miércoles, 7 de septiembre de 2016

El Soneto




            El soneto clásico o común consta de catorce versos endecasílabos dispuestos en el orden sucesivo de dos cuartetos y dos tercetos, con rima independiente.
            Se usa exclusivamente la rima consonante, sin que ningún verso quede sin correspondencia. Los cuartetos tienen dos rimas en común, que en el tipo normal se abrazan (ABBA ABBA).
            El orden de las rimas en los tercetos es más libre, y las combinaciones más habituales son:
a)      Con dos rimas: CDC DCD, CDC CDC y CDD DCC.
b)      Con tres rimas: CDE CDE, CDE DCE, CDE DEC y CDE EDC.
            Los tipos principales son CDC DCD y CDE CDE.

            Las alteraciones con respecto al tipo clásico o común pueden ser:
            1º) Clase de verso
            2º) La disposición de las rimas en los cuartetos
            3º) Número de versos

            De entre los sonetos “de ingenio” artificiosos podemos citar dos:
1)      Soneto acróstico, en el que las letras iniciales de cada verso componen una palabra, divisa o el nombre de la persona destinataria de la poesía.

Ira del cielo, amor, fueron tus tiros:
Sobre el que adora un imposible objeto:
Arde y su fuego, que ocultó el respeto,
Bramando exhala en rápidos suspiros.
En vano ablandan bronces y porfiros
Lágrimas de dolor. ¡Cruel Aleto!
Dura suerte! No muda un solo afeto,
En tanto el hombre cambia en raudos giros.
Bárbaro amor, concede una esperanza,
O que á olvidar me mueva su desprecio:
Rompe, sino, los lazos de la vida:
Baste ya lo sufrido á tu venganza
Oh! no escuches, amor, ni ruego necio:
No: ingrata sea: nunca aborrecida.

(La Corte del Buen Retiro, Patricio de la Escosura, siglo XIX)

2)      Soneto con eco, en el que la palabra de rima repite la que precede inmediatamente o como eco que contesta o que repite solo partes de esa palabra.
SONETO DIFÍCIL 
Es el amor, según abrasa, brasa;
es nieve a veces puro hielo, hielo;
es a quien yo pedir consuelo suelo,
y saco poco de su escasa casa.
Es un ardor que a quien traspasa, pasa;
y como a veces yo paselo, selo;
es un pleito do no hay apelo, pelo;
es del demonio que le amasa, masa.
Tirano a quien el Cielo inspira ira;
un ardor que si no se mata, mata;
gozo, primero que cumplido, ido;
flechero que al que se retira, tira;
cadena fuerte que aun de plata, ata;
y mal que a muchos ha tejido nido.

(F. de Quevedo)

            Como formas especiales del soneto podemos recordar:
1)      El sonetillo, que es el soneto de versos cortos, en especial octosílabos
Frutales
cargados.
Dorados
trigales...
Cristales
ahumados.
Quemados
jarales...
Umbría
sequía,
solano...
Paleta
completa:
verano.
(Verano, Manuel Machado)

2)      El soneto alejandrino, compuesto por versos de catorce sílabas, divididos en dos hemistiquios

Caupolicán
Es algo formidable que vio la vieja raza:
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
"¡El Toqui, el Toqui!", clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La Aurora dijo: "Basta",
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.

(Rubén Darío)

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