miércoles, 11 de noviembre de 2015

Principales direcciones del Estructuralismo


El movimiento del estructuralismo lingüístico se sitúa a comienzos del siglo XX y supone el arranque de la lingüística moderna. Su iniciador fue Saussure con su Curso de lingüística general (1916), obra publicada póstumamente por dos de sus discípulos que se basaron en apuntes de clase de los tres últimos años de Saussure en la Universidad de Ginebra.
El estructuralismo surge como una reacción frente a las investigaciones lingüísticas comparativistas de la gramática comparada, frente a las investigaciones diacrónicas de la gramática histórica y frente a las investigaciones positivistas de los neogramáticos.
El Estructuralismo propuso considerar los hechos del lenguaje como un sistema en el cual los diversos elementos ofrecen entre sí una relación de solidaridad y dependencia tal que forman una estructura. Saussure aportó la idea de que la lengua es «forma» y de que las unidades de la lengua solo pueden definirse mediante sus relaciones. El estructuralismo fundado por Saussure, que habla de «la estructura de un sistema», continuó desarrollándose en Europa y dando lugar a la aparición de diversas escuelas estructuralistas y diferentes grupos de investigadores a partir de los años 20, como La Escuela de Ginebra, El Círculo Lingüístico de Praga, y la Escuela de Copenhague.
Estos teóricos se mostraban preocupados por un tipo especial de intereses epistemológicos o metodológicos. A pesar de las diferencias que existen entre los diferentes grupos mencionados, tienen en común el fin de la investigación: analizar el sistema de la lengua, clasificar sus unidades y estudiar las relaciones que las unen. Salvo algunas excepciones, en general la metodología empleada es de tipo inductivo, con el que se pretende obtener una generalización.
Entre los investigadores que siguieron las enseñanzas de Saussure se encuentra, por ejemplo, el lingüista suizo Charles Bally (1865-1947), que además de sus trabajos sobre la subjetividad de la lengua francesa, estudió las diferencias y clases de lenguas. También fue el fundador de la Estilística moderna, campo en el cual entrevé la posibilidad de que exista una estilística general, una colectiva y otra individual (aunque él se centra en la colectiva). También en ese grupo de investigadores encontramos a otros lingüistas suizos, Sechehaye (1870-1946) y Henri Frei (1899-1980). Este último es conocido sobre todo por La gramática de los errores, donde analiza textos en francés “popular”.
Las notas más sobresalientes de ese grupo de estudiosos son: la insistencia en el carácter social del lenguaje y la preocupación por investigar los aspectos emotivos o afectivos del lenguaje.
Entre los discípulos de Saussure destaca el comparatista francés Antoine Meillet (1866-1936), cuya obra exhibe el efecto de las ideas del ginebrino sobre el método histórico-comparativo tradicional.
Otros lingüistas que se han ocupado de las teorías de Saussure y las han desarrollado han sido el alemán experto en lingüística céltica Leo Weisgerber, el germanista suizo Hans Glinz, el egiptólogo inglés Alan Gardiner o el lingüista francés Gustave Guillaume, que elaboró la teoría del psicosistema, considerada equivalente a la Psicolingüística.


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