sábado, 17 de enero de 2015

Concepto de crítica literaria y teoría de la literatura




Su situación en los estudios literarios. Teoría, historia y crítica

            La situación de la crítica literaria o Teoría de la literatura solo se ha enriquecido desde hace cuarenta o cincuenta años. Estamos en el resurgir de una materia que tiene siglos de existencia. El tratado Poética de Aristóteles se considera el origen de esta disciplina, una disciplina a la que se ha llamado Poética, Retórica, Preceptiva literaria, Crítica literaria o Teoría de la Literatura.
            El concepto de Crítica literaria puede observarse a través de cuatro oposiciones:
-         Primera oposición entre lo particular y lo general en la esfera del pensamiento.
-         Segunda oposición entre Literaturkritik frente a Literaturwisselsthaft.
-         Tercera oposición entre historia de la literatura frente a la crítica literaria.
-         Cuarta oposición entre habla literaria frente a lengua literaria.

            En el concepto de Crítica literaria prevalecerá el segundo miembro de cada una de esas oposiciones, de forma que se logrará una definición conceptual; como que la Crítica literaria es una disciplina científica que investiga los aspectos generales de lo literario a la búsqueda de elementos comunes a cualquier manifestación particular. Tal búsqueda tiene como objetivo presentar una teoría general de la literatura, necesariamente separada de la actitud o actividad valorativa o juicio particular sobre obras concretas. Supone asimismo un discurso sobre lo literario. Propone la investigación de una lengua literaria como conjunto de elementos pertenecientes a un sistema conceptual y de expresión específica.

Primera oposición: lo particular y lo general en la esfera del pensamiento

            En la esfera del pensamiento siempre se origina una distinción o desdoblamiento entre el mundo de los hechos y la perspectiva o mundo que los mira. Este desdoblamiento es una constante por encima de las metodologías, por encima de la distinción de lo inductivo y lo deductivo. El método inductivo va de lo particular a lo general mientras que el método deductivo va de lo general a lo particular. Sea cual sea la vía elegida, cuando hablamos de las cosas, nuestro discurso es algo diferente de esas cosas. Según Pozuelo Yvancos, la literatura no existe como realidad independiente del discurso sobre la literatura. Es un vocablo mediatamente conectado con la realidad empírica, y entre ellos media una realidad teórica. Literatura es un concepto teórico que presupone una generalización, una construcción teórica de una realidad.
            Según Pozuelo, el objeto de una teoría de la literatura es dar cuenta sobre el discurso de la literatura, hacernos ver esa esfera general o teórica mediata, en virtud de la cual cada una de las épocas ha construido su forma de ver la literatura y su literatura. Un objeto puede ser considerado norma estética en una época determinada y en otra no. La literatura es un discurso teórico y dependiente contextualmente, y puede modificarse con el tiempo.
            Iuri Lotman habla de que la cultura es un sistema de modelización, de creación de modelos, y que la cultura artística es un sistema de modelización secundario en relación al lenguaje, que es el sistema de modelización primario de la cultura. El lenguaje crea las cosas del mundo al nombrarlas, modela la realidad. La literatura no es una serie de obras que se suceden anárquicamente, sino que son objetos frente a los que son posibles una consideración teórica. La individualidad literaria no se da nunca. Cuando alguien lee un libro tiene expectativas que forman parte del libro. Se tiene una perspectiva general sobre lo literario, sobre lo que las obras tienen en común.

Segunda oposición: Literaturkritik frente a literaturwisselsthaft.

            En español, “crítica” siempre presupone una actitud y un juicio. Y en estas esferas hay siempre unas constantes:
1)      El juicio, vinculado al gusto, a las preferencias.
2)      Vinculadas estas a la inseparabilidad del juicio respecto a quien lo emite.
3)      Su carácter asistemático. No es previsible, varía con respecto a la experiencia que un individuo tiene de un  objeto.
4)      Su no transmisibilidad. No se puede enseñar crítica en el sentido de juicio valorativo.
            Estas constantes convierten a la Crítica literaria en una denominación poco adecuada para la docencia. Una poética intenta contemplar un objeto de estudio, la literatura, como un objeto intransitivo y general. Intransitivo porque es independiente del que habla, y es eso lo que es posible transmitir.

Tercera oposición: historia de la literatura frente a la poética o crítica literaria

            La historia de la literatura tiene como objeto un saber circunscrito a unas coordenadas espacio-temporales. Sin embargo, la poética tiene un objeto diferente: la literatura, sea cual sea su manifestación en la lengua. Es la literatura como ser, independientemente del tiempo y del espacio. Tendría que ver con lo que tienen en común de comunicación específica los textos. Obviamente ambos terrenos se reclaman mutuamente: la poética ha dado a la historia de la literatura los conceptos de periodización, la categorización de géneros, los conceptos de retórica o métrica.

Cuarta oposición: habla literaria frente a lengua literaria (parole/langue)

            La Poética debe darse en los términos de sistematización en que Saussure plantea el concepto de lengua, “como hecho sistemático, perteneciente a un sistema en el que todo se define en función al sistema”. La teoría lingüística de Saussure (y posteriores) comienza con la hipótesis de que es posible un discurso sobre el lenguaje alejado de su consideración aislada o concreta. Ese hecho se explica por su pertenencia a un conjunto, llamado sistema, formado por todos esos hechos, pero ninguno de ellos lo posee en su totalidad.

Análisis del concepto de literatura. La problemática de su definición

            El concepto de literatura nace en el siglo XVIII. Quintiliano, en el siglo IV, relacionaba la literatura con “gramatike”. Y hasta el siglo XV, las diferentes lenguas no comenzaron a escribir sus tratados de poética.
            Por literatura (derivado de litera) se significó en los autores cristianos un corpus de textos de naturaleza secular o pagana, que se contrapuso a corpus de textos de naturaleza sagrada (scriptura).
            Después del siglo VI, la literatura recogía una significación parecida a la de “conocedor de la Gramática”, un especialista en descifrar filológicamente las letras, un técnico de las materias escritas.
            En el renacimiento la literatura no tenía carácter estético. Ya en el XVI aparece el término “bellas letras”, con el que se especifica ya una especie de discurso literario en términos de lo que hoy se conoce como Humanidades (incluye a gramáticos, filósofos, tratados de estética, historiadores, etc…).
            Hasta el siglo XVIII no encontraremos “literatura” como ciencia en general. En 1773 se publica una historia de la literatura francesa que explica en el prólogo el adjetivo “literario”: “Donde se trata del origen, progreso, etc, de las ciencias”. La literatura se entendía como lo que se dijese de las ciencias en general, semejante a lo que ahora entendemos por ensayo o discurso de naturaleza científica y/o humana.
            Voltaire explicaba que literatura es “una particular forma de conocimiento de las obras del gusto, una síntesis de historia, poesía, elocuencia y crítica”.
            Diderot en 1751 relaciona ya la literatura con “bella expresión”, “expresión estética”, con “un arte de la expresión de lo bello por medio del lenguaje”.
            En el mismo siglo se concretaba una acepción de literatura como “conjunto de la producción literaria de un determinado país”. Surge el concepto de literatura nacional.
            Ya en el romanticismo, el término literatura acoge la mayor parte de las significaciones actuales.
-         Una primera acepción es el “conjunto de producción literaria de una época, de una determinada región”.
-         Una segunda acepción es el “conjunto de obras que forman una especie de familia por su contenido o temática” (por ejemplo, literatura feminista).
-         Una tercera acepción que sería el “conjunto de bibliografía existente acerca de un hecho o materia”
-         Una cuarta acepción que liga literatura a retórica o expresión artificial. Su autor fue Verlaine.

            Por elipsis hay una acepción de literatura similar a historia de la literatura (por ejemplo, literatura española del siglo de oro).
            Literatura podría significar el contexto teórico, literatura comparada, general, teoría de la literatura, etc.
            En el siglo XVIII se genera la significación que se da hoy a la literatura, como “un tipo de lenguaje”. En esa época se dan circunstancias como el nacimiento de la ciencia como disciplina, se produce el nacimiento de la universidad moderna, desgajada de la eclesiástica, y surge la necesidad de utilizar métodos nuevos de experimentación. El racionalismo genera un desarrollo del empirismo y el desenvolvimiento de una ciencia inductiva, no sujeta a fe, y una progresiva valoración de la técnica y el método. Esto crea una distinción entre esfera científica y esfera no científica. Surgen también las facultades de Humanidades donde tienen cabida los estudios estéticos, no sujetos necesariamente al método experimental.
            También se produce un desarrollo social de las letras, que va ensanchando su dominio desde la esfera de la poesía o de los textos en prosa a la difusión masiva de la novela, su extensión al periodismo y la popularización del ensayo. En el siglo XVIII se produce la masificación del público lector. Comienza a darse el consumo literario. El desarrollo de la burguesía crea el modo de ser de la literatura moderna. El burgués medio está suscrito a revistas y periódicos donde se consume la literatura, así que esta sale de la esfera del mecenas y se crea como mercado. Deja la literatura de ser en verso y se “contamina” de otros géneros. Empieza a perder especificidad formal.
            En la Europa de principios del siglo XX se crean los llamados formalismos o la poética de las vanguardias, que tiene mucho que ver con la necesidad de ser específico, de subrayar lo que aporta cada arte y determinarlo frente a los demás. Cada arte investiga acerca de sus propias realidades y materias. En la poesía se da la investigación sobre la imagen o la relación entre un objeto y otro. Se establece un juego con la materialidad de la palabra y la materialidad de los hechos.
            Nace también a principios del siglo XX una necesidad de volver sobre la cuestión del ser, de la literatura en tanto que literatura. Jakobson en 1919 dijo que “la literatura es terreno de nadie porque se ha convertido en terreno de todos”.
            Los movimientos críticos del siglo XX (formalismo ruso, estilística, la nueva crítica americana) reaccionaron al mismo tiempo contra la variedad de estudios que intervienen en la literatura. Hay que estudiarla en cuanto que es literatura. Crearon un término, el de literariedad. Decía Jakobson que esto supone “estudiar aquello que hace literatura a la literatura; la literatura en cuanto que tenga unos rasgos que la hacen literatura y no del objeto formal”. La literariedad estudiaría aquello que sirve para construir lo literario.
            La teoría de la literatura tiene que estudiar la literariedad. Pero este término entrará en crisis en los años 70 del siglo XX.
            Searle explicaba que la literatura no es una esencia independiente de naturaleza estética, sino que es una construcción, pero en la que no hay (para toda esa construcción) un vínculo unitario. No existe ningún rasgo lingüístico de naturaleza elocutiva que defina a toda la literatura y solo a esta.
            Ellis y Girolano plantean que el concepto de literariedad debe ser sustituido por el de “convención”, y el de “ser literario” por el de “uso literario”. Debe darse una lingüística del uso que intente ver cómo es vista la literatura y cómo es usada en una comunidad.
            Para Todorov se puede hacer discutible el concepto de literatura, pero no se puede hacer discutible el género literario. Para él no existe la literatura, sino esos géneros (oda, cuento, epopeya, elegía…). El género literario es el lugar de encuentro de una serie de emisores y receptores.
            Si existe una resistencia a lo que se ha llamado “falacia objetiva”, el definir la literatura en términos de objeto (como propiedad definible en términos objetivos), también hay una “falacia cognitiva”, en reducir la literatura a lo que un lector espera.
            Hay un enfrentamiento entre un sistema cerrado y otro abierto:
-         El sistema cerrado, falacia objetiva, establecería unas fronteras delimitadoras de los individuos que pertenecen a ese sistema, esto es, unas objetividades que los definan; un sistema que acota un espacio.
-         En el sistema abierto, falacia convencional o cognitiva, no existen fronteras delimitadoras de lo literario, porque la literatura se modifica con el tiempo, y fenómenos que han sido calificados de literarios en una época, dejan de serlo  en otra (y viceversa). Esto hace que el sistema delimitador sea abierto, dinámico. Se va transformando.


            Como conclusión, podríamos decir que una teoría de la literatura tiene que ser el análisis de un objeto en el marco de un sistema de comunicación (lo que la literatura es como objeto), pero ese análisis no puede olvidar la dimensión de la literatura no solo como objeto. Mukarovski distingue el plano artefacto, que es el plano de su materialidad, y el plano objeto estético. La obra literaria son ambos planos a la vez.

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