Los personajes femeninos de García Lorca suelen destacar
por su hondura y buen trazado y La casa
de Bernarda Alba es un buen ejemplo dentro de su obra. Lorca suprime los
personajes masculinos, entre ellos una figura fundamental: Pepe el Romano. Pero
la supresión física del personaje se acompaña de un dominio extendido de su
persona ausente.
El
simbolismo de los nombres:
-
Bernarda:
nombre de origen germánico que se refiere a “con fuerza y empuje de oso”.
-
Alba:
del latín “albus”, blanco, significa también pureza, limpieza y apariencia.
-
Adela:
de naturaleza noble, sincera.
-
Amelia:
sin miel, sin gracia, tímida.
-
Angustias:
mujer amargada, angustiada.
-
Martirio:
apasionada, sufre un verdadero martirio por su enfermedad y deformación física.
-
Magdalena:
nombre de un personaje bíblico, llora con facilidad.
-
Prudencia:
sabiduría y resignación de la vejez.
-
Poncia:
referencia a Poncio Pilatos, que se lava las manos en los momentos importantes.
-
Mª
Josefa: unión de los nombres de los padres de Cristo.
Tipos
de personajes
Visibles
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Invisibles
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Aludidos
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Aparecen en escena como protagonistas
(las mujeres) o como episódicos (mendiga)
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No aparecen en la escena pero influyen
en el desarrollo de la acción dramática (Pepe, la hija de Librada, segadores)
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Son anecdóticos y sin entidad
dramática: se cuenta su historia o permite la entrada y salida de personajes
(Enrique Humanes, Paca la Roseta)
|
Las
mujeres
-
Bernarda:
es la representación hiperbólica del autoritarismo y las convenciones sociales
retrógradas (el qué dirán y la honra). Es descrita antes de aparecer en escena
por el diálogo Poncia-Criada. Destacan en él el autoritarismo de Bernarda (mandona, dominanta, tirana de todos los que
la rodean) y la limpieza y orgullo de su casta (Ella la más aseada, la más decente, ella la más alta). La primera
visión que tiene el espectador de ella nos reitera ese autoritarismo: vestida
de negro impone silencio y lleva un bastón, símbolo de ese poder. Como viuda
asume el papel masculino (Hasta que salga
de esta casa con los pies por delante mandaré en lo mío y en lo vuestro). Su
lenguaje está lleno de mandatos, órdenes y prohibiciones, sin posibilidad de
diálogo ni rectificación.
-
Hijas:
Están
condenadas a convivir sin entenderse, reunidas en la casa por lazos de sangre
ineficaces: entre ellas no hay amor, solo cierta amistad entre Martirio y
Amelia. Adela se referirá a esto (Nos
enseñan a querer a las hermanas). Además, la desigualdad económica
desencadenará el conflicto. Angustias tiene 39 años, es de carácter
egoísta y no goza de buena salud. Su nivel económico la acerca a Pepe, la única
manera de salir de este infierno que
es la casa. Magdalena, de 30 años, no alcanza como personaje mucho
desarrollo. Es la que más ha sentido la muerte de su padre. Es hacendosa, la
que mejor borda y corta, pero reniega de su condición de mujer. Es la única que
dice las verdades en voz alta (Nos
pudrimos por el qué dirán). Amelia tiene 27 años. Es el personaje
más desdibujado, quizá por el lugar de hermana mediana que ocupa. Es tímida, tiene
buena relación con Martirio y se preocupa por su salud. Para ella, nacer mujer es el mayor castigo. Martirio,
con 24 años, está enferma, deforme y atormentada. Tuvo un novio, Enrique Humanes,
pero su madre lo rechazó por la desigualdad social. Por un lado tiene miedo a
los hombres, pero por otro, se siente atraída por ellos. De ella dice Poncia
que es un pozo de veneno, no en vano
provocará la desgracia. Adela tiene 20 años, es la hija rebelde y por
ello se atreve a vestir de color y a llevar un abanico de flores de colores a
pesar del luto. Quiere salir y se resigna a envejecer. Es consciente de su
atractivo físico, lo que utilizará para conseguir a Pepe. Su mayor rebeldía es
romper el bastón de su madre. La muerte es para ella una liberación.
-
Poncia:
tiene 60 años como Bernarda y una mentalidad similar. Lleva sirviéndola treinta
años, pero la odia. Está al tanto de todo lo que pasa en la casa y avisa a
Bernarda de lo que se avecina. Le gusta hablar de sexo con las hijas. Utiliza
un lenguaje desgarrado y lleno de sabiduría popular.
-
Mª
Josefa: La madre de Bernarda, tiene 80 años y sufre
demencia senil, por lo que está encerrada. Da voces continuamente y dice que
quiere casarse. En su primera aparición en escena lleva unas flores en la
cabeza, un símbolo de erotismo; en la segunda, su lenguaje es el de un niño: “Pepe el Romano es un gigante. Todas lo
queréis. Pero él os va a devorar a vosotras porque vosotras sois granos de
trigo”.
-
Pepe
el Romano: tiene 25 años. No aparece en escena. Es interesado
y ruin.
Relaciones
entre personajes
Señora-
criadas
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Resentimiento
y odio de clase
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Madres-hijas
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Autoritarismo
y rebeldía
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Hermanas
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En
general, envidia. El odio las irá poseyendo y provocará las luchas por
defender lo que se les niega a todas: el amor y el sexo.
Afecto
entre Magdalena y Adela, por un lado, y por otro entre Amelia y Martirio.
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Bernarda-vecinas
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Temor
y odio
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Caracterización
Indirecta
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A
través de los diálogos (las acotaciones son escasas y funcionales).
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Autodefinición
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El personaje habla de sí mismo (por ejemplo, Martirio se reconoce "débil y fea")
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Actuación
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Conocemos a los personajes también por su actuación y comportamiento. La inflexibilidad y rigidez de Bernarda contrasta con la actitud sumisa de sus hijas y de las criadas.
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Lenguaje
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Mediante
insultos y vulgarismos (Poncia), imperativos (Bernarda), simbolismo (Josefa)
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Movimientos
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Dinamismo
de Bernarda (con movimientos vigorosos y violentos) frente a las hijas sentadas (estáticas, en actitud de espera).
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Objetos
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Bastón,
Abanico, Retrato, Oveja
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