Es
imprescindible leer íntegramente esta obra para poder tratar los siguientes
puntos:
En primer
lugar, la trayectoria de Max Estrella:
la posible relación con el autor Alejandro Sawa y con el personaje de Rafael
Villasús de El árbol de la ciencia de
Baroja pueden verse a través de la carta de Valle Inclán a Rubén Darío:
Querido Darío: Vengo a verle después de
haber estado en casa de nuestro pobre Alejandro Sawa. He llorado delante del
muerto, por él, por mí y por todos los pobres poetas. Yo no puedo hacer nada,
usted tampoco, pero si nos juntamos unos cuantos algo podríamos hacer.
Alejandro deja un libro inédito. Lo mejor que ha escrito. Un diario de
esperanzas y tribulaciones. El fracaso de todos sus intentos para publicarlo y
una carta donde le retiraban la colaboración de sesenta pesetas que tenía
en El Liberal, le volvieron loco en sus últimos días. Una locura
desesperada. Quería matarse. Tuvo el final de un rey de tragedia: loco, ciego y
furioso.
Así como en
los fragmentos de la obra de Baroja, como el siguiente:
Los inquilinos de los cuartuchos le contaron
que el poeta loco, como le llamaban en la casa, había pasado tres días y tres
noches vociferando, desafiando a sus enemigos literarios, riendo a carcajadas.
Andrés entró a ver al muerto. Estaba tendido en el suelo, envuelto en
una sábana. La hija, indiferente, se mantenía acurrucada en un rincón. Unos
cuantos desarrapados, entre ellos un melenudo, rodeaban el cadáver.
― ¿Es usted el médico? ―le preguntó uno de ellos a Andrés con
impertinencia.
―Sí; soy médico.
―Pues reconozca usted el cuerpo, porque creemos que Villasús no está
muerto. Esto es un caso de catalepsia.
―No digan ustedes necedades ―dijo Andrés.
Todos aquellos desarrapados, que debían ser bohemios, amigos de
Villasús, habían hecho horrores con el cadáver: le habían quemado los dedos con
fósforos para ver sí tenía sensibilidad. Ni aun después de muerto, al pobre
diablo lo dejaban en paz.
Andrés, a pesar de que tenía el convencimiento de que no había tal
catalepsia, sacó el estetoscopio y auscultó el cadáver en la zona del corazón.
―Está muerto ―dijo.
En esto entró un viejo de melena blanca y barba también blanca,
cojeando, apoyado en un bastón. Venía borracho completamente. Se acercó al
cadáver de Villasús, y con una voz melodramática gritó:
― ¡Adiós, Rafael! ¡Tú eras un poeta! ¡Tú eras un genio! ¡Así moriré yo
también! ¡En la miseria! , porque soy un bohemio y no venderé nunca mi
conciencia. No.
En lo que se
refiere al resto de personajes,
habría que señalar su tratamiento. Destacaría el proceso de animalización de
don Latino. En las acotaciones, aparece como un hombre ya mayor acompañado por
un perro, y a través de este se pretende reflejar la personalidad de don
Latino. No es agradable, pero acompaña a Max Estrella como lo haría un perro
lazarillo:
“D. Latino interviene con ese matiz de perro
cobarde, que da su ladrido entre las piernas del amo".
Por otra
parte se produce también la aparición de personajes reales, como Maura o el
poeta Rubén Darío.
En lo que se
refiere al alcance crítico de la obra,
podríamos destacar algunas de las intervenciones en que se compara a España y a
Inglaterra o se habla de aspectos religiosos y se indica que el pueblo español ha
rebajado a unas imágenes sensibleras las grandes realidades de la vida y de la
muerte, transformándolas en "cuentos
de beatas costureras".
Pero el
aspecto más importante de Luces de
Bohemia es el esperpento como
estética. Esta obra es la primera en la que aparece la definición de lo que es
el esperpento. El protagonista, Max estrella, dice
“Los héroes clásicos reflejados en los
espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo
puede darse con una estética sistemáticamente deformada”.
“Las imágenes más bellas en un espejo
cóncavo son absurdas.”
“Mi estética actual es transformar con
matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.”
Las
situaciones de los personajes, ellos mismos, provienen de la vida real y son
sometidos a un proceso de deformación.
Recordemos
que al tratar la teoría del esperpento, debemos mencionar la entrevista que
Valle Inclán concedió al periodista Gregorio Martínez Sierra, publicada en el
diario ABC el 7 de diciembre de 1938. En ella señala que hay tres maneras de
ver el mundo, y la última es la que él toma para definir el esperpento:
“Comenzaré
por decirle a usted que creo que hay tres maneras de ver el mundo, artística o
estéticamente: de rodillas, en pie o levantado en el aire. (Esta última) es
mirar al mundo desde un plano superior y considerar a los personajes de la
trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía. Los dioses se
convierten en personajes de sainete. Ésta es una manera muy española, manera de
demiurgo, que no se cree en modo alguno hecho del mismo barro que sus muñecos.
Quevedo tiene esa manera. Cervantes también... También es la manera de Goya. Y
esta consideración es la que me movió a dar un camino en mi literatura y a
escribir los esperpentos, el género que yo bautizo con el nombre de
esperpentos.”
Por
último, se debe hacer referencia a otra obra de Valle (Tirano Banderas), en donde se produce también esa visión desde la
altura y se consigue así el distanciamiento del lector con respecto al texto.
Es
interesante realizar en el grupo el comentario del Acto XII de Luces de Bohemia.
En general,
veríamos que el esperpento resulta ser un procedimiento estético que utiliza el
humor y el distanciamiento para
deformar sistemáticamente la realidad. La función del humor reside en
desmitificar y evidenciar lo absurdo y ridículo de la existencia.
Toda la obra resulta
ser una gran caricatura de la vida literaria e intelectual española en la que
Valle está jugando con sus personajes, que arrastran una vida grotesca y
carente de sentido.
Debemos
referirnos también a los registros de
lenguaje que son utilizados en Luces
de Bohemia, así como la relación que tienen con los personajes. En la obra
aparece una amplia gama de variantes desde la jerga hasta metáforas audaces y
los registros formal y coloquial se van alternando, provocando emociones
confusas (entre lo cómico y lo trágico).
En los
diálogos aparece el habla de los bajos fondos de Madrid (filfa, naturaza, chulapón,…) y palabras de jergas como gachó o pipis (este con el significado de “bobo”). Esos registros
contrastan con los cultismos en las acotaciones o en expresiones que sirven
para caracterizar a los personajes, como el “cráneo
privilegiado”.
Por otra
parte, habría que destacar algunos recursos encaminados a plasmar el sentido
trágico de la vida española, como la parodia. Un ejemplo sería el diálogo que
en la obra mantiene los sepultureros (Escena XIV) y que está relacionado con Hamlet (Acto V):
UN SEPULTURERO: Ese sujeto era un hombre de pluma.
OTRO SEPULTURERO: ¡Pobre entierro ha tenido!
UN SEPULTURERO: Los papeles lo ponen por hombre de mérito.
OTRO SEPULTURERO: En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo.
UN SEPULTURERO: ¡No hay que poner las cosas tan negras!
OTRO SEPULTURERO: ¡Ahí tienes al Pollo del Arete!
UN SEPULTURERO: ¿Y ése qué ha sacado?
OTRO SEPULTURERO: Pasarlo como un rey siendo un malasangre. Míralo, disfrutando a la viuda de un concejal.
UN SEPULTURERO: Di un ladrón del Ayuntamiento.
OTRO SEPULTURERO: Ponlo por dicho. ¿Te parece que una mujer de posición se chifle asi por un tal sujeto?
UN SEPULTURERO: Cegueras. Es propio del sexo.
OTRO SEPULTURERO: ¡Ahí tienes el mérito que triunfa! ¡Y para todo la misma ley!
UN SEPULTURERO: ¿Tú conoces a la sujeta? ¿Es buena mujer?
OTRO SEPULTURERO: Una mujer en carnes. ¡Al andar, unas nalgas que le tiemblan! ¡Buena!
UN SEPULTURERO: ¡Releche con la suerte de ese gatera!
OTRO SEPULTURERO: ¡Pobre entierro ha tenido!
UN SEPULTURERO: Los papeles lo ponen por hombre de mérito.
OTRO SEPULTURERO: En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo.
UN SEPULTURERO: ¡No hay que poner las cosas tan negras!
OTRO SEPULTURERO: ¡Ahí tienes al Pollo del Arete!
UN SEPULTURERO: ¿Y ése qué ha sacado?
OTRO SEPULTURERO: Pasarlo como un rey siendo un malasangre. Míralo, disfrutando a la viuda de un concejal.
UN SEPULTURERO: Di un ladrón del Ayuntamiento.
OTRO SEPULTURERO: Ponlo por dicho. ¿Te parece que una mujer de posición se chifle asi por un tal sujeto?
UN SEPULTURERO: Cegueras. Es propio del sexo.
OTRO SEPULTURERO: ¡Ahí tienes el mérito que triunfa! ¡Y para todo la misma ley!
UN SEPULTURERO: ¿Tú conoces a la sujeta? ¿Es buena mujer?
OTRO SEPULTURERO: Una mujer en carnes. ¡Al andar, unas nalgas que le tiemblan! ¡Buena!
UN SEPULTURERO: ¡Releche con la suerte de ese gatera!
En otro
sentido, habrá que analizar las acotaciones
y su función dramática en Luces de
Bohemia, prestando especial atención a los valores literarios y estilo que
se encuentran en ellas.
Podemos
aprovechar para recordar que las acotaciones en general sirven para dar indicaciones
escénicas. En la obra de Valle Inclán además están llenas de recursos retóricos
o adjetivos valorativos. Algunas de esas acotaciones son imposibles de
representar en escena, a no ser que el director las “traduzca” con su propia
subjetividad:
MÁXIMO ESTRELLA se tiende en el umbral
de su puerta. Cruza la costanilla un perro golfo que corre en zigzag. En el
centro, encoge la pata y se orina. El ojo legañoso, como un poeta, levantado al
azul de la última estrella (Escena XII).
A partir del
análisis de las acotaciones en Luces de Bohemia
se puede tratar la teatralidad y
representabilidad de la obra. Esta parece haber sido escrita como teatro
leído, dejando a la imaginación del lector la recreación de los diferentes
lugares que aparecen. La diversidad tanto de dichos lugares, como de ambientes
y contextos dificulta la representación, aunque sí sería apropiada para el
cine. Quizás lo más complicado para lograr representar las escenas sea la aparición
de animales o la descripción de acciones simultáneas.
Con respecto
a la aparición de los diferentes ambientes
del Madrid de la época, podemos recordar su relación con el Madrid
galdosiano. Este concepto se refiere al
conjunto de escenarios que en la obra de Pérez Galdós representan la ciudad y
los habitantes del pueblo de Madrid, una suma de grupos humanos diversos que
conforma un entramado con una identidad propia en la Literatura española.
La
acción de Luces de Bohemia muestra un
recorrido por la ciudad en diferentes pasos:
ACCIÓN
|
LUGAR
|
Casa de Max estrella
|
Calle San Cosme
|
Cueva de Zaratustra
|
Pretil de los Consejos
|
Taberna de Pica Lagartos
|
Calle de la Montera
|
Buñolería modernista
|
Pasadizo de San Ginés
|
Ministerio de Gobernación
|
Puerta del Sol
|
Café Colón
|
Calle Colón
|
Paseo con jardines
|
Paseo de Recoletos
|
Calle del Madrid austriaco
|
Calle de Felipe IV
|
Costanilla
|
Costanilla de los Desamparados
|
En
este punto podremos proyectar imágenes de los diferentes lugares para
comprender estas relaciones y comentarlas con respecto a la obra.
Por otra
parte, habrá que señalar la aparición de diferentes
estamentos sociales que quedan reflejados en Luces de Bohemia.
Además
pueden realizarse dos actividades
comunes a otras lecturas, como serían la de escribir un final diferente de la
obra, intentando buscar el estilo adecuado en lenguaje y personajes, así como
la de elaborar un vocabulario con algunas de las palabras que aparezcan en la
obra.
Al
tratarse de una obra de teatro, se puede intentar montar alguna escena o
fragmento.
Por
otra parte, existe una adaptación cinematográfica de Luces de Bohemia, realizada en 1985, que puede proyectarse en clase.
A partir de esto, se puede realizar una comparativa entre el original y esta
versión para el cine.
Por
último recordaremos la llamada Noche de
Max Estrella, iniciativa creada en 1988 que consiste en un itinerario
vespertino y nocturno por el centro de Madrid, en el que se rinde homenaje a
Valle Inclán.
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