Los textos
humanísticos se centran en el hombre y en todas las facetas de su
actividad, pensamiento y sensibilidad. Aunque hay descripción o análisis de la
realidad, predomina la reflexión y la especulación teórica, por lo que abundan
los tecnicismos abstractos, que reflejan con exactitud las ideas y conceptos.
El ensayo es
el género humanístico más importante, caracterizado por la reflexión personal del autor sobre cualquier tema, generalmente de
actualidad. Es un texto didáctico
dirigido a un público amplio con una
intención divulgativa.
En cuanto a su lenguaje y estilo, se trata de un escrito
en prosa, de extensión variable,
caracterizado por:
1)
Rigor
intelectual en el análisis de ideas, por lo que
aparecen
·
Tecnicismos,
aunque en menor medida que en otros textos más especializados.
·
Términos abstractos en la exposición de
ideas, y más concreto y asequible en los ejemplos y anécdotas. Predomina el
estilo nominal (predominio de los sustantivos y adjetivos sobre las formas
personales del verbo).
·
Tono enunciativo en oraciones de modo
indicativo, el que presenta la realidad como algo verdadero, y frecuentemente
en presente, por su carácter neutro que se presta a la expresión de ideas de
valor permanente; también tiene un valor actualizador de las opiniones
expuestas.
·
Uso de oraciones impersonales y pasiva
refleja, cuando se quiere dar una visión impersonal.
·
Uso de oraciones causales y consecutivas
en los razonamientos.
·
Uso de oraciones condicionales cuando se
plantean hipótesis.
·
Uso riguroso de conectores que reflejan
la cohesión del discurso y la progresión del razonamiento, estableciendo
relaciones entre las ideas de carácter sumativo, restrictivo, de oposición, de insistencia,
explicativo, de anticipación, conclusivo, etc.
·
Estructuras
argumentativas, aunque la libertad de este género hace
que frecuentemente se alterne con la expositiva.
2)
Enfoque
personal, que da al texto una carga de subjetividad y de
tonos amables, para atraerse al lector y crearle la sensación de que se trata
de una experiencia compartida, por lo que aparecen:
·
Presencia de la primera persona gramatical, a veces en plural para presentar una
opinión como universal o para implicar al lector.
·
Apelaciones
al lector, que aparece como un interlocutor al que pretende
convencer.
·
Adjetivos valorativos que traducen la
subjetividad del autor.
·
Tono exhortativo, imperativo o
persuasivo, modo imperativo y sus sustitutos, y perífrasis de obligación.
·
Utilización de interrogaciones retóricas
y exclamaciones para reforzar y subrayar emotivamente algunas ideas, rompiendo
así la objetividad referencial del tono enunciativo.
3)
Afán de originalidad y el cuidado del
lenguaje y estilo, que lo convierten en un género literario de gran atractivo:
·
Riqueza
léxica y abundante utilización de recursos retóricos para conmover al lector o embellecer el estilo:
metáforas, símiles, personificaciones, hipérboles, juegos de palabras, ironía,
etc.
·
Un enfoque
práctico, ya que se extraen consecuencias que el lector puede experimentar
y aplicar a su vida diaria.
El tipo de enfoque de la realidad hace que el ensayo
pueda plantearse con tres tipos de
estilo:
-
Descriptivo-reflexivo,
el más frecuente, con predominio del estilo nominal, ya que no hay argumento
narrativo, sino exposición de ideas y una reflexión intelectual sobre hechos.
-
Narrativo,
poco habitual, cuando hay un estilo verbal, con un argumento semejante a una
narración de hechos de los que se pueden sacar unas ideas.
-
Dialogado,
cuando las conclusiones ha de sacarlas el lector de enfrentamiento dialéctico
entre varios interlocutores. Fue muy frecuente en el Renacimiento.
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