MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98:
LA NARRATIVA, EL ENSAYO Y EL TEATRO
La novela
Los escritores de esta época
ensayarán diferentes modos de renovar este género literario.
Pío Baroja piensa que lo
mejor es la acumulación de sucesos y que en la novela caben todos los géneros.
Una de sus novelas es Zalacaín el
aventurero.
Miguel de Unamuno en su
obra Niebla dialoga con sus propios
personajes, que no están satisfechos con el destino que les da el novelista.
Valle Inclán selecciona
para sus novelas algunos fragmentos de la historia de España y los idealiza o
los trata de forma burlesca.
Azorín se identifica con
uno de sus personajes para explicar sus propias experiencias y sus
pensamientos.
El ensayo
Los ensayos son textos breves, en
prosa, en los que alguien expresa (con un estilo libre y desde un punto de
vista personal) su opinión sobre algún tema.
En la generación del 98 destaca
como ensayista Unamuno.
El teatro
En esta época podemos estudiar
dos formas diferentes de teatro: el comercial y el renovador. Un autor
representativo de la tendencia renovadora es Valle Inclán. Los personajes de
este teatro renovador se caracterizan por la rebeldía contra el sistema social
y por las contradicciones en su forma de ser.
Valle Inclán empieza siendo un
autor modernista. Poco a poco mostrará una nueva estética: el esperpento, que consiste en representar la
realidad deformada para que se vean sus defectos.
La obra de teatro más importante
es Luces de bohemia. El protagonista, un poeta ciego que se llama Max
Estrella, pasea una noche por Madrid.
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