jueves, 30 de abril de 2015

El teatro (visión esquemática)






            El teatro se puede representar esquemáticamente de acuerdo con la imagen que encabeza esta entrada.
            Entre cada uno de los elementos que conforman esa realidad encontraríamos además una serie de “mediadores”, como las letras entre el autor y la obra, la lectura que realiza el lector de dicha obra, diversos elementos (como actores, luces, objetos, etc.) que ese lector convertido en director conformaría en la representación y el espectáculo que media entre representación y espectador.
            La representación es la emisión de un espectáculo que encierra mensajes o información que llega a un receptor.
            Una obra teatral tiene dos textos:
-         Principal, que es el que dicen los personajes
-         Secundario, compuesto por las acotaciones.

            La didascalia son las indicaciones del autor para que sigamos la acción de la intriga. Estas indicaciones están en cualquiera de los dos textos anteriormente mencionados.
            Toda escena teatral es resultado de selección, elección y síntesis. Es una relación sintagmática.
            El sintagma teatral es una sucesión de acontecimientos que se dan en una obra teatral.
            Para cada uno de los elementos de la comunicación teatral existe una determinada función del lenguaje (la mayoría de las veces hay un equilibrio, se entrecruzan):
-         La función expresiva se ejerce sobre el emisor, quien expresa sus sentimientos y emociones.
-         La función conativa incide sobre el receptor. Aparecen vocativos o imperativos, por ejemplo.
-         La función referencial está dirigida a la situación, al referente.
-         La función poética se refiere al mensaje.
-         La función metalingüística se ejerce sobre los códigos.
-         La función fática está referida al contacto (por ejemplo, se da cuando un personaje habla por teléfono con otro)
            Si hablamos de la estructura superficial de una obra, debemos conocer los conceptos de secuencia, microsecuencia y secuencia media. Existe un cambio de secuencia cuando hay un profundo cambio de acción (acción, espacio y personajes). La microsecuencia es la unidad en la que se producen pequeños cambios en la acción, aunque no cambie ni el espacio ni los personajes. La secuencia media es una unidad intermedia.
            Si nos referimos a la estructura profunda de una obra teatral, debemos señalar cuatro niveles, correspondientes a diferentes elementos:
-         El primer nivel es el de los personajes. Cada uno de ellos es portador de un lenguaje de signos.
-         En el segundo nivel seguimos el transcurso de la evolución de los personajes en el transcurso de la acción.
-         El tercer nivel es el nivel de roles o papeles, características que agrupan a varios personajes o que caracterizan a uno de ellos.
-         El cuarto nivel son elementos en los que participan los personajes. Es un actante, una fuerza del drama (temas) o un eje actancial (sujeto, objeto, destinador, destinatario, ayudantes, oponentes).
            El conflicto dramático, por otra parte, es la esencia del drama.
            Pottier señalaba que toda situación dramática nace de un conflicto entre dos fuegos principales de esfuerzo.
            Para Tesnière por su parte, los actantes son los seres o cosas que participan en el proceso. Hay tres tipos de actantes: sujeto, objeto, beneficiario.
            Propp definía la acción de un personaje desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga y señalaba 31 funciones posibles por medio de personajes, que podían finalmente resumirse o reagruparse en siete: princesa, mandatario, héroe, falso héroe, agresor, donante y auxiliar.
            Para Greimás existen tres parejas de actantes. Si se da una acción existe alguien que la hace (sujeto), existe alguien o algo que la padece (objeto), existen gentes o cosas que la favorecen (ayudante), existen gentes o cosas que se oponen (oponente), existe un propulsor u origen de la acción (destinador), y existe algo o alguien para quien se realiza (destinatario).
            A veces de un único actante participan varios personajes:
            - Un actante puede ser una abstracción o un personaje colectivo o una reunión de varios personajes.
            - Un personaje puede asumir funciones actanciales diferentes.
            - Un actante puede estar escénicamente ausente.
           
Existen diferentes lenguajes teatrales: palabra, gesto, movimiento, maquillaje, vestuario, accesorios, iluminación, música, ruidos y decorado.
La palabra obedece a leyes acústicas. La realización de la palabra tiene tres características: el tono (variedad de énfasis), la entonación (curva melódica) y el acento. Además, la palabra tiene cuatro funciones: representación, expresión (tiene una determinada función), comunicación y persuasión. Y, por otra parte, hay varias modalidades de la palabra (diálogo y monólogo).
El gesto es lo que escapa a la palabra. Hay diferentes categorías: prolongación (aparece como consecuencia de la palabra), reemplazamiento (cuando la sustituye) y acompañamiento (cuando la acompaña). Recordemos que hay teatro que se basa en la sustitución de la palabra por el gesto (mimo, pantomima o mímica facial).
El movimiento es la forma de expresión corporal, que comporta un doble aspecto (estático/dinámico). Las relaciones del movimiento con el gesto y con el decorado son muy estrechas.
El maquillaje se puede considerar como el conjunto de manipulaciones sobre el rostro del actor, teniendo en cuenta la iluminación.
El vestuario puede cumplir diferentes misiones, como la de localización espacial o temporal.
Podemos recordar al hablar del vestuario el estudio de Roland Barthes sobre “las enfermedades del vestuario teatral”:
-         Hipertrofia de la función histórica, con la búsqueda del verismo.
-         La estética por la estética.
-         Suntuosidad y exageración.
Los accesorios suponen un lenguaje entre el decorado y el vestuario. Se pueden convertir además en el decorado de la obra.
            La iluminación por su parte crea lenguaje de decorado. Lo realza.
Tanto la música como los ruidos pueden servir de acompañamiento o ser protagonistas.
En cuanto al decorado, hay que destacar el decorado verbal de los siglos de oro y el decorado fijo simultáneo de la Edad Media.

Semiótica del teatro

            Podemos distinguir entre efectos habituales y no habituales.
            La comunicación teatral por otra parte habría que definirla como el lugar donde se produzca la realidad de dos campos más o menos diferenciados, y la convergencia de la producción sígnica, artística y de la comunicación  de esa producción.
            Desde el punto de vista de la semiótica, la representación es el conjunto de lenguajes, de signos, emitidos intencionalmente para un receptor cuya misión es descodificarlos.
            Se tienen en cuenta dos historicidades: las propias del espectador y las propias de la obra.
            En otro sentido podemos hablar de comunicación real o falsa y también de comunicación interna y externa. La comunicación real es extraficcional (escenario/sala) y la comunicación falsa es intraficcional. Con respecto a la comunicación interna y externa:
-         Relación actor/espectador: no hay verdadera comunicación.
-         Relación personaje/espectador.
-         Relación personaje/personaje: comunicación ensayada.
-         Relación intérprete/intérprete (personaje/personaje).
-         Relación espectador/espectador.
            El método de análisis semiótico centra su atención en tres objetivos:
-         Organización interna de los sistemas significantes que componen el texto.
-         Organización formal del texto o del espectáculo.
-         Dinámica del proceso de significación que instaura un sentido en la acción de los practicantes del escenario.
            Recordemos que la semiología trata acerca de la relación entre significado y significante. En la semiótica se añade otro elemento (el referente o realidad que denota el signo, y que en este caso es el lugar de representación).
            La visión del significante, que quiere entrar también en el significado de los signos, abarca tres nociones: la de la vivencia teatral, la de la recepción y la práctica significante del espectador.
            Esto implica que podríamos ver conceptos relacionables con unidades globales:
-         El proyecto dramatúrgico, que se establece entre las coincidencias de significado y significante.
-         Orientación performativa deíctica (hay intención en el hablar).
-         Gestus brechtiano (hay actitud de los personajes), aquel que rige toda relación social.
            Parker establece unos principios de orden teórico que llevan consigo algunos puntos o principios de índole práctica. Así los teóricos:
-         Ironía final: es la diferencia entre orden inicial (roto) y orden final (restaurado). Este falso orden final es la postura irónica del autor,
-         Principio de justicia poética: las obras tienen que acabar bien. Este principio está matizado por el de la ironía final.
-         Estructura histórica/Orden estético teatral.
            Llevan a los de índole práctica:
-         La comedia se considera en la globalidad del espectáculo teatral.
-         Se hace en un escenario determinado con elementos determinados.
-         Las indicaciones textuales (didascalias) tienen una codificación especial.

Dramaturgia

            Es la disposición para el teatro de fábulas, temas y discurso a través de una forma determinada.
            Patricia Trapero distinguía dos niveles: el dramatúrgico (los elementos anteriores a la representación) y el del espectáculo.

            Debemos recordar dos modelos actanciales importantes: el de Propp y el de Greimás.
            En 1965, Propp definía la acción o el relato como la confluencia de siete actantes que correspondían a siete esferas de la acción:
-         El malo, que comete la mala acción.
-         El donador, que atribuye el objeto mágico y los valores.
-         El ayudante, que socorre al héroe.
-         La princesa, que exige una hazaña y promete matrimonio.
-         El mandatario, que envía al héroe a una misión.
-         El héroe, que actúa y se somete a diversas peripecias.
-         El falso héroe, que usurpa por un instante el rol del héroe verdadero.
            Por otra parte, Greimás hablaba de tres ejes:
-         El eje destinador-destinatario es el eje del poder o del saber.
-         El eje sujeto-objeto es el eje del desear.

-         El eje ayudante-oponente es el eje del saber o del poder.


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