viernes, 21 de marzo de 2014

El amor y la muerte en El amor en los tiempos del cólera (2)



(Otra versión de los apuntes para 2º de Bachillerato)

           Gabriel García Márquez es uno de los más destacados escritores de la literatura hispanoamericana por la gran variedad de estilos que cultiva. En su obra mezcla tendencias tradicionales con las más innovadoras técnicas: narradores múltiples, monólogo interior, influencias periodísticas y cinematográficas… Su obra más destacada es Cien años de soledad. Ganador de un Premio Nobel, en sus libros abarca temas como la vida, la muerte, la pasión, el tiempo o la violencia incontrolable.
            En El amor en tiempos del cólera, obra clave de su carrera literaria, se funden los dos temas que quizá sean de los más fundamentales. Esta unión ya queda señalada en el título: el amor y el cólera (la muerte). Desde el principio de la obra ya queda expuesta esta fusión. Cuando en las primeras páginas habla de “lo inevitable”, el autor no se refiere a la muerte, como el lector intuye a primera vista. Se está refiriendo al amor. Esto será captado por el lector cuando avance en el desarrollo de la historia, pues lo único realmente inevitable va a ser el amor entre Florentino Ariza y Fermina Daza, dos de los tres personajes claves que forman un triángulo amoroso.
            Cuando el doctor Urbino se refiere a que “el olor de las almendras amargas le recordaba el destino de los amores contrariados”, también en esto se advierten los dos temas cumbre. Las almendras amargas huelen a cianuro, veneno con el que se suicida Jeremiah Saint Amour.
            Este personaje se suicida al comienzo de la obra y significa, simbólicamente, el suicidio del santo amor. Del mismo modo finaliza la historia con el suicidio de la niña América Vicuña, esta vez por amor. Ese “lo inevitable” también se va a aplicar a esta última muerte.
            El amor y la muerte están tan compenetrados que generan cadenas de acontecimientos: es gracias a la muerte del doctor Urbino que Florentino y Fermina pueden consumar su amor. Sin embargo, es este amor lo que empuja a América a suicidarse cuando Florentino la abandona.
            También se advierte esta unión cuando se comparan los síntomas del cólera con los que sufre Florentino por el deseo hacia Fermina Daza.
            Otro ejemplo para ilustrar este vínculo entre el amor y la muerte es la desgracia del asesinato de Olimpia Zuleta, amante de Florentino. La palomera tiene una relación con el protagonista en la que él le escribe un mensaje en su vientre (“esta cuca es mía”), la joven olvida borrarlo y esto la llevará a la muerte a manos de su marido cuando lo descubre.
            La muerte está presente a lo largo de toda la obra. Los elementos básicos que la encarnan son las viudas. De ellas, la más importante es Fermina, ya en su vejez, viudedad que además es condición indispensable para el amor entre los dos personajes. Otras viudas van a aparecer en la obra como amantes de Florentino, como la viuda de Nazaret, su primer amor de cama. Otra mujer viuda es Blanca, madre del doctor, que encarnará los valores clasistas y tradicionales de la sociedad.
            Otras muertes que tienen lugar en la historia son la ridícula tragedia de Juvenal Urbino o la de su padre, además de las de América y Jeremiah Saint Amour.
            También tienen cabida en la obra los muertos por cólera o los debidos a los enfrentamientos políticos entre las facciones de poder del momento.
            En cuanto al amor, es el tema clave alrededor del cual gira la muerte. Se presenta:
-         Como amor-pasión: amor extramatrimonial, relacionado con el amor cortés y el romántico, de locura. Tiene como consecuencia el sufrimiento. Es el que encarna Florentino al tener que esperar cincuenta y dos años a Fermina.
-         Como amor-tedio: es el que aparece en el largo y tenaz matrimonio entre Fermina y el doctor. Se caracteriza por el aburrimiento, la frustración y la incomprensión, sobre todo para Fermina. El doctor admira a su mujer por su altivez y sofisticación, pero no la quiere. De hecho dice “ya habrá tiempo para inventar un buen amor”. Fermina se siente presionada y accede a casarse. Sin embargo, al final de la obra vemos cómo se ha originado una relación de dependencia entre ambos cónyuges. Tal es así que Urbino no puede vestirse ni lavarse sin ella.
-         Como amor-amistad: es el que caracteriza la relación entre Florentino y Fermina una vez ancianos. Él la reconquista por medio de cartas, ahora mucho más reflexivas (acerca del tiempo, sobre todo). Ella accederá a su invitación a un viaje en barco por el río Magdalena tras un enfrentamiento con su hija que desaprueba el amor entre ancianos. Así será como tendrán su historia de amor. Además la utilizarán como un medio de postergar la próxima muerte. El viaje por el río simbolizará la detención del tiempo.
-         Como amor de tipo donjuanesco: es el que lleva a cabo Florentino con sus numerosas amantes. No siempre serán relaciones de tipo sexual, como es el caso de Leona Cassiani. La multitud de relaciones que tendrá servirá para hacer comprender al lector la complejidad de sus sentimientos. Él no se siente infiel a Fermina.
            Como conclusión podemos decir que no solo el amor triunfa sobre la muerte, sino que es la muerte la que acude al rescate del amor cuando la bandera amarilla del barco, que indica cólera a bordo, hace posible un amor eterno entre los personajes en su viaje por el río Magdalena.

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