El
Círculo lingüístico de Copenhague, fundado por Hjelmslev y Uldall (y al que
pertenecen Togeby y Fisheer-Jorgersen), publicó sus trabajos en las revistas Trabajos del Círculo Lingüístico de
Copenhague (fundada en 1944) y Acta
Lingüística (1939) además de obras independientes. Entre estas últimas
ocupa un lugar destacado el libro de Hjelmslev Prolegómenos a una teoría del lenguaje (1943). El autor se plantea
como primer problema el objeto de la verdadera Lingüística. Considera que hay
que desechar todos los elementos extralingüísticos y considerar el lenguaje
como un todo autosuficiente. Así, la palabra “Glosemática” fue creada por él a
partir de la palabra griega “glossa” (lengua) para designar la teoría
lingüística que tomaría, conforme a las enseñanzas de Saussure, la lengua como
fin en sí misma y no como medio. La Glosemática debe servir para analizar todas
las lenguas naturales y será el ejemplo más claro de los métodos deductivos en
su aplicación al análisis estructural.
Para
Hjelmslev el texto y sus partes no existen más que en virtud de las relaciones
que los ligan. Existen en la teoría tres tipos fundamentales de relaciones
entre elementos:
1.-
Relación de Interdependencia: Se establece entre dos elementos lingüísticos que
mutuamente se presuponen. El elemento A necesita para aparecer la presencia del
elemento B y viceversa. Es la relación que se establece, por ejemplo, entre la
oración y la línea de entonación.
2.-
Relación de Determinación: Se establece entre dos elementos A y B, cuando A
necesita para parecer la presencia de B, pero este último puede parecer sin que
necesariamente esté presente el primero. Por ejemplo, existe relación de
determinación en español entre las vocales y las consonantes.
3.-
Relación de Constelación: Se establece cuando dos elementos aparecen combinados
entre sí, sin que entre ellos exista la menor relación de dependencia. Las
relaciones de este tipo se dan, por ejemplo, entre las oraciones coordinadas o
entre los adjetivos que acompañan a un sustantivo.
Estas
relaciones o dependencias se denominan funciones
y los términos de cada dependencia, funtivos.
Estos pueden ser constantes (funtivos cuya presencia siempre es necesaria para
el funtivo con el que entran en relación) y variables (funtivos cuya presencia
no es condición necesaria).
También
es necesario distinguir dos tipos de funciones básicas para el desarrollo de la
teoría de Hjelmslev: relaciones en las que existe la función “y” (conjunción) y
relaciones en las que existe la función “o” (disyunción). Esta es una
distinción que corresponde a los planos del sistema (“o”) y del texto (“y”). La
función “o” (paradigmática) se denominará correlación, mientras que la función
“y” (sintagmática) se llama relación. Los miembros de una correlación son
correlatos y los de una relación, relatos.
En
el sistema de Saussure el signo tenía dos caras: significado y significante.
Hjelmslev distingue en el lenguaje dos planos, expresión y contenido, que para
él son dos funtivos en relación de interdependencia. Tanto el contenido como la
expresión tienen una forma y una sustancia. El signo lingüístico se define como
la unidad constituida por la forma de la expresión y la forma del contenido.
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