martes, 17 de abril de 2012

Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez




La gran novela hispanoamericana siguió durante mucho tiempo cauces heredados del realismo del siglo XIX y su temática desarrolla esa tendencia hasta 1940. A partir de esa fecha, los grandes creadores buscarán otros temas y ensayarán nuevas técnicas, o al menos tratarán los temas tradicionales con procedimientos distintos. Destacaremos algunas novedades que se produjeron en esa época y sobre todo tras lo que llamamos “boom” de la novela hispanoamericana.
-          Aunque no se abandone lo rural (García Márquez le dará un nuevo tratamiento), hay un mayor interés por los temas propios del mundo urbano; se dará cabida a problemas humanos y no solo sociales; lo fantástico aparecerá junto a la realidad (hay que recordar la existencia de la fusión de los mismos con el llamado “realismo mágico” que aparece también en García Márquez).
-          Habrá un mayor cuidado constructivo y estilístico, eco de las innovaciones formales introducidas por los novelistas europeos y norteamericanos (Kafka, Faulkner…).
-          Se produce una renovación total de la estructura del relato: ruptura de la línea argumental, cambio de perspectiva del narrador, saltos en el tiempo, mezcla de técnicas…
-          La experimentación afectará al lenguaje mismo, con superposición de estilos y registros, con distorsiones sintácticas y léxicas.

Gabriel García Márquez es un novelista colombiano, nacido en Arataca en 1928. En 1955 publicó el relato La hojarasca, en el que aparecen los rasgos fundamentales de su narrativa: la creación entre minuciosa y fantástica de un ambiente colombiano en torno al imaginario pueblo de Macondo y una perfecta asimilación de la técnica faulkneriana del monólogo interior. La vida de ese pueblo acabó por tomar cuerpo en la novela Cien años de soledad, de 1967, llena de fantasía y humor y que supone una complicada crónica del pueblo y de la familia Buendía, condenada a vivir cien años de pasiones, revoluciones, incestos y soledades, antes de llegar a la extinción y el olvido.
Crónica de una muerte anunciada fue publicada por primera vez en 1981 y es la séptima novela del autor. Se ha dicho que se trata de su novela más realista, por estar basada en un hecho histórico que García Márquez conoció durante su infancia, pero la dialéctica entre mito y realidad ofrece caracteres peculiares y sorprendentes, ya que el mito surge siempre de esa realidad y el lenguaje utilizado eleva esa realidad hasta convertirla en leyenda.
Para García Márquez, su novela representó un acercamiento entre lo periodístico y lo narrativo, y una aproximación a la novela policíaca. La historia contada se inspira en un suceso real, ocurrido en 1951, del que el autor tomó el suceso central (el crimen), los protagonistas, el escenario y las circunstancias, alterándolo narrativamente pero sin descuidar los datos y las precisiones obligadas en toda crónica periodística.
Cuando comienza la novela, Santiago Nasar ya está muerto, pues ya se sabe que los hermanos Vicario le han matado para vengar el honor ultrajado de su hermana Ángela. El relato termina precisamente en el momento en que Santiago Nasar muere. El tiempo cíclico es utilizado en la reconstrucción prolija y exacta del narrador, que reproduce testimonios, diálogos y sucesos de los testigos, avanza y retrocede en el relato y llega a contar el destino de los supervivientes.
La novela se estructura en cinco secciones o capítulos sin título, cada uno de ellos gira sobre un eje (un personaje o un suceso):
-          En el primero, la llegada del obispo y los sueños premonitorios.
-          En el II, la boda entre Bayardo San Román y Ángela Vicario y la devolución de esta a la casa de sus padres.
-          En el III, el eje principal son los hermanos Vicario.
-          En el IV, la autopsia y la marcha de los dos hermanos del pueblo.
-          En el quinto se narra el desarrollo del crimen.
El argumento, resumido, es el siguiente:
En un pequeño pueblo, cercano a Cartagena de Indias (Colombia) en la costa Caribe, prácticamente aislado, se casan Bayardo San Román, rico y recién llegado, y Ángela Vicario. Tras celebrar su boda, los recién casados se retiran a su nueva casa, después de lo cual Bayardo descubre que su esposa no es virgen. La devuelve a la casa de sus padres donde la madre de la chica le da una paliza. Ángela culpa de lo sucedido a Santiago Nasar, joven y querido vecino del pueblo.
Los hermanos Vicario -Pedro y Pablo-, obligados por la defensa del honor familiar, anuncian a la mayoría del pueblo que matarían a Santiago Nasar. Curiosamente él no se entera, sino minutos antes de morir, de esas intenciones. Acaban matándolo en la puerta de su casa, a la vista de la gente que no hizo o no pudo hacer nada para evitarlo. Pasados 27 años, el mejor amigo de Santiago (el que resulta el narrador) reconstruye los hechos, ya que él fue testigo.
Años después, Ángela Vicario estaría escribiéndole cada día a Bayardo, primero formalmente, después con cartas de joven enamorada y, finalmente, fingiendo enfermedades. Así pues, Bayardo San Román vuelve veintitrés años después, claramente desmejorado y con toda la correspondencia sin abrir.
De ese carácter real y verídico que mencionábamos viene el nombre de crónica, que aparece en el título de la novela, y la orienta estructuralmente, ya que, desde el comienzo, lo que pretende el narrador es la recopilación de datos y testimonios, que puedan ayudar a entender el porqué del asesinato de Santiago Nasar, lo inevitable del mismo, así como los perfiles humanos y psicológicos de todos los personajes que tuvieron, por acción y omisión, algo que ver con el suceso.
Personajes
Una característica del libro es la extensa cantidad de personajes, debido a que al ser un pueblo pequeño, todos directa o indirectamente tuvieron participación en la historia.
Hay un personaje colectivo que es el pueblo, que conoce de manera anticipada la muerte de Santiago y no hace nada por evitarla.
Los personajes más destacados son los siguientes:
  • Santiago Nasar. Hombre de 21 años que abandona los estudios tras fallecer su padre para dirigir "El Divino Rostro", una hacienda que su padre le dejó en herencia. Es un personaje esbelto, pálido, soñador, alegre y que no se mete en líos. Es asesinado por los hermanos Vicario tras ser señalado por la hermana de estos como el que le quitó la virginidad. Como su padre, él también seduce a las sirvientas de la hacienda en secreto. Es muy querido por el pueblo.
  • Ángela Vicario. Mujer de Bayardo San Román, fue devuelta en su noche de bodas al no llegar virgen al matrimonio, de lo que culpa a Santiago Nasar.
  • Victoria Guzmán. Cocinera de la familia de Santiago Nasar. Antes de ser la cocinera, fue amante de Ibrahim Nasar, padre de Santiago
  • Divina Flor. Hija de Victoria Guzmán. Sabe que tarde o temprano será la amante —lo quiera o no— de Santiago Nasar.
  • Plácida Linero. La madre de Santiago Nasar. Su hijo es asesinado en la puerta principal de su propia casa, después de que ella misma la cerrara pensando que Santiago ya se encontraba en su interior.
  • Pedro Vicario. Hermano de Ángela Vicario, gemelo de Pablo Vicario. Toma la iniciativa de matarlo, aunque no estén muy convencidos.
  • Pablo Vicario. Hermano de Ángela Vicario, gemelo de Pedro Vicario.
  • Flora Miguel. Novia de Santiago Nasar desde la escuela, se iban a casar en el año en que lo mataron.
  • Bayardo San Román. Forastero rico que se casó con Ángela Vicario.
  • El narrador. Amigo de Santiago y quien reconstruye la historia.
Hay temas importantes en la novela, pero quizá uno de los que más llaman la atención es que deja sin aclarar un aspecto fundamental de la historia: cómo fue posible que el asesinato de Santiago Nasar no pudiese llegar a ser evitado dadas las circunstancias públicas en que se desarrolló. La novela pone de manifiesto la dificultad de alcanzar en ocasiones la verdad. Se presenta un choque entre la casualidad y el destino: la muerte que nadie creyó y que no pudieron detener, o la puerta que se cierra segundos antes de que Santiago Nasar pudiera entrar. La violencia no sólo en lo que se refiere en la ejecución del crimen sino también la que está presente en la vida cotidiana: el machismo, el sentimiento irreprimible de venganza obligado por un cruel código de honor. El honor es un implacable mecanismo de venganza al que hay que acudir para restaurar el orden de la moral colectiva; no admite vacilación ni demora para ser restaurado y es obligación inexcusable; además, el honor legitima y sublima cualquier conducta (por ejemplo, el cura Carmen Amador considera que los Vicario han probado su hombría, recuperando su dignidad y el honor de su familia). La religión y las creencias de los individuos se presentan como una mezcla de fetichismo, superstición, milagrería, credulidad y simplismo; se incluye aquí, también, el tema de la figura del obispo y su visita frustrada, tratado desde un punto de vista crítico, con matices paródicos e irónicos.
En cuanto a la técnica narrativa, la novela se presenta como la reconstrucción de una historia: un narrador en primera persona y testigo de algunos hechos asume, años después del suceso, la función de investigador para reconstruir la historia mediante informes, cartas, testimonios diversos y su memoria (pues él mismo estuvo en el pueblo el día de la boda). El punto de vista desde el que se narra la historia es cambiante, hay multi-perspectivismo, en tanto que la visión de los hechos se presenta no sólo desde el punto de vista del narrador, sino también de los demás personajes (protagonistas y testigos de los hechos). A veces coinciden, pero en otras ocasiones se contradicen; la historia se presenta entonces ambigua, llena de dudas, sobre todo en lo que se refiere a quién fue quien 'deshonró' a Ángela o, por ejemplo, el clima del día, que varía de ser lluvioso y nublado a ser de un soleado cegador, según los testimonios. El tiempo fluye de forma alineal, circular y caótico, consiguiéndose a través de anticipaciones, retrocesos, reiteraciones, superposiciones, elipsis, etc. El resultado es una especie de 'rompecabezas'. La novela presenta abundantes diálogos (fragmentarios y breves, y en estilo directo normalmente, con lo que se logra cortar el ritmo narrativo, introduciendo variedad en la narración y en el estilo) y fragmentos descriptivos (de objetos, personajes, escenarios, ambientes). Lo estrictamente narrativo se reduce a pasajes breves, recurrentes, que, en muchas ocasiones, están enmarcados dentro de descripciones.
El estilo oscila entre el uso de la lengua oral, en un registro coloquial o familiar, y el uso de la lengua escrita, en un registro culto-literario, con fuerte retoricismo y con matices de ironía, humor, fantasía, sensualismo, etc. Se percibe claramente la influencia del género periodístico, visible ya desde el propio título ("crónica"). Hay un gran número de personajes enmarcados en los hechos, muy característico en las obras de Gabriel García Márquez. Esto permite a la historia dotarse de múltiples perspectivas, de diversos testimonios y de juicios de valor que nutren la trama. La narración manifiesta un claro gusto por el detalle y por la puntualización de todos los pormenores. El realismo mágico se observa en el gusto por insertar lo extraordinario dentro de la normalidad de lo cotidiano. Se aprecia por ejemplo en la forma en que el olor de Santiago Nasar permaneció en los gemelos Vicario días después de muerto, y sobre todo en que los hechos se mitifican.


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