Antonio
Machado se trasladó desde Segovia a Madrid en 1931. A partir de ese momento
escribe en colaboración con su hermano Manuel varias obras dramáticas. Manuel
Machado era el primer firmante en libros y carteles, por lo que debía de ser el
principal responsable de la estructura dramática de las obras, pero en lo que
se refiere a los núcleos argumentales y al tono expresivo, es difícil
diferenciar el trabajo de ambos hermanos, muy afines y entrañablemente unidos
hasta que la guerra civil los separó definitivamente.
Si cabe
adscribir a Antonio algunos pasajes o ideas es, simplemente, porque tienen
versión paralela (a veces, idéntica) en sus poesías o en las prosas de Juan de
Mairena.
Esta
producción teatral aporta poco al conocimiento de la obra poética de los dos
escritores.
Mencionaremos sus
títulos y año de aparición:
- Desdichas
de la fortuna o Julianillo Valcárcel (1926) es una obra en tres actos y
en verso, que se estrenó en el teatro de la Princesa de Madrid. Recrea la
historia de Enrique Felipe de Guzmán, hijo ilegítimo del Conde-Duque de
Olivares, quien lo conoce ya cuando es un joven. Lo reclama para que vaya a la
Corte y le hace contraer matrimonio con la noble doña Juana. Pero el muchacho
no consigue adaptarse a su nuevo entorno, no consigue olvidar a su amada
Leonor. Julianillo acaba muriendo.
- Juan
de Mañara (1927) es una obra en tres actos y en verso, que se estrenó
en el teatro Reina Victoria de Madrid. Esta obra es una revisión del mito de
don Juan que recoge referencias del personaje histórico Miguel de Mañara. En la
obra hay dos personajes femeninos que se disputan el amor de Juan. Son la
perversa Elvira (que escapa de la justicia tras asesinar a su marido y se
redime finalmente) y la cándida Beatriz (quien entrega su honra a Juan y
termina asesinándolo).
- Las
adelfas (1928) es una obra en tres actos, escrita en verso y estrenada
en el teatro Eldorado de Barcelona. En la obra, la duquesa de Tormes, viuda,
irá descubriendo lo irresponsable que fue su marido con el patrimonio familiar
y tendrá que vender la finca familiar de los Adelfos.
- La
Lola se va a los puertos (1929) es una obra dividida en tres actos y
escrita en verso, que fue estrenada en el teatro Pontalba de Madrid. La
protagonista es Lola, una cantaora gaditana de flamenco, a la que desean todos
los hombres.
- La
prima Fernanda (1931) es una obra en tres actos y en verso, que se
estrenó en el teatro Reina Victoria de Madrid. La vida del matrimonio entre
Leopoldo y Matilde se verá alterado por la prima Fernanda, que se interpone
entre ellos y provoca la ruina del negocio que el hombre gestiona.
- La
duquesa de Benamejí (1932) se divide en tres actos y está escrita en
verso. Fue estrenada en Madrid, en el teatro Español. La acción se sitúa en el
siglo XIX, durante la invasión napoleónica. Lorenzo Gallardo es un bandolero de
la sierra cordobesa. Perseguido por el ejército enemigo, se refugia en el
caserón de la duquesa de Benamejí. Acaban enamorándose, pero una gitana
enamorada de Lorenzo, celosa, apuñala a muerte a la duquesa.
Todas las
obras mencionadas fueron estrenadas en el mismo año de su datación por
compañías de prestigio.
Podemos
mencionar aún otra obra, El hombre que murió en la guerra, que
parte de una idea argumental de Antonio Machado y en la que se reflejan
numerosos textos de su personaje apócrifo Juan de Mairena; sin embargo, no fue
concluida hasta 1935 y su estreno en el teatro Español en Madrid, muerto ya
Antonio, corrió a cargo de Manuel en 1941. La obra se estructura en cuatro actos
y está escrita en prosa. La acción se sitúa en 1928. El protagonista, don
Andrés de Zúñiga, viendo que no tendría descendencia con su esposa, decide
buscar al hijo ilegítimo que tuvo y al que nunca reconoció. Juan, ese hijo, ha
muerto en el campo de batalla durante la gran guerra y diez años después, el
matrimonio aún lo recuerda con nostalgia. En su casa se presenta Miguel, otro
joven que dice haber combatido con Juan en el mismo frente. Sin embargo la
realidad es más compleja de lo que parece. Miguel es en realidad Juan, que ha
suplantado la personalidad de ese otro muchacho.
La producción
dramática de los hermanos Machado ha quedado bastante olvidada, quizá por el
primer plano que la obra poética ha ocupado en ambos. Sin embargo, según la
crítica, debería situarse en un puesto de honor entre el teatro realista de
Jacinto Benavente y el teatro poético de Federico García Lorca.
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