domingo, 28 de octubre de 2012

Lenguaje de las disciplinas humanísticas





           En las llamadas ciencias o disciplinas humanísticas, el adjetivo humanísticas hace referencia al Humanismo, el movimiento que se desarrolla en Italia durante el siglo XIV, y se expande por Europa en los siglos XV y XVI, otorgando al hombre el valor supremo que da sentido a la historia y a la sociedad, y que se manifestó en el cultivo de la Filosofía, la Literatura y la Historia.

            El término disciplinas humanísticas designa hoy a todas las disciplinas cuyo objetivo primario es refinar la espiritualidad y afirmar y proteger la dignidad del hombre. En tal sentido figuran entre ellas el Derecho, la Estética, la Política, etc.

            Quizá sea la abundancia de términos abstractos el más extendido de los rasgos lingüísticos comunes a todas esas disciplinas.

            Muchos tecnicismos filosóficos se instauraron en la Edad Media y aún perduran, aunque su significado a veces haya experimentado variaciones: ente, esencia, ética, albedrío, conciencia, etc.

            Desde el siglo XVIII ha sido constante la formación de nombres abstractos con el sufijo –ismo para designar escuelas filosóficas y doctrinas políticas: eclecticismo, empirismo, positivismo, liberalismo, marxismo,…

            El vocabulario humanístico se renueva y aumenta muy lentamente. Su característica es la permanencia, aunque dando muchas veces significados nuevos a las voces antiguas. Cuando se introducen nuevos términos, es frecuente que se formen con otros ya existentes en el idioma. Algunas palabras del léxico general adaptadas como tecnicismos son, por ejemplo rechazo (en Psicología es el proceso inconsciente que impide recordar acontecimientos relacionados con una neurosis) o acumulación (en teoría económica marxista, es la dedicación de una parte de la plusvalía al aumento de la producción).

            En la terminología de las ciencias humanas, se denomina doctrina al conjunto de principios que se emplean en un sistema. Así, hablamos de doctrina cristiana, aristotélica… El lenguaje de que hace uso una doctrina es un lenguaje doctrinal.

            Cuando una doctrina se mantiene en un plano teórico sin preocuparse de sus aplicaciones prácticas, decimos que es una especulación. El lenguaje especulativo es un lenguaje doctrinal caracterizado por su alto grado de abstracción, como el de la Metafísica, la Estética o la Lógica.

            El lenguaje doctrinal y el especulativo poseen una gran complejidad, de forma que solo las personas iniciadas en esas doctrinas lo comprenden en su totalidad. Su ideal, no obstante, es alcanzar la claridad.

             Dentro del lenguaje de las disciplinas humanísticas, debemos referirnos a la Dialéctica y al Ensayo.

            La Dialéctica es el conjunto de procedimientos que se ponen en juego para probar algo, para refutarlo, o para persuadir de algo, tratando de lograr la adhesión del oyente o del lector.

            El procedimiento dialéctico fundamental es la argumentación, que constituye una forma de razonamiento. Toda argumentación debe partir del denominado acuerdo con el auditorio, aquellos hechos, premisas, supuestos o presunciones que ese auditorio pueda admitir, porque se corresponden con su saber, su experiencia y su ideología.

            Un buen proceso argumentativo exige seleccionar los datos más relevante y menos dudosos, su correcta interpretación exclusivamente con vistas al fin argumentativo y su expresión lingüística satisfactoria.

            Las técnicas de  argumentación son múltiples. En líneas generales, existen dos grandes procedimientos argumentativos, el de asociación y el de disociación. Los primeros aproximan elementos que parecen distintos para establecer entre ellos una solidaridad, y los de disociación separan elementos que parecían ser solidarios.

            Por otra parte, el Ensayo es uno de los grandes géneros literarios modernos. El término fue creado por el escritor francés Montaigne, como título de su obra Essais (1580). Con ese término aludía a que exponía experiencias suyas. Eran noventa y cuatro capítulos en que el autor exponía sus puntos de vista personales ante asuntos variados (amistad, libros, naturaleza,…)

            Este nuevo género de capítulos relativamente cortos, en prosa, sobre temas diversos considerados subjetivamente se difundió rápidamente por Europa.

            Hoy es uno de los géneros más cultivados. Consiste en un escrito de variable extensión (desde un artículo de periódico a un libro) donde el autor afronta un tema y lo desarrolla subjetivamente, con rigor argumentativo, pero sin los datos exhaustivos, pruebas y sistema que deben aparecer en un escrito científico. Debe tender a que sea comprendido por lectores profanos en la materia que se trate.

            Cualquier tema puede ser objeto de un ensayo. El tono puede ser serio, pero también humorístico y satírico.

            El ensayista expone y argumenta de un modo personal. Como no se dirige a lectores especializados, es frecuente el uso de recursos literarios: imágenes, comparaciones, repeticiones, disposiciones artísticas de las estructuras…

2 comentarios:

  1. bueno pero yo quiero saber cuales fueron las disciplinas humanistas y en que consistía cada una por fa la necesito

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    1. Principalmente, cuando hablamos de disciplinas humanistas nos referimos a la Historia y a la Filosofía. Pero además, todas las ramas de conocimiento que están relacionadas con esas dos materias pueden englobarse en ese término. Es el caso del Derecho,o en general las Humanidades, las disciplinas relacionadas con la cultura humana. Un saludo.

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