La asignatura de Literatura
Universal permite realizar diversas actividades en que se recojan y comparen
diferentes obras a lo largo de la historia.
En
esta ocasión recordamos que existen varias novelas, cuentos, dramas o poemas
donde aparecen animales que son personajes destacados. Desde las obras de
Homero (con la argucia del caballo de Troya) hasta la actualidad, vemos
desfilar animales reales (caballos, ratas, gatos, cuervos) o inventados (como
los dragones) que adquieren un papel esencial en las historias narradas.
Quisimos
hacer un recorrido por diferentes épocas, autores y lugares. Seleccionamos los
que nos resultaban más familiares y realizamos algunas composiciones en
cartulinas para mostrarlos a otros alumnos.
Comenzamos por los dragones, seres mitológicos que
aparecen en diferentes culturas de todo el mundo. Señalamos la existencia de
dos corrientes principalmente, la europea y la oriental. En el Apocalipsis de San Juan, dentro de la
tradición cristiana, aparece Satanás
como un dragón. En el Cantar de los
Nibelungos, dentro de la mitología germana, Sigfrido mata al dragón Fafnir
y se hace inmune al bañarse en su sangre.
Smaug es el dragón de El señor de los anillos de Tolkien. Y
aprovechamos para recordar la serie Dragon
Ball, cuyo nombre proviene de unas esferas mágicas que invocan a un dragón
al ser reunidas.
Tanto
en las fábulas como en los cuentos infantiles y tradicionales
encontramos múltiples ejemplos de animales. En varias ocasiones presentan
características humanas. Como ejemplos vimos Los siete cabritillos, Los tres cerditos, Caperucita roja, El patito
feo, Piel de asno, La ratita presumida, El ruiseñor, El gato con botas, etc.
A partir de esos títulos, destacamos la figura del lobo feroz, presente en muchos de ellos como antagonista.
Dentro
de la literatura medieval sobresale el Roman
de Renart, un conjunto de poemas en francés que recoge una sociedad que
imita la humana y donde el protagonista es el zorro, un animal elocuente y
astuto.
Destacamos por la cercanía que
sentimos respecto a este personaje a Rocinante,
el caballo de don Quijote, el cual nos sirvió para recordar a otro caballo
conocido de la literatura española, Babieca.
Al
comienzo de la novela de Cervantes encontramos el prólogo y varios poemas. Uno
de ellos es el que lleva por título Diálogo
entre Babieca y Rocinante:
-¿Cómo estáis,
Rocinante, tan delgado?
-Porque nunca se come, y se trabaja.
-Pues ¿qué es de la cebada y de la paja?
-No me deja mi amo ni un bocado.
-Anda, señor que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
-Asno se es de la cuna a la mortaja.
¿Queréislo ver? Miradlo enamorado.
-¿Es necedad amar? -No es gran prudencia.
-Metafísico estáis. -Es que no como.
-Quejaos del escudero. -No es bastante.
¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?
-Porque nunca se come, y se trabaja.
-Pues ¿qué es de la cebada y de la paja?
-No me deja mi amo ni un bocado.
-Anda, señor que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
-Asno se es de la cuna a la mortaja.
¿Queréislo ver? Miradlo enamorado.
-¿Es necedad amar? -No es gran prudencia.
-Metafísico estáis. -Es que no como.
-Quejaos del escudero. -No es bastante.
¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?
Después,
en el capítulo primero sabremos que don Quijote tiene un “rocín flaco”, al que
irá a ver cuando haya perdido el juicio:
“y aunque tenía más cuartos que un
real y más tachas que el caballo de Gonela, que «tantum pellis et ossa
fuit», le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid con él
se igualaban. Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría;
porque —según se decía él a sí mesmo— no era razón que caballo de caballero tan
famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido; y ansí procuraba
acomodársele, de manera que declarase quién había sido antes que fuese de
caballero andante y lo que era entonces; pues estaba muy puesto en razón que,
mudando su señor estado, mudase él también el nombre, y le cobrase famoso y de
estruendo, como convenía a la nueva orden y al nuevo ejercicio que ya
profesaba; y así, después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo
y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar
«Rocinante», nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había
sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de
todos los rocines del mundo.”
Una de las obras más conocidas
donde es un animal el protagonista es el poema narrativo de Edgar Alan Poe El cuervo. Fue publicado en 1845. Cuenta la misteriosa visita que
realiza un cuervo parlante a la casa de un amante afligido y cómo este va volviéndose
loco:
“(…) De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.
Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
"Aun con tu cresta cercenada y mocha -le dije-.
no serás un cobarde.
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!"
Y el Cuervo dijo: "Nunca más."
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
"Aun con tu cresta cercenada y mocha -le dije-.
no serás un cobarde.
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!"
Y el Cuervo dijo: "Nunca más."
Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: "Nunca más."
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: "Nunca más."
Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
"Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas."
Y entonces dijo el pájaro: "Nunca más."
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
"Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas."
Y entonces dijo el pájaro: "Nunca más."
Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
"sin duda -pensé-, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de "Nunca, nunca más."
tan idóneas palabras,
"sin duda -pensé-, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de "Nunca, nunca más."
Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir graznando: "Nunca más,"
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir graznando: "Nunca más,"
En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!
Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
"¡Miserable -dije-, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!"
Y el Cuervo dijo: "Nunca más."
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
"¡Miserable -dije-, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!"
Y el Cuervo dijo: "Nunca más."
"¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!"
Y el cuervo dijo: "Nunca más."
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!"
Y el cuervo dijo: "Nunca más."
"¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!"
Y el cuervo dijo: "Nunca más."
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!"
Y el cuervo dijo: "Nunca más."
"¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! -le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: Nunca más."
pájaro o espíritu maligno! -le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: Nunca más."
Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando (…)”
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando (…)”
También
de Edgar Alan Poe es el cuento de horror titulado El gato negro, que es considerado como uno de los más destacados en
la literatura.
Del
estadounidense Herman Melville estudiamos a Moby Dick, la gran
ballena blanca perseguida por el capitán Ahab. La novela incluye descripciones
de la caza de ballenas y la vida marinera del siglo XIX. Pero sobre todo, el
libro muestra la obsesión del capitán por Moby Dick: “fue Moby Dick quien me desarboló; fue Moby Dick quien me puso en este
muñón muerto en que ahora estoy. Sí, sí —gritó con un terrible sollozo, ruidoso
y animal, como el de un alce herido en el corazón—: ¡Sí, sí!, ¡fue esa maldita
ballena blanca la que me arrasó, la que me dejó hecho un pobre inútil amarrado
para siempre jamás! —Luego, agitando los brazos, gritó con desmedidas
imprecaciones—: ¡Sí, sí, y yo la perseguiré al otro lado del cabo de Buena
Esperanza, y del cabo de Hornos, y del Maelstrom noruego, y de las llamas de la
condenación, antes de dejarla escapar! Y para esto os habéis embarcado,
hombres, para perseguir a esa ballena blanca por los dos lados de la costa, y
por todos los lados de la tierra, hasta que eche un chorro de sangre negra y
estire la aleta.”
De 1865 es la
obra de Lewis Carroll Alicia en el país
de las maravillas, un libro lleno de alusiones satíricas a la educación
inglesa y a temas políticos de su época. En esta historia sobresalen personajes
como el conejo blanco, la oruga azul y el gato de Cheshire. El conejo blanco aparece en el capítulo
primero del libro. Al seguirlo, Alicia llega al país de las maravillas. La oruga azul es encontrada por Alicia en
el capítulo IV, cuando el animal está sobre una seta fumando. El gato sonríe todo el tiempo y puede aparecer
y desaparecer a voluntad.
En Las aventuras de Pinocho de Carlo
Collodi, el zorro y el gato son dos personajes secundarios, unos timadores que
se aprovechan de la inocencia del protagonista para obtener dinero fácil. El
animal más importante de la obra es el
Grillo Parlante. Aparece en el capítulo IV para explicarle a Pinocho que
Gepetto ha sido llevado a prisión por su culpa. Reaparece en el capítulo XIV
como una sombra y en el XVI cuando cura las heridas de Pinocho. Al final
perdonará a la marioneta y le permitirá vivir en su casa. En la versión de
dibujos animados que realizó Walt Disney se llamaba Pepito Grillo.
Entre 1901 y
1902 se publicó la tercera novela en que aparecía el personaje de Sherlock Holmes y que llevaba por título El
sabueso de los Baskerville. Conan Doyle se basó en la leyenda de un hombre
del que decían que era “monstruosamente malo”. Al morir, apareció un fantasma
en forma de perro aullando en el páramo y sobre su tumba. Esta novela servía
también para enlazar con algunas supersticiones inglesas, ya que en el folklore
de las islas británicas el perro negro
es un espectro considerado como un augurio de muerte.
Colmillo
blanco es el título de una novela de Jack London, publicada en 1906 y
cuenta el camino a la domesticación de un perro lobo salvaje. En la obra
aparecen otros animales.
De
Kipling es El libro de la selva, una
colección de historias que se basan en cuentos de animales de la selva india.
Dentro de esta obra, uno de los personajes principales es Shere Khan, un tigre de Bengala devorador de hombres. Desea matar a
Mowgli, el niño protagonista de la historia. Destacamos también a Akela, el jefe de los lobos, y a Baloo y Bagheera, el oso y la pantera que se convierten en mentores de
Mowgli.
En 1912 apareció por primera vez
el personaje de Tarzán, creado por Edgar Rice Burroughs. La novela en que se
adaptó llevaba por título Tarzán de los
monos. En el libro, además de los personajes humanos, tienen especial
relieve los gorilas y los mangani, los grandes monos. Entre ellos sobresalen Kerchak y Kala, que adopta a Tarzán
como hijo suyo.
Otro de los
animales protagonistas de la literatura española es Platero, descrito por Juan Ramón Jiménez como “pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de
algodón; que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son
duros cual dos escarabajos de cristal negro.”
No puede
faltar en una selección así La
metamorfosis de Kafka, obra de 1915. En ella Gregor Samsa amanece un día
convertido en insecto: Estaba tumbado
sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza
veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco,
sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de
resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con
el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.
El 24 de
diciembre de 1925 se publicó el primer capítulo de la historia de Winnie the Pooh, de Alan Alexander
Milne. La historia comenzó cuando la esposa del autor regaló al hijo de ambos,
Christopher Robins, un oso de peluche.
En 1944 Astrid Lindgren entregó
el manuscrito de Pippi Calzaslargas a la editorial. Es la historia de una niña
de una fuerza extraordinaria y en la que aparecen varios animales. Pippi tiene
un caballo a lunares que se llama “Pequeño Tío” y un mono tití llamado “señor
Nilsson”.
De 1945 es la novela de Orwell Rebelión
en la granja. En ella los animales, alentados por el Cerdo Mayor, se
rebelan hasta conseguir expulsar a los humanos (al señor Jones) y crear sus
propias reglas. Sobresale el personaje de Napoleón, el cerdo que acaba
erigiéndose como único líder. La novela acaba con la siguiente frase: “Doce voces gritaban enfurecidas, y eran
todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida, en la cara de los
cerdos los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del
hombre al cerdo; y nuevamente, del cerdo al hombre: pero ya era imposible
distinguir quién era uno y quién era otro”. Se considera que la novela es
una crítica al régimen de Stalin en la Unión Soviética.
Entre 1950 y 1956 publicó
C.S.Lewis Las crónicas de Narnia, una
tierra de fantasía y magia, poblada por animales parlantes y criaturas
mitológicas. Sobresale Aslan, el
león creador de Narnia: "Era un
León. Inmenso, peludo y brillante y se mantenía de pie frente al sol naciente.
Cantaba con toda su boca abierta y se hallaba a cerca de trescientos metros de
distancia." Es una autoridad mágica, un animal sabio y compasivo.
En
la novela de Tolkien El señor de los
anillos destacamos a Sombragrís, un caballo de los mearas, que eran domados
y montados exclusivamente por los reyes de Rohan. Sombragrís es un regalo del
rey Théoden a Gandalf, después de que este lo salvara de un embrujo de Saruman.
En Final del juego, de 1956, Julio Cortázar publica el cuento Axolotl, el nombre de un tipo de
salamandra que comían los aztecas. Al verlo en París, le gusta tanto que acaba
convirtiéndose en uno de ellos: Hubo un
tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del
Jardin des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad,
sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.
En
1963 apareció la novela de Pierre Boulle El planeta de los simios, primero en
francés y más tarde en inglés. Es una novela distópica, lo que significa que
muestra una sociedad indeseable en sí misma. Cuenta la historia de un
periodista que viaja por el espacio y llega al planeta Soror, donde descubren
una civilización compuesta por simios y donde los humanos viven en estado
salvaje, como animales. En la sociedad de los simios hay tres especies
importantes: gorilas (que ocupan los cargos políticos), orangutanes (doctores y
profesores) y chimpancés (científicos, inventores y artistas). Entre los
chimpancés son importantes los doctores Zira y Cornelius, y entre los
orangutanes, el doctor Zaius.
Juan Salvador Gaviota es
una fábula en forma de novela, publicada en 1970 por Richard Bach. La historia
presenta a una gaviota en su aprendizaje sobre la vida y el vuelo, tema que
trasciende para mostrar el camino de la superación personal: -¿Por qué, Juan, por qué? -preguntaba su
madre-. ¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la Bandada, Juan?
¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros?
Por la fama adquirida a través
del cine y por tratar un tema como la ingeniería genética, incluimos la novela
de Michael Crichton Parque Jurásico, publicada en 1990. En la novela se intenta
recrear la época de los dinosaurios en un parque temático localizado en la zona
de Costa Rica. Entre los dinosaurios creados para ser explotados en el parque destacarán
los velociraptores.
Finalmente, incluimos alguno de los carteles informativos que se realizaron, en los que se incluía el título, autor, argumento y animales destacados en las historias reseñadas:
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