lunes, 21 de diciembre de 2015

Círculo lingüístico de Copenhague





            El Círculo lingüístico de Copenhague, fundado por Hjelmslev y Uldall (y al que pertenecen Togeby y Fisheer-Jorgersen), publicó sus trabajos en las revistas Trabajos del Círculo Lingüístico de Copenhague (fundada en 1944) y Acta Lingüística (1939) además de obras independientes. Entre estas últimas ocupa un lugar destacado el libro de Hjelmslev Prolegómenos a una teoría del lenguaje (1943). El autor se plantea como primer problema el objeto de la verdadera Lingüística. Considera que hay que desechar todos los elementos extralingüísticos y considerar el lenguaje como un todo autosuficiente. Así, la palabra “Glosemática” fue creada por él a partir de la palabra griega “glossa” (lengua) para designar la teoría lingüística que tomaría, conforme a las enseñanzas de Saussure, la lengua como fin en sí misma y no como medio. La Glosemática debe servir para analizar todas las lenguas naturales y será el ejemplo más claro de los métodos deductivos en su aplicación al análisis estructural.
            Para Hjelmslev el texto y sus partes no existen más que en virtud de las relaciones que los ligan. Existen en la teoría tres tipos fundamentales de relaciones entre elementos:
            1.- Relación de Interdependencia: Se establece entre dos elementos lingüísticos que mutuamente se presuponen. El elemento A necesita para aparecer la presencia del elemento B y viceversa. Es la relación que se establece, por ejemplo, entre la oración y la línea de entonación.
            2.- Relación de Determinación: Se establece entre dos elementos A y B, cuando A necesita para parecer la presencia de B, pero este último puede parecer sin que necesariamente esté presente el primero. Por ejemplo, existe relación de determinación en español entre las vocales y las consonantes.
            3.- Relación de Constelación: Se establece cuando dos elementos aparecen combinados entre sí, sin que entre ellos exista la menor relación de dependencia. Las relaciones de este tipo se dan, por ejemplo, entre las oraciones coordinadas o entre los adjetivos que acompañan a un sustantivo.
            Estas relaciones o dependencias se denominan funciones y los términos de cada dependencia, funtivos. Estos pueden ser constantes (funtivos cuya presencia siempre es necesaria para el funtivo con el que entran en relación) y variables (funtivos cuya presencia no es condición necesaria).
            También es necesario distinguir dos tipos de funciones básicas para el desarrollo de la teoría de Hjelmslev: relaciones en las que existe la función “y” (conjunción) y relaciones en las que existe la función “o” (disyunción). Esta es una distinción que corresponde a los planos del sistema (“o”) y del texto (“y”). La función “o” (paradigmática) se denominará correlación, mientras que la función “y” (sintagmática) se llama relación. Los miembros de una correlación son correlatos y los de una relación, relatos.

            En el sistema de Saussure el signo tenía dos caras: significado y significante. Hjelmslev distingue en el lenguaje dos planos, expresión y contenido, que para él son dos funtivos en relación de interdependencia. Tanto el contenido como la expresión tienen una forma y una sustancia. El signo lingüístico se define como la unidad constituida por la forma de la expresión y la forma del contenido.


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