(Texto de Fernando Pérez Cárceles)
Se debe decir que es imposible dar una
definición de lo que es un mito por imperfecta o incompleta. Es más fácil
enfocar “lo mítico” como una vasta región de lo imaginario y tratar de “los
mitos” como resonantes relatos que configuran la mitología. Los mitos son una
herencia colectiva que se transmite desde lejanos tiempos, a veces en la
religión, en los ritos o en la literatura. Los mitos animan y dan sentido a lo
real. Hablan de los grandes temas de la existencia.
A
veces un personaje literario se convierte en un mito cuando pasa a ser
colectivo y no es necesario recordar quien lo inventó: Ulises, Don Juan,
Fausto…También hay personajes reales que se dicen que son míticos: Jesse Owens,
Elvis Presley…, otros son ídolos de masas: Messi, un grupo pop de moda, una
película…
Otras
veces mito puede significar fabuloso, irreal o falso.
Todo esto está entresacado de un
artículo de Carlos García Gual (un especialista en estos temas, traductor de
los clásicos) que se publicó en un Babelia, suplemento del diario El País.
Muchos
pueblos hablan de un diluvio que asoló la Tierra, por supuesto, la que ellos
conocían: mayas, incas, los de la isla de Pascua, etc., pero en nuestra cultura
occidental hay dos mitos análogos al de la Biblia: acadio y griego (aunque aquí
prescindo del egipcio por no haberlo estudiado).
1)
Mito acadio: Poema de Gilgamesh.
Gilgamesh fue un
rey sumerio (h.2800 a.C.) del que se dice que construyó las murallas de Uruk.
Sobre las hazañas de este rey fueron transmitiéndose oralmente y por escrito en
forma fragmentada, aunque finalmente el Poema
de Gilgamesh se completó por los acadios sobre el año 2000 a.C., aunque
parece que su última revisión fue en el siglo XV a.C. El poema nos narra en sus
capítulos finales la búsqueda de la respuesta sobre la muerte de su amigo y alter ego Enkidu y así poder revivirlo.
Enkidu había sido creado a partir de una figura de arcilla. En el capítulo XI
(el último), Utnapishtin (elevado a categoría de dios) relata cómo sobrevivió
al diluvio:
Ea, el dios sabio, mediante una estratagema
para no faltar a su juramento de guardar silencio, reveló a Utnapishtin que los
dioses habían decidido enviar a los hombres un diluvio para destruirlos. Le
aconsejó hacer un arca con una escotilla (tiene firma de hexaedro). A los
obreros les daba de comer carne y también cerveza y vino. Tardaron siete días
en construirla y entraron en ella él, su familia, los artesanos y muchos
animales (el poema no especifica cuáles ni cuántos eran). Al séptimo día cesó el aguacero; todo estaba
inundado y liso como un tejado, y tras otros siete días, el arca quedó varada
en el monte Nimush (o Nisir al nordeste de Kirkuk, Kurdistán). Después de siete días soltó una paloma, la
cual volvió; luego una golondrina y volvió; después un cuervo y no volvió.
Cuando todo se secó hizo sacrificios.
Dijo Ea a los otros dioses: “Se debe
castigar al pecador por sus pecados… pero no permitas que mueran todos los
hombres a causa de los pecados de algunos”.
2)
Mito griego
Fue introducido
en Grecia desde Palestina. Píndaro (h.518 o 522 a.C.) hace una mención en su Oda Olímpica IX, y también Aristóteles.
Los relatos escritos son ya muy posteriores: Higino (Fábula 153), Ovidio (Metamorfosis,
I) y Apolodoro (Biblioteca):
Zeus
quiso destruir a los hombres de la Edad de Bronce por su impiedad mandando para
ello un diluvio para borrarlos del mapa. Deucalión (de deucos y halieus = marinero
del nuevo vino), rey de Ptia e hijo de Prometeo, y su esposa y prima, Pirra (=
rojo vivo, nombre griego de la diosa fenicia Ishtar o Astarté), fueron avisados
por Prometeo y construyeron un arca. El arca flotó a la deriva durante nueve
días y se posó sobre el monte Parnaso, o el Atos, o el Otris o el Etna. Cuando
desembarcaron ofrecieron un sacrificio a Zeus Frixo (protector de los
fugitivos) en el templo de Temis. Hermes les aconsejó que arrojaran piedras
tras de sí. De las que arrojaba Deucalión, al contactar con la tierra salían
hombres y de las de Pirra salían mujeres.
Es
notable el parecido de dos palabras, laos
(pueblo) y laas (piedra).
Hay un mito anterior, con los pelasgos (autóctonos
de Grecia) en tiempos de Ógigo, hijo de Posidón, que inundó toda la Beocia
(región donde están Atena y Tebas).
3)Mito
bíblico
Está recogido en
el libro del Génesis, cap. 6 al cap. 8, vss. 1-17.
Algunas
preguntas que surgen:
1) ¿Por qué el castigo?
a) Gilgamesh:
Parece ser que los hombres no habían hechos los sacrificios a los dioses por el
Año Nuevo (fiesta otoñal, vendimia).
b) Grecia: Zeus
castiga la antropofagia. Se irrita cuando Licaón, rey de Arcadia le invita u
banquete en el que se le ofrece a comer a un niño. Licaón fue transformado en
lobo (licántropo = hombre lobo).
c) Biblia: No
hay una razón, solo la impiedad. Ante este rasgo de crueldad, ¿es el mismo Dios
que hizo vestidos a Adán y Eva (Génesis,
3, 21) cuando los expulsó del Edén? ¿El mismo que preserva al homicida Caín
cuando dice que “el que mate a Caín lo pagará siete veces” y le puso una señal para
impedir que le matasen (Génesis, 4,
15)?
2) ¿Por qué salvar solo a Noé? ¿Es el
nuevo Adán de una nueva Creación?
3)
Ordena que se embarquen también animales. ¿El que ha creado todo, tierra y
cielo, astros, animales y hombres, ha perdido los poderes para crear? ¿Por qué
no quiere hacerlo ahora?
4)
Algunas contradicciones en el número de animales:
a) Génesis, 6, 19-20: “Meterás
también en el arca una pareja de cada criatura viviente, macho y hembra,
para que conserve la vida contigo. De cada especie de aves, de ganados y de
reptiles de la tierra, entrará una pareja contigo para conservar la
vida”.
b) Génesis, 7, 2-3: “De cada animal puro
toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja,
macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y
hembra, para que conserven la especie”.
c) Génesis, 7, 8-9: “De los animales
puros e impuros, de las aves y de todos los reptiles de la tierra, entraron con
Noé en el arca de dos en dos, macho y hembra, como Dios había mandado a
Noé”.
Nota: Se deduce que hay varios
amanuenses. ¡Ah, la intendencia debió ser complicada!
5)
Un barco de madera de esas dimensiones (casi 150 metros de eslora) es imposible
construirlo casi con una tecnología moderna, según he visto en entrevistas a
constructores de barcos de madera. Además no resistiría la furia de un oleaje
tan tremendo.
Lo
novedoso es la aparición del arco iris.
Conclusión:
El mito del diluvio (común a muchas culturas) consta de muchas partes y una de
ellas es la memoria histórica de una gran catástrofe y sobre cuyas causas y
datación hay varias hipótesis. ¿Tal vez un tsunami como el que recientemente
causó 240.000 muertos? Yo me inclino por lo que apuntó Sir Charles Leonard
Woolley (Londres, 1880 – ib., 1960), quien realizó excavaciones en Mesopotamia
en los años veinte del pasado siglo y descubrió la ciudad de Ur de los caldeos
(la patria de Abraham); realizó catas geológicas y llegó al convencimiento de
que hacia el 3200 a.C. una gran tromba de agua hizo que se desbordaran el
Éufrates y el Tigris y anegó un área de 100.000 Km2.
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