(Trabajo de Ana Carmen Cánovas Martínez, María Cerón Ramírez y Eugenia Isabel Muñoz Navarro)
Tendremos
en cuenta para el desarrollo de este tema el contexto histórico y social y
realizaremos la clasificación de las obras de Lope de Vega por género y temas
tratados, de forma que hablaremos de su teatro, su poesía y su obra narrativa.
Contexto histórico y social
La obra de
Lope de Vega se desarrolla entre 1580 hasta su muerte, en 1635. Lope vivió bajo
la monarquía de Felipe II, Felipe III y Felipe IV. Fue una etapa histórica
depresiva en la economía europea y en particular en la española, que iba de mal
en peor. Un sinfín de guerras al principio y al final del periodo hundió la
producción, diezmó la población y estancó el desarrollo. En la etapa
intermedia, durante el reinado de Felipe III, se dio el llamado “pacifismo
barroco”, una especie de tregua que respondía al cansancio de los
contendientes.
Los metales
preciosos que venían de América permitían importar casi todo lo necesario en
vez de producirlo en España, lo cual limitaba las aspiraciones de los españoles
a tres campos: hacerse religiosos, emigrar a América o servir en los cargos
públicos (en la Iglesia, el mar o la casa real)
El Siglo de
Oro se hallaba dividido por rígidas barreras sociales de origen medieval que
era muy difícil traspasar: en la base se situaba el pueblo llano, que no tenía
privilegios; los nobles o no pagaban impuestos y tenían privilegios sociales.
Por último, el rey tenía todos los poderes y había absolutismo monárquico.
Clasificación de las obras por género y temas
Teatro
Lope de Vega
logró un tipo de obra teatral que entusiasmaba al público. Para ello recogió la
herencia medieval y los intentos renovadores renacentistas, fundiéndolo todo en
un nuevo modo de hacer, más acorde con los nuevos tiempos. A sus conocimientos
unió también su experiencia personal, ya que vivió muy de cerca el mundo del
teatro. Se relacionó con comediantes, asistió a representaciones donde
estudiaba las reacciones del público y procuró escribir sus textos dramáticos
ateniéndose a esos gustos. Lope orientó sus obras teatrales hacia una
organización dramática que se impuso como la fórmula general de la llamada comedia española.
Lope fue el
verdadero creador de la comedia nueva, que alcanzó con él categoría nacional.
El comienzo de este nuevo período de poesía dramática puede colocarse entre
1587 y 1588. Al comenzar el siglo XVII Lope ya tenía escritas unas 150
comedias. La comedia nueva era ya un hecho y la fórmula de Lope se había de
conservar durante siglo y medio. La existencia misma del teatro español está
vinculada a la obra de este autor.
Recordemos que
en el último tercio del siglo XVI comenzaron a existir en algunas ciudades
españolas lugares fijos de representación, llamados comúnmente corrales. Fuera
de tales casos, las representaciones estaban a cargo de gentes andariegas, muy
semejantes a los antiguos juglares medievales. Los primeros teatros fueron los
corrales, los patios traseros de las casas, sin cubierta ni asientos; los
mejores lugares para ver la representación eran las ventanas o balcones de las
casas vecinas. Luego se construyó un toldo. A las mujeres (que no se podían
juntar con los espectadores masculinos) se les reservaba un lugar aparte al
fondo del patio, llamado cazuela. Luego se construyeron a lo largo de las
paredes galerías de madera como anfiteatro.
Se representaba
casi sin decorado, lo que permitía la ilimitada libertad de acción que Lope
llevó a sus últimas consecuencias. De una escena a otra podían saltarse tiempos
y lugares bruscamente y sin transición. Bastaba una pausa o un romance para que
el público pudiera suponer cualquier proceso cronológico.
Una gran
variedad de aquellas comedias son hoy irrepresentables, porque sus numerosas
escenas exigirían muchos decorados; y puede ser que el espectador de hoy no
aceptara el escenario desnudo. Se prohibió la intervención de las mujeres en el
teatro porque su atractivo era estimado como pecaminoso, de modo que los
papeles femeninos los hacían muchachos. Al fin se autorizó a las mujeres actuar
(hacia 1587), y esto fue razón muy importante para el éxito de las comedias
(aunque esto llevó consigo el problema de la moralidad de las comedias).
Las
prohibiciones sobre el teatro volvieron en 1596. En 1597, Felipe II cerró los
teatros. Con Felipe III se levantó la prohibición (en 1599) y el teatro se
convirtió en espectáculo nacional.
La función
comenzaba con una introducción o loa, a veces cantada, luego seguía la comedia.
Entre el primero y el segundo acto se representaba un entremés, entre el
segundo y el tercero se cantaba una jácara, y al final de la sesión se daba un
baile como fin de fiesta.
Podemos
concluir con que al fracasar la tragedia clásica del Renacimiento, comienza con
Lope de Vega un teatro de mayor tradición medieval y de nivel nacional.
Los rasgos
fundamentales de este teatro son los siguientes:
· El populismo (es un teatro para
el pueblo).
· Exalta los ideales monárquico y
religioso.
· Es importante el vitalismo de
sus personajes.
· Aparece una concepción
apasionada de la vida (vemos la importancia de los sentimientos), con más
acción que reflexión.
· Su visión de la vida tiene
fuentes inmediatas en el pueblo y en la tradición más auténtica de la
literatura española, la del romancero y la poesía popular.
· Calidad poética en el lenguaje,
que se manifiesta en el ritmo y la musicalidad del verso que lo hace natural y
espontáneo.
· Pretende usar un lenguaje
apropiado a la situación y al personaje, que además sea comprensible para el
espectador.
· Intercala canciones y
villancicos de aire popular.
· Hay dinamismo (es un teatro de
acción): las escenas se suceden con rapidez sin dar un respiro ni al personaje
ni al espectador, ya que procuraba no dejar el escenario vacío para que el
público mantuviera el interés.
Se dice que
Lope escribió más de mil quinientas comedias, aunque se conservan unas 430. Esta inmensa producción dramática se suele
clasificar del siguiente modo:
-
Dramas del poder injusto: tratan del abuso de
poder por parte de un noble, como Peribáñez y el Comendador de Ocaña y Fuenteovejuna.
Cuando un noble ejerce injustamente el poder, el villano, impulsado por su
conciencia y dignidad personal, acude al rey para que le castigue o corrobore
su venganza. En estas obras Lope de Vega interpreta
el sentir de las gentes de su tiempo: el sentimiento monárquico y la valoración
personal de todos sin distinción de clases en cuanto a la honra. Hasta entonces
el honor era tenido como patrimonio exclusivo de la nobleza y no de los villanos.
Al villano en el teatro solo se le concedían papeles cómicos. Pero en los
tiempos de Lope, la preocupación por la limpieza de sangre hizo ascender en
estima a los villanos debido a su calidad de “cristianos viejos”, incontaminados
y de pura sangre; por su baja condición social no se había podido mezclar con
la rica población judía, emparentada con la clase hidalga. No hay demasiada
diferencia entre el lenguaje que usan la nobleza y el pueblo. Es un lenguaje
rico y elaborado.
-
Dramas de honor: alguna
de estas obras son El castigo sin venganza y Los comendadores de Córdoba. En la época de Lope había una espesa red de normas
sociales. Además del honor de cada persona, que era algo íntimo, tenía gran
importancia el concepto de honra, que dependía de la opinión de la sociedad. El
individuo debía comportarse como los demás esperaban que se comportara. Surgía
entonces el conflicto dramático en el alma del personaje entre su ser
individual y su ser social, que es el que vencía siempre.
-
Dramas de amor y muerte:
un ejemplo es El caballero de Olmedo, que cuenta los amores de doña Inés
y de don Alonso, el caballero. Al final de la obra él es asesinado por un rival
amoroso.
-
Las comedias de amor:
en La dama boba o El perro del hortelano el amor vence todos los
obstáculos. La pareja protagonista vive en un mundo donde todo acaba bien.
Lope compagina en la comedia elementos inventados con otros tomados de la
vida real. En sus obras recoge situaciones fuera de lo común y las rodea de
datos concretos del entorno para hacerlas creíbles.
En el Arte nuevo de
hacer comedias en este tiempo (1609) expuso las características de su teoría dramática es un texto ensayístico (lo que supone
una reflexión personal del autor sobre el tema que trata). Lope de Vega la leyó
como discurso ante la Academia de Madrid. Se trata de una obra de
encargo escrita en verso en la que realiza una confesión de sus logros y
fracasos con el objetivo de realizar una defensa de su teatro ante los
académicos. Estos son principalmente la mezcla de lo trágico y lo cómico, con momentos de gran tensión y momentos en que el
espectador se relaja y se ríe. De las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar), se mantiene la de acción.
Esta debe ser unitaria, con episodios que desemboquen en el tema central. Estas
son reglas literarias, diseñadas
especialmente para el teatro, pero que tienen una
extensión más amplia como criterio estético y de teoría del arte. Las
obras se dividen en tres actos, con planteamiento, nudo y desenlace. Apenas
hay acotaciones, las informaciones llegan a través de las palabras de los
personajes. La comedia debe escribirse en verso y debe reinar la
variedad de metros. El lenguaje se atiene a las reglas del decoro, de modo que
cada personaje se exprese como le corresponde según su estado. El final es
generalmente feliz, excepto en las piezas trágicas.
El público de
la época era heterogéneo, así que Lope supo crear un teatro mayoritario,
esencialmente popular y nacional, con calidad poética.
Debemos
recordar también que muchos dramaturgos imitaron temas, asuntos y técnicas de
este autor, formando lo que se denomina la Escuela
de Lope de Vega. Entre ellos destacan Guillén de Castro, Juan Ruiz de
Alarcón y Tirso de Molina.
Poesía
La
forma que tenía Lope de publicar su poesía lo diferencia de otros poetas de su
tiempo. Desde 1598 hasta su muerte edita sistemáticamente sus libros de versos
procurándoles una cierta unidad de tono, de temas o de métrica, superando la
frecuente recolección de poemas.
Otra característica
que lo diferencia de sus contemporáneos (y en realidad de todos los escritores
españoles hasta el romanticismo) es que utiliza su lírica para contarnos su
intimidad.
Su poesía lírica
es más fresca y popular que las de Góngora y Quevedo. Lope de Vega prefiere más la naturalidad. Sin embargo, no solo
escribió poesía sencilla, siguió la moda y escribió a veces poesía tan
hermética como la de Góngora.
Su extensa
producción poética podríamos agruparla de la siguiente manera:
Épica
1.
La
Dragontea (1598) es un
poema en diez cantos motivado por la muerte del corsario inglés Francis Drake.
2.
El Isidro
(1599) consta de diez cantos en los que se narra la vida y milagros del patrono
de Madrid.
3.
La Jerusalén
conquistada (1609) es el intento más importante de Lope por escribir un
poema épico. En los veinte cantos que la componen se narra (con más o menos
fidelidad a la historia) la tercera Cruzada.
Poemas extensos de carácter mitológico
Aquí se incluyen dos volúmenes en los que Lope mezcla dos
géneros: la novela y la fábula mitológica y que son
1.
La
Filomena (1621).
2.
La
Circe (1624)
Poemas cortos
1.
Rimas (Sevilla, 1604): se trata de un conjunto
de 200 sonetos de tema diverso, donde predomina el amoroso y el laudatorio.
2.
En
las Rimas sacras (Madrid, 1614) refleja sus crisis espirituales y
vitales y su contrición ante su vida pecaminosa. Predomina el soneto y el arte
menor.
3.
Rimas humanas
y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (Madrid, 1634). El volumen contiene poemas burlescos en los que Lope
modernizó las modas literarias del momento.
Narrativa
Las obras de Lope de vega en este apartado son las siguientes:
Novelas pastoriles
-
La Arcadia: hacia
finales del siglo XVI, desterrado de la corte, Lope aceptó trabajar como
secretario del Duque de Alba. Durante este periodo escribió esta obra en la que
se relata los amores de Anfriso y Belisarda. Aunque se trata de una historia
unitaria (sin narraciones paralelas), el autor intercala anécdotas, versos,
digresiones eruditas, etc.
-
Pastores de Belén:
novela pastoril a lo divino publicada en 1612. La historia cuenta el nacimiento
de Jesús.
El peregrino en su patria
Se
trata intento novelístico más ambicioso de Lope. Apareció en Sevilla en 1604.
Aunque contiene los elementos principales de la novela bizantina (amor,
aventura y religión), se añade la dimensión patriótica, en forma de una
nacionalización de la novela. En este sentido, se podría hablar de una
superación de la novela bizantina.
Las novelas a Marcia Leonarda
Se trata de
una colección de cuatro novelas que tienen una fuerte cohesión en su origen y
desarrollo, aunque no se publicaron juntas, la primera apareció en 1621 y las
otras tres en 1624. El centro de todas ellas es Marta de Nevares, aquí
denominada Marcia Leonarda, que fue el último amor de Lope y a la que vio morir
en su propia casa en 1632. Ella comenzó a quedarse ciega y posteriormente
comenzó a sufrir ataques de locura.
La
originalidad de esta colección se encuentra no en los argumentos de las
diferentes historias, sino en los incisos (dirigidos a su amada) en lo que el
autor analiza la obra y sus peripecias.
1. En Las fortunas de Diana se nos cuentan las
peripecias de dos enamorados de distinta condición social que, tras su unión,
se fugan de Toledo, ciudad donde vivían.
2. El desdichado por la honra cuenta la
historia de un caballero español y residente en Italia que, descendiente de
Abencerrajes (nombre castellanizado con el que se conoce a un linaje nobiliario
de origen norteafricano del Reino de Granada gobernado por nazaríes) se marcha
a Constantinopla en busca de honra cuando en España se decreta la expulsión de
los moriscos.
3. La prudente venganza es la más
interesante por su argumento, ya que se trata de una historia policíaca pero al
revés: conocemos al asesino y contemplamos sus crímenes, sin que nadie se
percate de que realmente lo son.
4. Guzmán el Bravo es una novela de
cautivos.
La Dorotea
Se publicó en
Madrid en 1632, con el subtítulo de «acción en prosa», para eludir la
prohibición entonces vigente de imprimir «libros de novelas, comedias ni otros
de este género» y para subrayar la originalidad de la obra.
La Dorotea está directamente inspirada
en un episodio transcurrido cuarenta años antes, que dejó una huella permanente
en el alma y los escritos de Lope de Vega, que al parecer nunca pudo olvidar a
Elena Osorio. La llama que lo abrasó en la juventud siguió brillando hasta los
últimos años de su vida, cuando escribió esta obra, hasta el punto de que
confesaba: «póstuma de mis musas y por
dicha de mí la más querida».
Al volver de
la expedición a la isla de Terceira, en las Azores, en torno a 1583 , Lope se
enamoró perdidamente de Elena Osorio, la hija del director de una compañía de
comedias, Jerónimo Velázquez, y cuyo marido (un tal Cristóbal de León) había
emigrado a las Indias. Los amores de Lope y Elena duraron cinco años hasta que
suplantó a Lope un rival con más posibles, Francisco Perrenot de Granvela.
Herido y humillado, Lope se vengó de la familia de Elena, a la que culpaba de
haber favorecido al nuevo amante, en unos feroces versos y libelos:
Una
dama se vende a quien la quiera.
En
almoneda está.
¿Quieren
comprarla?
Su
padre es quien la vende, que aunque calla
su madre la sirvió de pregonera.
Los primeros días
de 1588 (Lope de Vega tenía 25 años) los pasa nuestro escritor en la cárcel.
Había sido detenido el 29 de diciembre en el Corral de la Cruz durante una
representación. Y lo había sido a petición del director de teatro Jerónimo
Velázquez, quien le acusaba de ser autor de una serie de libelos en los que se
difamaba al propio Velázquez y a sus deudos.
Lope se
recuperó rápidamente de este episodio e Isabel de Urbina sustituyó a Elena,
inaugurando una larga sucesión de mujeres que habría a lo largo de su vida:
Juana de Guardo, Micaela de Luján, Marta de Nevares… Pero Elena Osorio nunca se
le fue del corazón: la que desde los romances y sonetos contemporáneos del
episodio mencionado se conocía como Filis,
no dejó de aparecer en sus versos y su prosa hasta convertirse en un motivo
obsesivo que atraviesa tanto su teatro (Belardo
el furioso), como su épica (Canto XIX de La hermosura de Angélica), sus novelas cortas (La prudente venganza) y su lírica.
No es probable
que este fuera su primer amor, pero la pasión de Lope por Elena fue intensa.
Lope no escatimó los elogios ni los poemas, que podrían constituir un verdadero
Cancionero amoroso. Elena Osorio es siempre designada bajo el nombre de Filis.
La pasión debió ser desordenada y repentina, a juzgar por las palabras de La Dorotea (donde en sustancia se cuenta
este episodio): «No sé qué estrella
propicia a los amantes reinaba entonces que apenas nos vimos y hablamos cuando
quedamos rendidos el uno al otro». Y, como mencionábamos, tanto en prosa
como en verso, de mil maneras y artificios, ha loado Lope de Vega los encantos
de Elena Osorio:
Tu gracia y gallardía,
tu vista soberana,
y los serenos ojos por quien muero
dan fuerzas al grosero
estilo de mi pluma
La Dorotea consta de cinco actos divididos en
escenas. Y su argumento es el siguiente: Dorotea, que tiene a su marido en
América, es amante de don Fernando. Teodora, madre de la protagonista, la regaña
(como sugiere la celestina Gerarda) por amar a un joven sin posibles. Entonces
Dorotea rompe con su amante, que despechado se va a Sevilla. Dorotea cae
enferma. El indiano rico Don Bela, por mediación de Gerarda, inicia con la
joven convaleciente una relación de la que todos obtienen beneficio económico.
Don Fernando, incapaz de soportar la ausencia, regresa y, sin saber que es
ella, le cuenta a su amada su historia. Ambos se reconcilian para separarse de
nuevo por celos y malentendidos. La obra termina con la muerte de don Bela y
Gerarda.
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