García
Márquez publicó El amor en tiempos del
cólera en 1985. La mayor parte de la acción transcurre en una ciudad
sin nombre, pero que se modela sobre Cartagena de Indias, entre 1870 y 1930,
aproximadamente. La obra gira en torno al amor entre Florentino Ariza y Fermina
Daza. A los dieciocho años, ella rompe ese compromiso y se casa con el doctor
Juvenal Urbino. Este muere a los setenta y dos años en un accidente doméstico.
Florentino, que tiene setenta y seis años, sigue enamorado de Fermina, con la
que conseguirá consumar ese amor.
Aunque
el resumen de la novela es breve, ello no oculta la densidad temática de la obra, en la que se entretejen episodios y
reflexiones en torno a la vida, el amor, la vejez y la muerte, junto
al análisis social y político de la
reciente historia hispanoamericana, especialmente la del Caribe (guerras
civiles, contrabando, devastación de la naturaleza, etc.), en contraposición
con los modos de vida europeos, representados en la novela por el doctor
Urbino. Entre estos temas destaca la creación
literaria dentro de la propia novela, a cargo de Florentino Ariza, quien
escribe epístolas, poemas y reflexiones sobre el amor.
Todos
los temas que hemos mencionado se desarrollan en la novela a través de una
serie de núcleos argumentales:
-
el relato del largo matrimonio de Fermina Daza y el
doctor Juvenal Urbino.
-
El proceso de soledad, amor obstinado y lujuria de
Florentino Ariza, que acecha a Fermina durante más de cincuenta años.
-
La reconstrucción de los hábitos íntimos y sociales del
Caribe entre (aproximadamente) 1870 y 1930.
-
Los pormenores de una sexualidad generalmente sofocante
y triste.
-
Los diversos y restringidos espacios de las mujeres.
-
Las transformaciones de una zona, que son al mismo
tiempo reales y legendarios.
Estructuralmente, la novela se divide
en seis capítulos de sinuosa
organización narrativa en la que se pueden destacar dos planos temporales:
1)
Plano temporal del presente, que se corresponde con la
vejez de los protagonistas (capítulos I y VI).
2)
Plano temporal retrospectivo, que recupera el pasado de
los personajes y la evolución geográfica de los lugares que habitan, esos más
de cincuenta años entre el comienzo y el final de la novela (capítulos II, III,
IV y V).
Esta
organización produce altibajos en la materia narrativa. Se produce una
acumulación de episodios e historias que complementan a la principal, y en ella
unos episodios destacan sobre otros. Los capítulos centrales (III y IV)
entretienen al lector, pero no se concentran en el desarrollo de la historia,
que se desmenuza en anécdotas y episodios laterales que parecen alargar el
relato para sugerir el paso de ese medio siglo. A partir del capítulo V la
novela regresa al rumbo de los dos primeros. El capítulo VI nos devuelve al
momento evocado por el curso narrativo del primero. La historia de amor culmina
en uno de los momentos álgidos y magníficos de la obra de García Márquez.
Para
muchos críticos el capítulo más destacable es el VI, hasta el punto de que todo
lo anterior se puede entender como una preparación del último. Otros señalan la
especial importancia de los capítulos primero y último, que son los que aportan
el equilibrio verdadero en la novela.
La
estructura interna se corresponde
con el desarrollo del contenido por capítulos:
-
Capítulo I: la novela comienza con la muerte de
Jeremiah Saint-Amour y después se centra en el doctor Juvenal Urbino, en
particular en su vida matrimonial, sus inquietudes sociales y las
contribuciones a su ciudad. Se describe también la propia ciudad, su fisonomía
de barrios pobres y ricos y su animación colectiva. El capítulo se cierra con
la muerte del propio Juvenal Urbino, a cuyo entierro asiste Florentino Ariza
para reencontrarse con la ya viuda Fermina Daza.
-
Capítulo II: se centra en Florentino Ariza, en su
entorno familiar (hijo natural del naviero don Pío Quinto y de Tránsito Ariza,
costurera y prestamista) hasta el enamoramiento de Fermina Daza, su
correspondencia amorosa, las amenazas del padre de Fermina y el alejamiento de
esta durante más de un año. Solo el desencanto de Fermina a su regreso y al ver
de nuevo el rostro de Florentino pone fin a la relación. A partir de ese
momento Fermina evitará todo encuentro con él.
-
Capítulo III: aparecen sucesivamente los tres
personajes principales. Se nos narra la juventud del doctor Urbino (su
preparación académica en París, su familia, sus inquietudes sociales), la
visita médica a Fermina, la petición de mano. Florentino viaja y aprende a
sustituir el recuerdo de Fermina por el erotismo con otras mujeres. Se
presentan también los inicios eróticos en solitario de Fermina hasta su
matrimonio y viaje de novios con Juvenal. El capítulo se cierra con el regreso
de París.
-
Capítulo IV: ofrece los sucesivos amores de Florentino
Ariza y después se centra en Juvenal y Fermina, con esa perfecta acomodación a
la relación conyugal.
-
Capítulo V: aparece la crisis matrimonial a causa de la
infidelidad del doctor Juvenal Urbino y la marcha de Fermina. Hay un minucioso
análisis de la pasión y el dolor por el engaño, la humillación sentida por
Fermina y su padecimiento. Por otra parte, continúa el largo historial amoroso
de Florentino. El envejecimiento de los tres protagonistas ocupa una parte
importante de este capítulo, que se cierra con la muerte de Juvenal y el
reencuentro de Florentino y Fermina.
-
Capítulo VI: se inicia con la condición de viuda de
Fermina y sigue con las aproximaciones calculadas de Florentino, que escribe
más de cien cartas y realiza varias visitas. La consumación del amor de los dos
personajes se produce a bordo del buque Nueva Fidelidad en el río Magdalena.
Con
respecto al narrador, en la novela
es omnisciente. La historia está narrada en tercera persona. El narrador es
capaz de dominar este mundo narrativo y adentrarse en la intimidad de los
personajes, incluso en los episodios de alcoba, en los sueños o en los secretos
de confesión.
Lo
que eleva la novela es sin duda el estilo,
el manejo y uso magistral del lenguaje. En El
amor en los tiempos del cólera el personaje central es el idioma.
Gracias a la perfección de los sonidos y a la sucesión de frases inmejorables,
los hechos adquieren un mayor relieve.
Por
otra parte, la realidad y la ficción se mezclan en las coordenadas espacio-temporales de la novela. La libertad creativa
está al servicio de la acción narrativa, junto a la fidelidad histórica a una
época y un tiempo precisos.
García
Márquez explicó que la ciudad era una ciudad imaginaria, que tenía elementos de
tres ciudades del Caribe colombiano (Cartagena de Indias, Santa Marta y
Barranquilla) que están muy cercanas unas de otras. El Caribe colombiano se
parece al venezolano y al resto de las zonas caribeñas y más que la
reconstrucción histórica de una ciudad concreta, al autor le interesaban las
costumbres de la época de esa región.
Pero
la mayoría de los rasgos corresponden a Cartagena de Indias: calles estrechas,
plazas con árboles, la catedral, la iglesia de San Pedro Claver, la bahía de las
Ánimas, el muelle de los Pegasos, la playa del Arsenal, el barrio Getsemaní, el
Palacio de la Inquisición, el mercado público, el Portal de los Escribanos o el
barrio residencial de la Manga.
El
espacio inicial se ve ampliado por los lugares por los que viajan los
personajes: Sierra Nevada, Manaure, Fonseca, Riohacha, el cabo de la Vela, el
río Magdalena, el puerto Nare, la Dorada, etc.
La
novela se desarrolla como hemos dicho en el marco temporal de las últimas
décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Hay algunas referencias en el
libro que sirven para fijar esas fechas. Por ejemplo, el personaje Rafael
Núñez, padrino de boda de Juvenal y Fermina, fue presidente de la República
entre 1880 y 1882, la referencia de los años que Florentino espera para poder
amar a Fermina suponen otro detalle temporal importante, la navegación por el
río Magdalena con hidroaviones nos sitúa hacia 1919 y la muerte de obreros en
la plantación de San Juan de la Ciénaga sucedió en 1928.
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