jueves, 23 de mayo de 2013

Evolución del teatro barroco: Calderón de la Barca




           
           Si Lope de Vega representa el inicio y la creación del teatro nacional del siglo XVII, Pedro Calderón de la Barca supone la culminación de ese teatro.
            Fue un autor casi exclusivamente teatral, con una producción considerable. No rompe con el modelo propuesto por Lope, sino que su obra supone una perfección dentro de ese modelo. En la comedia de Calderón aparece el rechazo a las unidades clásicas de acción, tiempo y espacio; hay una gran riqueza en la creación de situaciones dramáticas, variedad y pluralidad de temas (históricos, legendarios, bíblicos, mitológicos, novelescos, costumbristas…), presencia de ambientes populares y folclóricos,  y una absoluta “españolización” de los temas, aunque con anacronismos, falsedades históricas o convencionalismos. Pero Calderón es un autor plenamente barroco, lo que se manifiesta especialmente en el lenguaje, la estructuración de la obra y las reflexiones ideológicas.
            Calderón utiliza la acumulación de artificios estilísticos, con un lenguaje culterano y conceptual. Intensifica los recursos de dramaturgos anteriores, multiplicando o exagerando los rasgos, o reduciendo y concentrando los episodios y los personajes. Hay en Calderón una elaboración de la estructura de la obra más estudiada y cuidada. Aporta una comedia en la que la intención ideológica y doctrinal predomina sobre la acción y las pasiones, al mismo tiempo que los personajes se estilizan hasta adquirir caracteres simbólicos.
            La producción teatral de Calderón se puede agrupar en tres grandes apartados: dramas, comedias y autos sacramentales:

Dramas

-          Dramas de honor: A este grupo pertenecen A secreto agravio, secreta venganza y El médico de su honra. Son dramas trágicos que representan la expresión del honor conyugal. En ellas se plantea la tiranía social del honor, con esposas asesinadas por sus maridos sin que ninguna de ellas haya cometido realmente el pecado del adulterio.
-          Dramas trágicos: destaca El alcalde de Zalamea, que cuenta cómo la hija del alcalde es violada por un capitán, y el problema de honor que se plantea.
-          Dramas religiosos: en ellos se plantea el problema de la salvación eterna, el modelo del caballero cristiano, la fidelidad a la patria y a la religión.
-          Dramas de libertad y destino: el más importante es La vida es sueño. Basilio, rey de Polonia, encierra a su hijo Segismundo para evitar que se cumpla el augurio que dice que lo derrocará. Un día el rey decide comprobar esas profecías y traslada a su hijo a palacio. Segismundo se enfrenta con los que lo han tenido encerrado en la torre y Basilio decide volverlo a su encierro. El pueblo se rebela y Segismundo, ya libre, perdona a su padre.

Comedias

            Forman el grupo más numeroso de la producción dramática de Calderón. Las más importantes son las que se denominan “de capa y espada”. Son muy variadas en su trama, pero idénticas en su estructura. En ellas aparece un caballero noble y valiente, rendido a una dama. Ella es soltera, huérfana de madre y sometida a un padre, hermano o tutor. Aparecen en ellas el gracioso y una criada de la dama. El amor es la pasión que lo domina todo. Entre los personajes se crean equívocos y rivalidades. Entre estas comedias encontramos Casa con dos puertas, mala es de guardar y La dama duende.

Autos sacramentales

            Calderón escribió unos setenta autos y llevó a la plenitud a este género. Los tres grandes protagonistas de sus autos son el hombre, Dios y el diablo. La obra más importante en este grupo es El gran teatro del mundo, en la que compara el mundo con una obra de teatro cuyo autor es Dios y cuyo actor principal es el hombre.

            Es muy importante destacar en Calderón el tema del honor, ya que supone un cambio conceptual y de intencionalidad con respecto al tratamiento que de este tema había en dramaturgos anteriores. El honor se equiparaba a la vida y, aunque se puede ganar por actos propios, su permanencia depende de los demás. Es un bien personal, que pertenece a cada uno, pero a la vez es un bien comunitario. La honra perdida suele repararse con la venganza, una venganza lícita  que acaba con la muerte del agresor o de la persona causante de la deshonra.
            En las obras de Calderón aparece un honor vertical, inmanente, adquirido en virtud del nacimiento o de méritos extraordinarios, y un honor horizontal, que descansa en la opinión que los demás tienen sobre la persona, y que se logra o se pierde en relación a las propias obras. El vertical es un honor fundamentado en una sociedad estratificada. Las clases altas tienen honor por sí mismas e irradian ese honor a los estratos siguientes. El honor horizontal procede de la dignidad que posee cada uno, es más firme y acaba triunfando.
           
            Hubo una Escuela de Calderón, de dramaturgos que imitaron el estilo del autor, en la que destacan Francisco Rojas Zorrilla, con Entre bobos anda el juego, y Agustín Moreto, que escribió El lindo don Diego.

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