miércoles, 28 de octubre de 2015

Ferdinand de Saussure y la Escuela de Ginebra




            Ferdinand de Saussure (1857- 1913) publicó en 1879, a los 22 años, una reconstrucción del sistema vocálico indoeuropeo siguiendo un método nuevo: Memoria sobre el sistema primitivo de las vocales indoeuropeas.
            Posteriormente, en 1881, publicó su tesis doctrinal, de corte más tradicional, sobre el empleo del genitivo absoluto en sánscrito. Además publicó algunos trabajos menores.
            Su influencia sobre generaciones lingüísticas se debió a sus conferencias de Lingüística General, que se publicaron después de su muerte, recurriendo a notas tomadas por sus discípulos. La obra fue publicada en 1916 con el título de Cours de Lingüistique Générale y fue redactada por dos de sus antiguos discípulos, Charles Bally y Albert Sechehaye. Las circunstancias de esta publicación dificultan conocer si la obra reproduce con exactitud las ideas genuinas de Saussure. En cualquier caso, esta obra es la fuente de la mayoría de los principios básicos que distinguen la Lingüística moderna de la histórica comparativa del siglo XIX y es fundamento de gran parte de las teorías estructurales europeas.
            La obra, tal como se publicó en 1916, presenta una división en cinco partes, además de una introducción bastante extensa y varios apéndices:
-         En la introducción se plantea la tarea de la Lingüística, la distinción entre lengua y lenguaje y el lugar de la lengua en los hechos humanos.
-         La primera parte se dedica a los denominados “principios generales”: naturaleza del signo lingüístico y dualidad entre lingüística estática y lingüística evolutiva.
-         La segunda parte se ocupa de la lingüística sincrónica, el problema de las unidades, el concepto de valor, el papel de las relaciones sintagmáticas y asociativas en el mecanismo de la lengua y las cuestiones referentes a la división de la Gramática.
-         La tercera parte está centrada en la Lingüística diacrónica.
-         La cuarta parte tiene como tema central la Geografía lingüística.
-         La quinta parte se refiere a la lingüística de tipo retrospectivo.
            Algunas de las principales ideas de Saussure están expresadas en conocidas dicotomías: lengua versus habla, sincronía versus diacronía, el significado versus significante del signo lingüístico, y las relaciones sintagmáticas frente a las relaciones asociativas.
I.- La dicotomía Lengua vs Habla se basa en una oposición fundamental: sistema-realización del sistema. La lengua representa el lazo social, mientras que el habla supone la ejecución, el carácter individual. Esta distinción resulta fundamental tanto para el pensamiento contenido en el Curso como para las investigaciones estructuralistas posteriores. Desde Saussure el estudio lingüístico tendrá como parte esencial la lengua, el sistema, lo que posteriormente se llamará “estructura”, mientras que el estudio del habla presentará un carácter secundario. Existe por otra parte un enorme acierto de Saussure al enfocar las relaciones Lengua-Lenguaje: “Se podría decir que no es el lenguaje hablado el natural del hombre, sino la facultad de constituir una lengua; es decir, un sistema de signos distintos que corresponden a ideas distintas”. En este punto concreto se encuentra una de las mayores diferencias entre las teorías estructuralistas y las de corte generativo. Las primeras se ocuparán casi exclusivamente de la investigación de la lengua, mientras que Chomsky y sus seguidores pondrán su atención en el estudio de la “facultad de constituir una lengua”. Al concebir la lengua como un sistema de signos y como una institución social, Saussure plantea la posibilidad de constituir una ciencia que se centre en el “estudio de la vida de los signos en el seno de la vida social”. Esta ciencia, la semiología, contendría a la lingüística y quedaría enmarcada dentro de la Psicología social.
            II.- Todo examen científico de una lengua o de una familia de lenguas puede realizarse desde dos perspectivas diferentes: la evolución a lo largo de la historia (diacronía) o el estudio de un estado de la lengua (sincronía).
            III.- Los signos lingüísticos que componen el sistema de una lengua se conciben por parte de Saussure como elementos psíquicos. Todo signo lingüístico es una unidad diferencial compuesta por dos elementos interdependientes: significante y significado. El aspecto más importante de toda la problemática del signo lingüístico se centra en el carácter arbitrario de las relaciones entre los dos elementos constitutivos, principio fundamental de todas las lenguas naturales. En su concepción del signo lingüístico Saussure se mueve dentro de una tradición que arranca de Parménides y llega a los investigadores del siglo XIX, como Whitney o Bréal. Junto a la arbitrariedad, el signo presenta el principio del “carácter lineal del significante” (los significantes no pueden aparecer de manera simultánea en la cadena) y los principios, aparentemente paradójicos, de “mutabilidad” e “inmutabilidad”.
            IV.- Los signos pueden contraer dos tipos de relaciones:
a)      relaciones que se establecen en el encadenamiento lineal de las unidades.
b)      Relaciones y conexiones que aparecen fuera del encadenamiento citado.
            El primer tipo de relaciones, denominadas por Saussure “relaciones sintagmáticas”, depende del principio del carácter lineal del significante; las relaciones del tipo “asociativo”, que integran el segundo apartado, son de estructura más compleja y están basadas en un entramado de factores lingüísticos y psicológicos, caracterizados además por no presentar un orden fijo ni un número determinado de elementos. La relación sintagmática se realiza “en presencia”, puesto que se apoya en dos o más elementos en una serie efectiva. Las relaciones asociativas, por el contrario, se producen entre términos “en ausencia”, términos que no presentan este encadenamiento efectivo y lineal.
            Como observó Bloomfield, Saussure se apoya en las palabras más que en la oración. Este desinterés por la sintaxis procede de las características especiales de los estudios indoeuropeístas y será uno de los elementos decimonónicos que heredará una parte de la lingüística estructural.

            Los conceptos de Saussure han ejercido una gran influencia en la Escuela de Ginebra (dedicada al mantenimiento de las ideas del maestro ginebrino), en los principios teóricos del Círculo de Praga y en la Glosemática danesa. Algunos estudiosos como Koerner consideran que Saussure está presente también en Sapir y en Bloomfield y que algunas de las cuestiones planteadas por el ginebrino se vuelven a encontrar en discusiones de Chomsky.

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