domingo, 21 de octubre de 2012

Lenguaje científico y técnico





            Junto a la lengua común o estándar, existen las lenguas especiales de los oficios y profesiones, de las ciencias y de las diversas técnicas. Los lenguajes especiales mantienen en general la estructura gramatical de la lengua común y solo se diferencian por poseer terminologías propias. Los términos son vocablos dotados de un significado preciso e inequívoco para todos los que cultivan ese saber.

            La rapidez con que se producen hallazgos, descubrimientos e invenciones en todas las ciencias obliga a forjar incesantemente vocablos, aumentando la terminología científica y técnica, es decir, los tecnicismos.

            Como los avances tienen lugar en los países que van a la cabeza de la investigación, los demás se ven obligados a adoptar los términos a sus propias lenguas. Hay diferentes posibilidades:

-          Mantenimiento del tecnicismo extranjero en su forma originaria, como by-pass, doping,…
-          Adaptación fónica del tecnicismo, como pedigrí.
-          Calco, traducción o sustitución del tecnicismo, como rascacielos (calco) o corriente del golfo (traducción)

Teniendo en cuenta el carácter internacional que posee la terminología científica y técnica, el mantenimiento de su forma original facilita la comprensión entre los científicos.

            El rasgo fundamental de los tecnicismos es su monosemia, a cada término corresponde un único significado.

            En la actualidad, sigue en vigor el procedimiento de constituir los términos científicos y técnicos empleando formantes grecolatinos (penicilina, estreptomicina). También encontramos tecnicismos formados por acronimia, al reunir las iniciales de varias palabras (radar, cegesimal). También se forjan tecnicismos apelando a vocablos propios de la lengua en que se crean, a giros descriptivos o a metáforas (fluter).

            Recordemos que el lenguaje científico posee características gramaticales y semánticas que tienen que ver con un especial rigor. Hemos mencionado el carácter monosémico de los tecnicismos. Otra característica es la extremada claridad en las oraciones, de modo que la comunicación no ofrezca dificultad. Darwin, Marañón, Ramón y Cajal, Galileo o Descartes son verdaderos clásicos en la literatura.

            Al tratar cuestiones científicas y técnicas hay que proponerse como objetivos la propiedad y la corrección y, si es posible, la elegancia. En este tipo de lenguaje las repeticiones son muchas veces necesarias para lograr la claridad.

            En estos textos, hay un predominio de oraciones coordinadas y yuxtapuestas. Cuando aparece la subordinación, se trata especialmente de subordinadas adjetivas explicativas que actúan como aclaración. Se utiliza el se impersonal y de pasiva refleja. Hay un uso predominante del modo indicativo.

            El código propiamente lingüístico es auxiliado por signos y símbolos científicos.

          Por último debemos recordar que los escritos de carácter científico y técnico pertenecen normalmente a los tipos de expresión denominados exposición y argumentación.

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