jueves, 10 de enero de 2013

Morfología- Verbo




(Apuntes para Secundaria)

       El verbo es una clase variable de palabras que indican acción, proceso o estado concebidos como realizados por alguien. Es el núcleo del predicado de la oración. Está constituido por un tema o lexema, que aporta el significado léxico, y unas desinencias verbales, que transmiten diversas informaciones gramaticales.
Estas desinencias son morfemas flexivos que permiten establecer la concordancia con el sujeto. El de persona y número señala los partícipes en el discurso: primera persona (el hablante), segunda persona (el oyente) y tercera persona (ni hablante ni oyente), y si la forma verbal es singular o plural. El morfema de tiempo y modo indica cuándo acontece lo significado por el verbo con respecto al momento en que se habla (de forma anterior, simultánea o posterior) y la actitud que adopta el hablante en relación a la acción verbal, que puede ser vista como real (indicativo), como virtual o posible (subjuntivo) o como una orden o exhortación (imperativo).
Las formas no personales (infinitivo, gerundio y participio) no tienen persona, número ni modo.
En las formas compuestas, las desinencias se incluyen en el verbo auxiliar.

La conjugación es el conjunto de las distintas formas que puede adoptar un verbo, las cuales constituyen un sistema estructurado por las oposiciones de persona, número, tiempo, modo y aspecto. Todos los verbos en español se distribuyen entre tres modelos de conjugación, diferenciados por su vocal temática y por usar distintas desinencias en algunas de sus formas:

1ª CONJUGACIÓN
2ª CONJUGACIÓN
3ª CONJUGACIÓN
Am-a-r
Tem-e-r
Part-i-r

El sistema verbal está organizado en formas verbales simples y formas verbales compuestas.




Por otra parte, la mayor parte de las gramáticas señalan la voz o diátesis como una categoría gramatical asociada al verbo. La voz señala la relación existente entre el sujeto  y el proceso verbal. No hay un morfema flexivo específico de voz.
Si el sujeto gramatical realiza la acción, se habla de voz activa (Yo compré caramelos).
Si el sujeto es el receptor de la acción verbal, entonces se habla de voz pasiva. Esta relación de pasividad se expresa mediante dos procedimientos: la pasiva perifrástica (ser+participio del verbo flexionado, con complemento agente o sin él, como en Los árboles fueron plantados por mi abuelo) y la pasiva refleja (se+verbo en voz activa y siempre en tercera persona, como en Se plantaban árboles).

Los verbos se clasifican atendiendo a diferentes variaciones:

1.      Por las variaciones de su forma pueden ser regulares, cuando en su flexión conservan su raíz sin modificarla (amar, temer, partir) o irregulares, cuando en alguna de sus formas alteran la raíz, las desinencias o ambas (ir, ser, haber)
2.      Por la posibilidad de sus formas, los verbos pueden ser defectivos o no defectivos. Los primeros pueden ser propiamente defectivos, cuando carecen de alguna persona o forma verbal completa (abolir, soler); impersonales, cuando no admiten sujeto, solo se usan en infinitivo y en 3ª persona del singular (haber, hacer); y unipersonales, que admiten sujeto pero en 3ª persona de singular o plural (acontecer, ocurrir). Los verbos no defectivos pueden usarse en todas las formas de la conjugación (llorar, escribir, pensar)
3.      Por la presencia o ausencia de un pronombre reflejo en la conjugación, los verbos se clasifican en pronominales (exclusivamente u ocasionalmente pronominales), que se conjugan obligatoriamente con un pronombre átono sin función sintáctica, y no pronominales, que no necesitan de la presencia de ningún pronombre y si aparece, este desempeña una función sintáctica.
4.      Por su comportamiento sintáctico, los verbos pueden ser predicativos, si tienen significación propia, y no predicativos, cuando pierden significación. Los predicativos se clasifican en transitivos e intransitivos, según necesiten un complemento directo para completar su significado o no. Los no predicativos pueden ser copulativos, si han quedado reducidos a mera cópula (ser, estar, parecer) o auxiliares, que están gramaticalizados y permiten, junto a una forma no personal, crear los tiempos compuestos: haber en las formas compuestas, ser en la construcción de voz pasiva y los verbos usados en perífrasis y locuciones verbales.

Como ya hemos mencionado, las formas no personales del verbo no expresan persona, número, tiempo o modo. Todo ello se deduce del contexto. Son formas verbales que no tienen desinencias, sino sufijos. Tienen las formas siguientes:


INFINITIVO
GERUNDIO
PARTICIPIO
SIMPLE
Amar
Amando
Amado
COMPUESTO
Haber amado
Habiendo amado
--

            Los utilizamos para formar, junto con un verbo auxiliar, una forma verbal única: los tiempos compuestos, la voz pasiva perifrástica y las perífrasis verbales.
            Todas estas formas tienen doble naturaleza porque, además de verbos, comparten características morfológicas y sintácticas con otras clases de palabras: el infinitivo con el nombre, el gerundio con el adverbio y el participio con el adjetivo.
            Como categorías verbales, aceptan complementos, incluso pueden llevar sujeto explícito (Irme yo y llegar tú).
            El participio es la única forma no personal que, como verbo, es susceptible de presentar morfemas de género y número (El árbol ha sido podado/ Las plantas han sido podadas).


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