lunes, 13 de mayo de 2013

El paso del siglo XVI al XVII. Cervantes



(Apuntes de Toñi García Bernal)

A mediados del siglo XVI, cuando nació Cervantes (1547), el Imperio español había alcanzado el punto culminante de su hegemonía política. La lengua y la cultura españolas gozaban de prestigio en toda Europa, al tiempo que el Humanismo y el Renacimiento había impregnado la literatura y las artes en general.
            La fuerza política y cultural de la primera mitad de siglo tomó una trayectoria distinta en la segunda mitad: con el reinado de Felipe II se inició un periodo menos receptivo a las influencias culturales extranjeras y comenzó una época de fuertes lazos entre el Estado y la Iglesia bajo los principios religiosos desprendidos del Concilio de Trento. Era la época de la Contrarreforma.
            Por otra parte, la situación de esplendor empezaba a enturbiarse: la administración suponía un alto coste para el Estado que, además, mantenía constantes enfrentamientos militares con otros países europeos. El desgaste político y económico iba creciendo; esta decadencia progresiva originaría, a principios del siglo XVII, una crisis social, política y económica.

            Literariamente, el interés cultural experimentó un giro en el que los temas religiosos ganaron terreno. El amor, la naturaleza idealizada y la mitología, símbolos de un mundo equilibrado y bello en el primer renacimiento, se convirtieron en pretextos para plantear la búsqueda de Dios (poesía mística y ascética), al tiempo que se potenció una tendencia realista que contrastaba con la idealización anterior (Lazarillo de Tormes).

            En este marco de crisis gestante, la literatura seguía gozando de espléndida salud, hasta el punto de que a comienzos del siglo XVII, durante el Barroco, surgirían autores de la talla de Lope de Vega, Góngora o Quevedo. En el tránsito del Renacimiento al Barroco, encontramos a Miguel de Cervantes. Su vida transcurrió en ese paso de la brillante hegemonía española a la decadencia del Imperio. Su obra fue un puente entre el idealismo de una época gloriosa y el realismo agudo de una etapa crítica y decisiva en la historia y la literatura españolas.

CERVANTES
                                                                      
Mucho se ha debatido sobre el significado real o metafórico de la "cárcel" en la que, según él mismo, Cervantes comenzó su obra.
             Más importante que este dato parece ser el empecinamiento de Cervantes en escribir. A pesar de sus tardíos comienzos literarios (recuérdese que La Galatea, su primera obra, se publica en 1585, cuando Cervantes cuenta 38 años) y sus continuos fracasos (sobre todo en el teatro: admiraba y "envidiaba" a Lope por ello), no cedió nunca:

"Viejo ya, raído, oscuro, perdida toda su reputación, perseguido por las deudas, sin más que una ruidosa habitación de casa de vecindad para trabajar, siguió aferrándose, en todos los momentos libres que podía encontrar, a una ineludible vocación por la literatura.
Debemos el Quijote, como debemos el Ulises de Joyce, a que su autor fue un hombre de una tenacidad y un optimismo extraordinarios."


Vida de Cervantes y su relación con El Quijote

             Gerald Brenan se fija especialmente en los rasgos comunes entre Cervantes y don Quijote:
"...el famoso caballero tenía muchos rasgos comunes con su creador. Nos enteramos, por ejemplo, de que don Quijote tenía, cuando se lanzó en busca de aventuras, la misma edad que Cervantes y también el mismo aspecto físico; nos enteramos de que con tanto enfrascarse en la lectura se le secó el cerebro y perdió el juicio, como se nos dice en el prefacio que le pasó al autor. Además, don Quijote era un optimista y un idealista incorregible que se lanzó a reformar el mundo por la fuerza de las armas y fue en lugar de eso vencido por el mundo. ¿No fue esto o algo parecido a esto la opinión de Cervantes acerca de su propia vida? [...] Indico, por tanto, que una de las fuentes del poder de conmovernos que tiene don Quijote es que el héroe constituye una proyección de una descartada parte del mismo Cervantes."

    Algo parecido interpreta Américo Castro a partir de las siguientes palabras de don Quijote, en las que aprecia una clara relación con la vida de Cervantes:
            "Duermes... sin que te tengan en continua vigilancia celos de tu dama, ni te desvelen pensamientos de pagar deudas que debas, ni de lo que has de hacer para comer otro día tú y tu pequeña y angustiada familia" (II, 20).

            La biografía de Cervantes -escasa en datos fiables- abunda en hechos desgraciados, hasta el punto de que Miguel Salas afirma que el 22 o 23 de abril de 1616 (la fecha tampoco está muy clara) para Cervantes "cesó el infortunio y comenzó la gloria".
             La publicación de El Quijote, según se supone de su éxito editorial inmediato, supuso un cambio beneficioso en la economía del escritor: lo cual también ha de ser entendido como un signo "relativo" de buena suerte, pues ya era prácticamente un sesentón. A pesar de todo, no llegó a vivir desahogadamente, como lo prueban los continuos cambios de domicilio de sus últimos años de vida. Al parecer, "Cervantes tampoco fue hábil al negociar sus derechos, y perdió, o dejó de ganar, buena parte de los beneficios que produjo la obra".

           
En cualquier caso, y aunque nunca se tradujo en dineros, "el soñado éxito había llegado y ya nunca se le escaparía de las manos; en todo caso la producción literaria del último decenio de su vida daría a Cervantes un dominio imperial sobre las letras españolas".

LA LITERATURA CERVANTINA

            Los temas y tópicos sobre los que se asentaba anteriormente la literatura (las costumbres del amor cortés, los modelos caballerescos de conducta, la idealización de los relatos pastoriles y amorosos…) comenzaron a resultar ingenuos frente al realismo que va extendiéndose.
Cervantes se mostró como un pionero en este proceso de renovación. Su obra se convirtió en una síntesis de todas las corrientes de su tiempo, al aglutinar los elementos tradicionales reconstruyéndolos con un enfoque casi inédito para el lector de la época, recurriendo con habilidad a la agudeza y sutileza estéticas.
Al mismo tiempo, su literatura se caracteriza por una visión crítica de la sociedad de su época, pero de una crítica indulgente, que recurre con frecuencia a la ironía. Por otra parte, es habitual la incorporación de las experiencias personales en sus obras, tanto las que son fruto de sus vivencias como las que se basan en su observación. Su estilo está marcado por la mezcla de elementos cultos y populares.

LA IMPORTANCIA DE LA NARRATIVA CERVANTINA

Aunque Cervantes cultivó todos los géneros literarios, destaca por la narrativa. En este género, se mostró como un maestro de la literatura universal abriendo nuevos caminos en el arte de narrar que marcarían el devenir de la novela moderna.
Su originalidad y calidad como narrador se debe fundamentalmente en:
-       La hábil caracterización psicológica de sus personajes.
-       El realismo y la ironía con que presenta la sociedad de su época.
-       Su amplia competencia lingüística y su destreza para manejar los diversos registros.
-       Su conocimiento de la literatura de la época, española e italiana fundamentalmente, que lleva a su obra sintetizando las corrientes más representativas del momento con originalidad.

OBRA NARRATIVA DE CERVANTES

La narrativa de Cervantes se articula en torno a cuatro títulos: La Galatea, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, las Novelas ejemplares y Los trabajos de Persiles y Sigismunda.

v  LA GALATEA (1585)

Primera novela de Cervantes, se trata de una novela pastoril. Elicio y Erastro, pastores de la ribera del Tajo, están enamorados de la hermosa Galatea. Ella no los corresponde pero acepta estos amores como un homenaje. Un día, sus padres deciden casarla con un pastor desconocido y esto le causa inquietud.


v  EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Obra maestra de Cervantes que en origen, probablemente, iba destinada a ser un relato corto de tema metaliterario de un anciano hidalgo que enloquece de tanto leer malas novelas.  Se convirtió en una novela de caballerías, complicada técnica y argumentalmente, en tono de parodia. La primera parte apareció en 1605 y la segunda, tras numerosas reediciones y traducciones, fue publicada en 1615.

             Menéndez Pidal fue el primero en mencionar las semejanzas entre El Quijote y el Entremés de los romances, una pieza teatral anónima publicada modernamente (en el siglo XIX) por el gaditano Adolfo de Castro.
            La crítica ha valorado de distinta manera esta influencia, hasta el punto de que la consideración sobre la intención cervantina en El Quijote lleva a conclusiones muy distintas según el punto de vista adoptado con respecto a este tema. El resumen del entremés es el siguiente:

 "En el mencionado entremés su protagonista, Bartolo, enloquece a fuerza de leer romances; se hace soldado, y creyéndose el Almoradí o el Tarfe de los romances moriscos pretende defender a una pastora asediada por un zagal, pero éste apalea a Bartolo con su propia lanza, dejándole tendido en el suelo; Bartolo -también como don Quijote- atribuye al caballo su caída, luego se cree Valdovinos y comienza a recitar el Romance del marqués de Matua; y cuando al fin es llevado a su aldea, salta a los romances moriscos y se imagina ser el alcalde de Baza que dialoga con el Abencerraje lamentando la conducta de Zaida."


Ø  ESTRUCTURA Y ARGUMENTO
La novela es un relato lineal estructurado en dos partes bien diferenciadas y organizadas en torno a las tres salidas del protagonista.

Primera parte (1605): las dos primeras salidas.
El contenido de los seis primeros capítulos de la novela, los que narran la primera salida de don Quijote, conocidos como “la novelita”, podría configurarse como un relato independiente con una estructura y un argumento cerrados: Alonso Quijano, enloquecido por la lectura de malas novelas, se pone el nombre de don Quijote de la Mancha y abandona su casa para convertirse en caballero andante. Sin embargo, sus aventuras fracasan pronto y regresa maltrecho a su hogar. Mientras se repone, sus amigos, el cura y el barbero, hacen una hoguera donde queman los libros que habían provocado la locura del protagonista. Se trata de novelas de éxito en la época. Uno a uno deciden cuál debe ser quemado y cuál salvado. De esta manera, esta primera salida acaba con una reflexión sobre la literatura de su época.

La narración continúa y en el capítulo VII, un mes después del regreso al hogar, don Quijote se dispone a salir de nuevo. Pide a Sancho Panza que se convierta en su escudero y emprenden juntos la segunda salida. Cervantes desarrolla entonces un recurso típico de las novelas de caballerías: inventa la figura de un historiador, Cide Hamete Benengeli, sabio cronista arábigo que ha recopilado las hazañas del famoso don Quijote, cuyos textos el narrador dice limitarse a traducir.
Entre las aventuras encontramos: el episodio de los molinos de viento, el de los rebaños, el de los cueros de vino con los que se bate en sueños, la misión que encomienda a Sancho de llevarle una carta de amor a Dulcinea… Aventuras muy variadas con un elemento común: don Quijote siempre ve el mundo a través del prisma de la literatura y tiene un empeño constante en que la vida sea tal como la ha conocido en los libros.
En esta parte aparecen abundantes digresiones y muchos personajes.

Segunda parte (1615): la tercera salida.
Esta segunda parte se caracteriza por la habilidad de Cervantes para moverse de la ficción a la realidad y viceversa. El argumento arranca de un hecho real: la primera parte del Quijote ha tenido gran éxito y el autor quiere dejar constancia de esto; además, un escritor enemigo suyo, oculto bajo el seudónimo de Avellaneda, había escrito una segunda parte en la que aprovechaba para atacar la creación literaria de Cervantes. El comienzo de la segunda parte arranca con una conversación entre don Quijote, Sancho y el bachiller Carrasco sobre lo famosos que les ha hecho la crónica de Cide Hamete Benengeli, por lo que los protagonistas se preparan para salir de nuevo y dar al historiador más motivos para escribir sobre ellos. Respecto a la obra de Avellaneda, “falsa historia sobre don Quijote y Sancho”, Cervantes responde a través de sus personajes y deja bien claro quiénes son los verdaderos don Quijote y Sancho.
En esta tercera salida, vivirán las aventuras del palacio de los Duques de Barcelona, el gobierno de Sancho en la ínsula Barataria y los enfrentamientos de don Quijote con el Caballero de los Espejos y el de la Blanca Luna (el bachiller Sansón Carrasco disfrazado).
El desenlace de la novela viene dado por el desánimo que los últimos acontecimientos provocan en don Quijote: ha sido derrotado en las playas de Barcelona por el Caballero de la Blanca Luna y se ha malogrado su sueño de convertirse en un héroe legendario. Desencantado, decide regresar a casa, donde muere rodeado de su familia y sus amigos.
El final de la novela responde a una doble interpretación. En primer lugar, el final tiene que ver con la ficción novelesca: sin ideales, don Quijote no puede vivir. En segundo lugar, la muerte del protagonista cierra la puerta a otras posibles continuaciones como la de Avellaneda.

Ø  TÉCNICA NARRATIVA

Originalidad y complejidad son los rasgos característicos de su técnica.En la novela encontramos un narrador y un cronista. El primero presenta el relato a partir del manuscrito del segundo, en el que se hallarían todas las aventuras y hechos del protagonista. Encontramos, pues, a un narrador con un punto de vista externo a la narración, que respondería al tradicional narrador omnisciente. Sin embargo, el narrador se presenta como alguien que solo dispone de los datos que le proporciona el historiador en su manuscrito, por lo que el narrador actúa como intermediario entre el cronista y el lector.
El cronista es anónimo en los primeros capítulos pero, a partir del IX, tiene identidad: Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo, del que el narrador dice que es mentiroso por naturaleza y que no le tiene simpatía al personaje, quizá por su condición de árabe.

En cuanto a la acción central, en la primera parte encontramos numerosas digresiones en forma de novela corta, por lo que la acción principal se convierte en relato marco de estas historias con cuyos personajes, don Quijote y Sancho se van encontrando y les van narrando. Así, encontramos pequeñas muestras de las diversas corrientes narrativas del Renacimiento: una novela pastoril (la de la hermosa Marcela); una novela sentimental y de tema amoroso (relato de los amores de Luscina y Cardenio y de Fernando y Dorotea; novela El curiosos impertinente, a cuya lectura asistimos una noche en la venta); y una novela morisca (relato del cautivo y Zoraida).
Además de estas historias, en la primera parte encontramos canciones y sonetos recitados por varios personajes, con los que Cervantes muestra sus posibilidades como poeta.
Finalmente, aparecen también importantes discursos del protagonista u otros personajes, a través de los cuales Cervantes vierte su opinión sobre diversos temas: el discurso de la Edad de Oro (tópico de la literatura clásica y de la renacentista), el de las armas y las letras, el de los libros de caballerías…

En la segunda parte del Quijote encontramos numerosos juegos metaliterarios; hay una constante presencia de alusiones a la literatura de su época y a obras concretas. Cervantes contempla con perspectiva crítica su Quijote de 1605 e introduce el debate sobre las interrupciones de la acción central. Además, sus protagonistas se presentan ahora como personajes famosos gracias al éxito de la novela que recoge su historia. Por otra parte, Cervantes alude al Quijote de Avellaneda, novela apócrifa que apareció en 1614 y se presentó como continuación del Quijote de 1605. Cervantes conoció el libro mientras redactaba la segunda parte y alteró los planes de sus personajes con el fin de diferenciar su argumento del de su rival.


Ø  PERSONAJES
Los personajes, antihéroes, evolucionan a lo largo del relato. La trayectoria de don Quijote pasa por tres etapas: partiendo del loco ridículo, caracterizado de forma simple y plana durante la primera salida, pasamos a conocer a un idealista empeñado en ver el mundo con el velo de los libros de caballerías (segunda salida); en la tercera salida va mostrando una posición más realista, hecho que culminará con el abandono de sus aspiraciones y que lo llevará a la muerte.
Sancho evoluciona en una trayectoria inversa: el hombre sencillo, pragmático y materialista, va contagiándose del idealismo de su señor, hasta el punto de que al final de la novela, intenta devolver a don Quijote sus ideales perdidos y animarlo a vivir.

Ø  ESTILO
Los personajes se expresan de forma realista y coherente, de acuerdo con su caracterización. Don Quijote intenta imitar el lenguaje caballeresco abundante en rasgos arcaizantes. Sancho, un hombre sencillo y rústico, presenta una expresión popular y humorística, con frecuentes refranes.
El estilo del narrador se caracteriza por la ironía, la riqueza léxica y el tono realista.


LAS NOVELAS EJEMPLARES

Serie de doce novelas escritas en diferentes momentos de la vida de Cervantes y publicadas en 1613. Supusieron una gran novedad en la época, pues, no son adaptaciones ni traducciones de relatos en otras lenguas, práctica habitual en los relatos cortos, sino creaciones originales.
Estas novelas cortas se clasifican en idealistas, realistas e intermedias. Las primeras son relatos bizantinos, con argumentos complejos, protagonistas idealizados y espacios remotos o exóticos (no siempre). Destaca Las dos doncellas, novela en la que dos muchachas enamoradas del mismo hombre han de disfrazarse de hombre y salir en  búsqueda de su enamorado, tras ser abandonadas por él, para reparar su honra.
Por otra parte, las novelas realistas se centran en costumbres y espacios coetáneos y muestran una visión crítica, incluso satírica, de la sociedad y la naturaleza humana. Destaca el Licenciado Vidriera o Rinconete y Cortadillo, relato este último que podría clasificarse dentro del género picaresco.
Finalmente, encontramos las novelas intermedias, en las que la idealización parte siempre de la realidad. Destaca el relato titulado La gitanilla.


NOVELAS EJEMPLARES



IDEALISTAS
- El amante liberal
- La española inglesa
- Las dos doncellas
- La fuerza de la sangre
- La señora Cornelia
  
REALISTAS
- El licenciado Vidriera
- El coloquio de los perros
- El casamiento engañoso
- Rinconete  y Cortadillo

INTERMEDIAS
- El celoso extremeño
- La ilustre fregona
- La gitanilla


LOS TRABAJOS DE PERSILES Y SIGISMUNDA   

Esta novela, conocida como el Persiles, fue publicada póstumamente en 1617. Se trata de un relato de aventuras enmarcado en la corriente de la novela bizantina. Su hilo central es la historia de Persiles y Sigismunda, jóvenes enamorados que huyen para evitar la boda de Sigismunda con el hermano mayor de Persiles. En su huida vivirán muchas aventuras, algunas de ellas por separado, tras perderse el uno de la otra en un naufragio (elemento habitual en las novelas bizantinas tradicionales).



OBRA DRAMÁTICA DE CERVANTES

Aunque el reconocimiento lo alcanzó con la novela, Cervantes quiso ser un dramaturgo de éxito, objetivo que no logró. Sin embargo, algunas de sus obras aportan elementos significativos en la evolución del teatro español, sobre todo en los subgéneros de la tragedia y del entremés.
En una primera etapa, anterior a la renovación teatral de Lope de Vega, Cervantes se adapta a las fórmulas del teatro clásico que imperaban en escena. Destaca la tragedia El cerco de Numancia, sobre el tema histórico del asedio a la ciudad de Numancia por el ejército romano y el heroísmo de sus habitantes; por otra parte, destaca también la comedia Los tratos de Argel, sobre el tema de los cautivos cristianos en tierras islámicas (incluye aspectos biográficos del autor).
En una segunda época, tras las innovaciones de Lope de Vega, destacan las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados, publicados en 1615. En esta época introduce la intriga y el enredo en sus comedias, aunque sigue fiel al clasicismo de la primera etapa. En los entremeses, Cervantes continúa la tradición de Lope de Rueda, a quien admiraba profundamente. Se trata de breves escenas de carácter cómico en las que variados personajes se enfrentan a situaciones pintorescas. Los personajes suelen ser tramposos, vividores, infieles esposas, maliciosos criados…El estilo se basa en un realismo costumbrista que recrea el lenguaje popular agudizado con ironía. Los temas, enfocados desde una perspectiva caricaturesca, se agrupan en tres: tema amoroso y matrimonial, tema social urbano (hay intención de criticar el deterioro ético y moral de la vida urbana) y tema rural (en ellos se critica ciertos ambientes rurales obsesionados por la condición de cristiano viejo y desdeñosos de toda actividad intelectual).


TEMA

TÍTULO

AMOROSO Y MATRIMONIAL
- El juez de los divorcios
- El rufián viudo
- La cueva de Salamanca
- El viejo celoso

SOCIAL URBANO
- El vizcaíno fingido
- La guarda cuidadosa

RURAL
- El retablo de las maravillas
- La elección de los alcaldes de Daganzo

LA OBRA POÉTICA DE CERVANTES

La producción poética de Cervantes se distribuye en las composiciones incluidas en La Galatea, el Viaje del Parnaso y poemas sueltos.
Los poemas integrados en La Galatea son los más relevantes del corpus lírica del autor, sobre todo sus sonetos. También es importante, dentro de este libro, el “Canto de Calíope” donde, mediante una composición en octavas reales, expone diversas opiniones sobre poetas de su época.
En Viaje del Parnaso es un extenso poema burlesco e irónico de contenido metaliterario. Mediante una alegoría en la que los malos poetas atacan a los buenos poetas, refugiados en el monte Parnaso, Cervantes expone reflexiones propias sobre la literatura.
En cuanto a sus poesías sueltas, estas constituyen un corpus de diversas estructuras métricas: poemas de corte italiano, como sonetos y tercetos, y poemas de tipo tradicional castellano, como romances y redondillas.

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