miércoles, 9 de marzo de 2016

Obra de Lope de Vega



(Trabajo de Ana Carmen Cánovas Martínez, María Cerón Ramírez y Eugenia Isabel Muñoz Navarro)

            Tendremos en cuenta para el desarrollo de este tema el contexto histórico y social y realizaremos la clasificación de las obras de Lope de Vega por género y temas tratados, de forma que hablaremos de su teatro, su poesía y su obra narrativa.
Contexto histórico y social
La obra de Lope de Vega se desarrolla entre 1580 hasta su muerte, en 1635. Lope vivió bajo la monarquía de Felipe II, Felipe III y Felipe IV. Fue una etapa histórica depresiva en la economía europea y en particular en la española, que iba de mal en peor. Un sinfín de guerras al principio y al final del periodo hundió la producción, diezmó la población y estancó el desarrollo. En la etapa intermedia, durante el reinado de Felipe III, se dio el llamado “pacifismo barroco”, una especie de tregua que respondía al cansancio de los contendientes.
Los metales preciosos que venían de América permitían importar casi todo lo necesario en vez de producirlo en España, lo cual limitaba las aspiraciones de los españoles a tres campos: hacerse religiosos, emigrar a América o servir en los cargos públicos (en la Iglesia, el mar o la casa real)
El Siglo de Oro se hallaba dividido por rígidas barreras sociales de origen medieval que era muy difícil traspasar: en la base se situaba el pueblo llano, que no tenía privilegios; los nobles o no pagaban impuestos y tenían privilegios sociales. Por último, el rey tenía todos los poderes y había absolutismo monárquico.

Clasificación de las obras por género y temas
            Teatro

Lope de Vega logró un tipo de obra teatral que entusiasmaba al público. Para ello recogió la herencia medieval y los intentos renovadores renacentistas, fundiéndolo todo en un nuevo modo de hacer, más acorde con los nuevos tiempos. A sus conocimientos unió también su experiencia personal, ya que vivió muy de cerca el mundo del teatro. Se relacionó con comediantes, asistió a representaciones donde estudiaba las reacciones del público y procuró escribir sus textos dramáticos ateniéndose a esos gustos. Lope orientó sus obras teatrales hacia una organización dramática que se impuso como la fórmula general de la llamada comedia española.
Lope fue el verdadero creador de la comedia nueva, que alcanzó con él categoría nacional. El comienzo de este nuevo período de poesía dramática puede colocarse entre 1587 y 1588. Al comenzar el siglo XVII Lope ya tenía escritas unas 150 comedias. La comedia nueva era ya un hecho y la fórmula de Lope se había de conservar durante siglo y medio. La existencia misma del teatro español está vinculada a la obra de este autor.
Recordemos que en el último tercio del siglo XVI comenzaron a existir en algunas ciudades españolas lugares fijos de representación, llamados comúnmente corrales. Fuera de tales casos, las representaciones estaban a cargo de gentes andariegas, muy semejantes a los antiguos juglares medievales. Los primeros teatros fueron los corrales, los patios traseros de las casas, sin cubierta ni asientos; los mejores lugares para ver la representación eran las ventanas o balcones de las casas vecinas. Luego se construyó un toldo. A las mujeres (que no se podían juntar con los espectadores masculinos) se les reservaba un lugar aparte al fondo del patio, llamado cazuela. Luego se construyeron a lo largo de las paredes galerías de madera como anfiteatro.
Se representaba casi sin decorado, lo que permitía la ilimitada libertad de acción que Lope llevó a sus últimas consecuencias. De una escena a otra podían saltarse tiempos y lugares bruscamente y sin transición. Bastaba una pausa o un romance para que el público pudiera suponer cualquier proceso cronológico.
Una gran variedad de aquellas comedias son hoy irrepresentables, porque sus numerosas escenas exigirían muchos decorados; y puede ser que el espectador de hoy no aceptara el escenario desnudo. Se prohibió la intervención de las mujeres en el teatro porque su atractivo era estimado como pecaminoso, de modo que los papeles femeninos los hacían muchachos. Al fin se autorizó a las mujeres actuar (hacia 1587), y esto fue razón muy importante para el éxito de las comedias (aunque esto llevó consigo el problema de la moralidad de las comedias).
Las prohibiciones sobre el teatro volvieron en 1596. En 1597, Felipe II cerró los teatros. Con Felipe III se levantó la prohibición (en 1599) y el teatro se convirtió en espectáculo nacional.
La función comenzaba con una introducción o loa, a veces cantada, luego seguía la comedia. Entre el primero y el segundo acto se representaba un entremés, entre el segundo y el tercero se cantaba una jácara, y al final de la sesión se daba un baile como fin de fiesta.
Podemos concluir con que al fracasar la tragedia clásica del Renacimiento, comienza con Lope de Vega un teatro de mayor tradición medieval y de nivel nacional.
Los rasgos fundamentales de este teatro son los siguientes:  
· El populismo (es un teatro para el pueblo).
· Exalta los ideales monárquico y religioso.
· Es importante el vitalismo de sus personajes.
· Aparece una concepción apasionada de la vida (vemos la importancia de los sentimientos), con más acción que reflexión.
· Su visión de la vida tiene fuentes inmediatas en el pueblo y en la tradición más auténtica de la literatura española, la del romancero y la poesía popular.
· Calidad poética en el lenguaje, que se manifiesta en el ritmo y la musicalidad del verso que lo hace natural y espontáneo.
· Pretende usar un lenguaje apropiado a la situación y al personaje, que además sea comprensible para el espectador.
· Intercala canciones y villancicos de aire popular.
· Hay dinamismo (es un teatro de acción): las escenas se suceden con rapidez sin dar un respiro ni al personaje ni al espectador, ya que procuraba no dejar el escenario vacío para que el público mantuviera el interés.

Se dice que Lope escribió más de mil quinientas comedias, aunque se conservan unas 430. Esta inmensa producción dramática se suele clasificar del siguiente modo:
-          Dramas del poder injusto: tratan del abuso de poder por parte de un noble, como Peribáñez y el Comendador de Ocaña y Fuenteovejuna. Cuando un noble ejerce injustamente el poder, el villano, impulsado por su conciencia y dignidad personal, acude al rey para que le castigue o corrobore su venganza. En estas obras Lope de Vega interpreta el sentir de las gentes de su tiempo: el sentimiento monárquico y la valoración personal de todos sin distinción de clases en cuanto a la honra. Hasta entonces el honor era tenido como patrimonio exclusivo de la nobleza y no de los villanos. Al villano en el teatro solo se le concedían papeles cómicos. Pero en los tiempos de Lope, la preocupación por la limpieza de sangre hizo ascender en estima a los villanos debido a su calidad de “cristianos viejos”, incontaminados y de pura sangre; por su baja condición social no se había podido mezclar con la rica población judía, emparentada con la clase hidalga. No hay demasiada diferencia entre el lenguaje que usan la nobleza y el pueblo. Es un lenguaje rico y elaborado.
-          Dramas de honor: alguna de estas obras son El castigo sin venganza y Los comendadores de Córdoba. En la época de Lope había una espesa red de normas sociales. Además del honor de cada persona, que era algo íntimo, tenía gran importancia el concepto de honra, que dependía de la opinión de la sociedad. El individuo debía comportarse como los demás esperaban que se comportara. Surgía entonces el conflicto dramático en el alma del personaje entre su ser individual y su ser social, que es el que vencía siempre.
-          Dramas de amor y muerte: un ejemplo es El caballero de Olmedo, que cuenta los amores de doña Inés y de don Alonso, el caballero. Al final de la obra él es asesinado por un rival amoroso.
-          Las comedias de amor: en La dama boba o El perro del hortelano el amor vence todos los obstáculos. La pareja protagonista vive en un mundo donde todo acaba bien.  Lope compagina en la comedia elementos inventados con otros tomados de la vida real. En sus obras recoge situaciones fuera de lo común y las rodea de datos concretos del entorno para hacerlas creíbles.
En el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609) expuso las características de su teoría dramática es un texto ensayístico (lo que supone una reflexión personal del autor sobre el tema que trata). Lope de Vega la leyó como discurso ante la Academia de Madrid. Se trata de una obra de encargo escrita en verso en la que realiza una confesión de sus logros y fracasos con el objetivo de realizar una defensa de su teatro ante los académicos. Estos son principalmente la mezcla de lo trágico y lo cómico, con momentos de gran tensión y momentos en que el espectador se relaja y se ríe. De las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar), se mantiene la de acción. Esta debe ser unitaria, con episodios que desemboquen en el tema central. Estas son reglas literarias, diseñadas especialmente para el teatro, pero que tienen una extensión más amplia como criterio estético y de teoría del arte. Las obras se dividen en tres actos, con planteamiento, nudo y desenlace. Apenas hay acotaciones, las informaciones llegan a través de las palabras de los personajes. La comedia debe escribirse en verso y debe reinar la variedad de metros. El lenguaje se atiene a las reglas del decoro, de modo que cada personaje se exprese como le corresponde según su estado. El final es generalmente feliz, excepto en las piezas trágicas.
El público de la época era heterogéneo, así que Lope supo crear un teatro mayoritario, esencialmente popular y nacional, con calidad poética.
Debemos recordar también que muchos dramaturgos imitaron temas, asuntos y técnicas de este autor, formando lo que se denomina la Escuela de Lope de Vega. Entre ellos destacan Guillén de Castro, Juan Ruiz de Alarcón y Tirso de Molina.

Poesía
       La forma que tenía Lope de publicar su poesía lo diferencia de otros poetas de su tiempo. Desde 1598 hasta su muerte edita sistemáticamente sus libros de versos procurándoles una cierta unidad de tono, de temas o de métrica, superando la frecuente recolección de poemas.
Otra característica que lo diferencia de sus contemporáneos (y en realidad de todos los escritores españoles hasta el romanticismo) es que utiliza su lírica para contarnos su intimidad.
Su poesía lírica es más fresca y popular que las de Góngora y Quevedo. Lope de Vega  prefiere más la naturalidad. Sin embargo, no solo escribió poesía sencilla, siguió la moda y escribió a veces poesía tan hermética como la de Góngora.
Su extensa producción poética podríamos agruparla de la siguiente manera:

Épica

1.      La Dragontea (1598) es un poema en diez cantos motivado por la muerte del corsario inglés Francis Drake.
2.      El Isidro (1599) consta de diez cantos en los que se narra la vida y milagros del patrono de Madrid.
3.      La Jerusalén conquistada (1609) es el intento más importante de Lope por escribir un poema épico. En los veinte cantos que la componen se narra (con más o menos fidelidad a la historia) la tercera Cruzada.

Poemas extensos de carácter mitológico

Aquí se incluyen dos volúmenes en los que Lope mezcla dos géneros: la novela y la fábula mitológica y que son
1.      La Filomena (1621).
2.      La Circe (1624)

Poemas cortos

1.      Rimas (Sevilla, 1604): se trata de un conjunto de 200 sonetos de tema diverso, donde predomina el amoroso y el laudatorio.
2.      En las Rimas sacras (Madrid, 1614) refleja sus crisis espirituales y vitales y su contrición ante su vida pecaminosa. Predomina el soneto y el arte menor.
3.      Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (Madrid, 1634). El volumen contiene poemas burlescos en los que Lope modernizó las modas literarias del momento.
Narrativa

Las obras de Lope de vega en este apartado son las siguientes:

Novelas pastoriles

-                           La Arcadia: hacia finales del siglo XVI, desterrado de la corte, Lope aceptó trabajar como secretario del Duque de Alba. Durante este periodo escribió esta obra en la que se relata los amores de Anfriso y Belisarda. Aunque se trata de una historia unitaria (sin narraciones paralelas), el autor intercala anécdotas, versos, digresiones eruditas, etc.
-                           Pastores de Belén: novela pastoril a lo divino publicada en 1612. La historia cuenta el nacimiento de Jesús.

El peregrino en su patria  

Se trata intento novelístico más ambicioso de Lope. Apareció en Sevilla en 1604. Aunque contiene los elementos principales de la novela bizantina (amor, aventura y religión), se añade la dimensión patriótica, en forma de una nacionalización de la novela. En este sentido, se podría hablar de una superación de la novela bizantina.

Las novelas a Marcia Leonarda

Se trata de una colección de cuatro novelas que tienen una fuerte cohesión en su origen y desarrollo, aunque no se publicaron juntas, la primera apareció en 1621 y las otras tres en 1624. El centro de todas ellas es Marta de Nevares, aquí denominada Marcia Leonarda, que fue el último amor de Lope y a la que vio morir en su propia casa en 1632. Ella comenzó a quedarse ciega y posteriormente comenzó a sufrir ataques de locura.
La originalidad de esta colección se encuentra no en los argumentos de las diferentes historias, sino en los incisos (dirigidos a su amada) en lo que el autor analiza la obra y sus peripecias.
1. En Las fortunas de Diana se nos cuentan las peripecias de dos enamorados de distinta condición social que, tras su unión, se fugan de Toledo, ciudad donde vivían.
2. El desdichado por la honra cuenta la historia de un caballero español y residente en Italia que, descendiente de Abencerrajes (nombre castellanizado con el que se conoce a un linaje nobiliario de origen norteafricano del Reino de Granada gobernado por nazaríes) se marcha a Constantinopla en busca de honra cuando en España se decreta la expulsión de los moriscos.
3. La prudente venganza es la más interesante por su argumento, ya que se trata de una historia policíaca pero al revés: conocemos al asesino y contemplamos sus crímenes, sin que nadie se percate de que realmente lo son.
4. Guzmán el Bravo es una novela de cautivos.

La Dorotea

Se publicó en Madrid en 1632, con el subtítulo de «acción en prosa», para eludir la prohibición entonces vigente de imprimir «libros de novelas, comedias ni otros de este género» y para subrayar la originalidad de la obra. 
La Dorotea está directamente inspirada en un episodio transcurrido cuarenta años antes, que dejó una huella permanente en el alma y los escritos de Lope de Vega, que al parecer nunca pudo olvidar a Elena Osorio. La llama que lo abrasó en la juventud siguió brillando hasta los últimos años de su vida, cuando escribió esta obra, hasta el punto de que confesaba: «póstuma de mis musas y por dicha de mí la más querida».
Al volver de la expedición a la isla de Terceira, en las Azores, en torno a 1583 , Lope se enamoró perdidamente de Elena Osorio, la hija del director de una compañía de comedias, Jerónimo Velázquez, y cuyo marido (un tal Cristóbal de León) había emigrado a las Indias. Los amores de Lope y Elena duraron cinco años hasta que suplantó a Lope un rival con más posibles, Francisco Perrenot de Granvela. Herido y humillado, Lope se vengó de la familia de Elena, a la que culpaba de haber favorecido al nuevo amante, en unos feroces versos y libelos:
Una dama se vende a quien la quiera.
En almoneda está.
¿Quieren comprarla?
Su padre es quien la vende, que aunque calla
su madre la sirvió de pregonera.
Los primeros días de 1588 (Lope de Vega tenía 25 años) los pasa nuestro escritor en la cárcel. Había sido detenido el 29 de diciembre en el Corral de la Cruz durante una representación. Y lo había sido a petición del director de teatro Jerónimo Velázquez, quien le acusaba de ser autor de una serie de libelos en los que se difamaba al propio Velázquez y a sus deudos.
Lope se recuperó rápidamente de este episodio e Isabel de Urbina sustituyó a Elena, inaugurando una larga sucesión de mujeres que habría a lo largo de su vida: Juana de Guardo, Micaela de Luján, Marta de Nevares… Pero Elena Osorio nunca se le fue del corazón: la que desde los romances y sonetos contemporáneos del episodio mencionado se conocía como Filis, no dejó de aparecer en sus versos y su prosa hasta convertirse en un motivo obsesivo que atraviesa tanto su teatro (Belardo el furioso), como su épica (Canto XIX de La hermosura de Angélica), sus novelas cortas (La prudente venganza) y su lírica.
No es probable que este fuera su primer amor, pero la pasión de Lope por Elena fue intensa. Lope no escatimó los elogios ni los poemas, que podrían constituir un verdadero Cancionero amoroso. Elena Osorio es siempre designada bajo el nombre de Filis. La pasión debió ser desordenada y repentina, a juzgar por las palabras de La Dorotea (donde en sustancia se cuenta este episodio): «No sé qué estrella propicia a los amantes reinaba entonces que apenas nos vimos y hablamos cuando quedamos rendidos el uno al otro». Y, como mencionábamos, tanto en prosa como en verso, de mil maneras y artificios, ha loado Lope de Vega los encantos de Elena Osorio:
Tu gracia y gallardía,
tu vista soberana,
y los serenos ojos por quien muero
dan fuerzas al grosero
estilo de mi pluma
La Dorotea consta de cinco actos divididos en escenas. Y su argumento es el siguiente: Dorotea, que tiene a su marido en América, es amante de don Fernando. Teodora, madre de la protagonista, la regaña (como sugiere la celestina Gerarda) por amar a un joven sin posibles. Entonces Dorotea rompe con su amante, que despechado se va a Sevilla. Dorotea cae enferma. El indiano rico Don Bela, por mediación de Gerarda, inicia con la joven convaleciente una relación de la que todos obtienen beneficio económico. Don Fernando, incapaz de soportar la ausencia, regresa y, sin saber que es ella, le cuenta a su amada su historia. Ambos se reconcilian para separarse de nuevo por celos y malentendidos. La obra termina con la muerte de don Bela y Gerarda.

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