rumbo de los dos primeros. El capítulo VI nos devuelve al momento evocado por el curso narrativo del primero. La historia de amor culmina en uno de los momentos álgidos y magníficos de la obra de García Márquez.
            Para muchos críticos el capítulo más destacable es el VI, hasta el punto de que todo lo anterior se puede entender como una preparación del último. Otros señalan la especial importancia de los capítulos primero y último, que son los que aportan el equilibrio verdadero en la novela.
            La estructura interna se corresponde con el desarrollo del contenido por capítulos:
-         Capítulo I: la novela comienza con la muerte de Jeremiah Saint-Amour y después se centra en el doctor Juvenal Urbino, en particular en su vida matrimonial, sus inquietudes sociales y las contribuciones a su ciudad. Se describe también la propia ciudad, su fisonomía de barrios pobres y ricos y su animación colectiva. El capítulo se cierra con la muerte del propio Juvenal Urbino, a cuyo entierro asiste Florentino Ariza para reencontrarse con la ya viuda Fermina Daza.
-         Capítulo II: se centra en Florentino Ariza, en su entorno familiar (hijo natural del naviero don Pío Quinto y de Tránsito Ariza, costurera y prestamista) hasta el enamoramiento de Fermina Daza, su correspondencia amorosa, las amenazas del padre de Fermina y el alejamiento de esta durante más de un año. Solo el desencanto de Fermina a su regreso y al ver de nuevo el rostro de Florentino pone fin a la relación. A partir de ese momento Fermina evitará todo encuentro con él.
-         Capítulo III: aparecen sucesivamente los tres personajes principales. Se nos narra la juventud del doctor Urbino (su preparación académica en París, su familia, sus inquietudes sociales), la visita médica a Fermina, la petición de mano. Florentino viaja y aprende a sustituir el recuerdo de Fermina por el erotismo con otras mujeres. Se presentan también los inicios eróticos en solitario de Fermina hasta su matrimonio y viaje de novios con Juvenal. El capítulo se cierra con el regreso de París.
-         Capítulo IV: ofrece los sucesivos amores de Florentino Ariza y después se centra en Juvenal y Fermina, con esa perfecta acomodación a la relación conyugal.
-         Capítulo V: aparece la crisis matrimonial a causa de la infidelidad del doctor Juvenal Urbino y la marcha de Fermina. Hay un minucioso análisis de la pasión y el dolor por el engaño, la humillación sentida por Fermina y su padecimiento. Por otra parte, continúa el largo historial amoroso de Florentino. El envejecimiento de los tres protagonistas ocupa una parte importante de este capítulo, que se cierra con la muerte de Juvenal y el reencuentro de Florentino y Fermina.
-         Capítulo VI: se inicia con la condición de viuda de Fermina y sigue con las aproximaciones calculadas de Florentino, que escribe más de cien cartas y realiza varias visitas. La consumación del amor de los dos personajes se produce a bordo del buque Nueva Fidelidad en el río Magdalena.

            Con respecto al narrador, en la novela es omnisciente. La historia está narrada en tercera persona. El narrador es capaz de dominar este mundo narrativo y adentrarse en la intimidad de los personajes, incluso en los episodios de alcoba, en los sueños o en los secretos de confesión.
            Lo que eleva la novela es sin duda el estilo, el manejo y uso magistral del lenguaje. En El amor en los tiempos del cólera el personaje central es el idioma. Gracias a la perfección de los sonidos y a la sucesión de frases inmejorables, los hechos adquieren un mayor relieve.
            Por otra parte, la realidad y la ficción se mezclan en las coordenadas espacio-temporales de la novela. La libertad creativa está al servicio de la acción narrativa, junto a la fidelidad histórica a una época y un tiempo precisos.
            García Márquez explicó que la ciudad era una ciudad imaginaria, que tenía elementos de tres ciudades del Caribe colombiano (Cartagena de Indias, Santa Marta y Barranquilla) que están muy cercanas unas de otras. El Caribe colombiano se parece al venezolano y al resto de las zonas caribeñas y más que la reconstrucción histórica de una ciudad concreta, al autor le interesaban las costumbres de la época de esa región.
            Pero la mayoría de los rasgos corresponden a Cartagena de Indias: calles estrechas, plazas con árboles, la catedral, la iglesia de San Pedro Claver, la bahía de las Ánimas, el muelle de los Pegasos, la playa del Arsenal, el barrio Getsemaní, el Palacio de la Inquisición, el mercado público, el Portal de los Escribanos o el barrio residencial de la Manga.
            El espacio inicial se ve ampliado por los lugares por los que viajan los personajes: Sierra Nevada, Manaure, Fonseca, Riohacha, el cabo de la Vela, el río Magdalena, el puerto Nare, la Dorada, etc.

            La novela se desarrolla como hemos dicho en el marco temporal de las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Hay algunas referencias en el libro que sirven para fijar esas fechas. Por ejemplo, el personaje Rafael Núñez, padrino de boda de Juvenal y Fermina, fue presidente de la República entre 1880 y 1882, la referencia de los años que Florentino espera para poder amar a Fermina suponen otro detalle temporal importante, la navegación por el río Magdalena con hidroaviones nos sitúa hacia 1919 y la muerte de obreros en la plantación de San Juan de la Ciénaga sucedió en 1928.

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