La lamentable tragedia de Romeo y Julieta (1597) es una tragedia de William Shakespeare (1564-1616), que pertenece
al llamado teatro isabelino, en la que se analizan las pasiones humanas y cuyos
personajes se convirtieron en arquetipo del amor juvenil imposible. La obra cuenta
la historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de la oposición de sus
familias, rivales entre sí, deciden casarse de forma clandestina y vivir
juntos; sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades
conducen al suicidio de los dos amantes. La muerte de ambos supone la
reconciliación de las dos familias.
Se trata de
una de las obras más populares del autor inglés y, junto a Hamlet y Macbeth,
la que más veces ha sido representada. Aunque la historia forma parte de una
larga tradición de romances trágicos
que se remontan a la antigüedad, el argumento está basado en la
traducción inglesa de un cuento italiano de Mateo
Bandello, realizada por Arthur Brooke,
que se basó en la traducción francesa hecha por Pierre
Boaistuau en 1559. Por su parte, en1582, William
Painter realizó una versión en prosa a partir de
relatos italianos y franceses, que fue publicada en la colección de
historias Palace of Pleasure.
Shakespeare
tomó elementos de ambas obras, aunque creó nuevos personajes
secundarios como Mercutio y Paris. Algunas fuentes señalan que
comenzó a escribirla en 1591 y que estaba acabada en 1595. Sin embargo, otras
mantienen la hipótesis de que la terminó de escribir en 1597.
La técnica dramática utilizada se
caracteriza por el uso de fluctuaciones entre comedia y
tragedia como forma de aumentar la tensión, por la relevancia argumental que
confiere a los personajes secundarios y por el uso de subtramas para adornar la
historia. Además, en ella se adscriben diferentes formas métricas para los
distintos personajes, que, en ocasiones, terminan cambiando de acuerdo con la
evolución de los mismos personajes (por ejemplo, Romeo se va haciendo más
experto en el uso del soneto a medida que avanza la trama).
La primera edición de Romeo y Julieta es de 1597 y fue publicada
por John Danter en
formato de cuarto (un libro de ocho páginas). Las diferencias que presenta su
texto respecto de ediciones posteriores han propiciado que haya sido catalogada
como una mala versión. Un editor del siglo XX
describió su texto como "detestable.
Una reconstrucción a partir de los recuerdos imperfectos de uno o dos
actores", sugiriendo que se trata de una copia ilegal. Se ha aducido también que
sus defectos derivan de que, al igual que ocurre con otros textos teatrales de
la época, pudo haber sido publicado antes de su representación. No
obstante, su aparición respalda la hipótesis de que 1596 es la última fecha
posible para la composición de esta tragedia.
La segunda
edición llevaba como título La
excelente y lamentable tragedia de Romeo y Julieta. Fue publicada en 1599 por Cuthbert Burby y
editada por Thomas Creede.
Respondiendo a lo indicado en la portada (el texto ha sido "corregido, aumentado y revisado"), incluye unos 800
versos más que el texto anterior.
Algunos
especialistas creen que esta versión está basada en el borrador de la primera
escenificación, porque contiene rarezas textuales como diferentes nombres
asignados a un mismo personaje y "comienzos falsos" en los discursos
que, se presume, podrían haber sido suprimidos por el autor, pero preservados
erróneamente por el editor. La segunda versión fue reeditada en 1609, 1622 y 1637. Y es el texto
que se sigue en las ediciones modernas.
La obra
transcurre en Verona,
que es una de las más prósperas del norte de Italia. Posee
un edificio denominado la casa de Julieta que atrae a muchos visitantes, aunque
no existe ninguna prueba de que allí vivieran los Capuleto. Su construcción se
inició en el siglo XVIII, y podría haber pertenecido a la
familia Cappello.
La cuestión de
la existencia histórica de Romeo y Julieta es difícil de dirimir. Existen
documentos en los que se afirma que la relación de los dos jóvenes amantes
había ocurrido realmente en 1303, aunque ello no ha podido ser comprobado. Lo único
que puede afirmarse es que las familias Montesco y Capuleto sí que existieron
realmente, aunque no se sabe si vivieron en la península itálica y tampoco se puede
certificar que hayan sido rivales. Otra fuente literaria que menciona a
las dos familias es la Divina
Comedia. En este poema, Dante cita a los Montesco y a los
Capuleto como participantes de una disputa comercial y política en Italia. En
el mismo testimonio, ambas familias se encuentran en el purgatorio,
tristes y desoladas. Puede que ambas familias representaran a dos
importantes partidos políticos que se hallaban
enfrentados en territorio italiano: güelfos y gibelinos. Secundando el mismo
aspecto se encuentra Luigi da Porto. Sin
embargo, autores como Lope de Vega y Mateo
Bandello creían que la gente había enriquecido la
"creencia" de su existencia con el paso del tiempo.
Se desconoce
cuándo se realizó la primera escenificación de la obra. La primera edición de 1597 dice que: "ha sido teatralizada públicamente [y
con muchos aplausos]", deduciendo que ya se había puesto en escena antes
de que fuese publicado el texto. No obstante, se sabe que la compañía
teatral de Lord Chamberlain fue la primera en
escenificarla. Tomando en cuenta sus conexiones con el dramaturgo, en la
segunda edición aparece publicado en una línea del Acto V el nombre de uno de
sus actores, William Kempe, en lugar del nombre de uno de
los sirvientes de la familia Capuleto. Igualmente, se considera que Richard
Burbage interpretó por primera vez a Romeo (en ese entonces era
el actor principal de la compañía), mientras que el joven Robert Goffe asumió el
rol de Julieta. El hecho de que un hombre interpretara a un personaje femenino
se debe a que por entonces las leyes prohibían que las mujeres actuaran en el
teatro. Debido a que en 1604 se estrenó una versión simplificada en la localidad
alemana Nördlingen, también sabemos que es una de las primeras obras
de Shakespeare escenificada fuera del territorio inglés.
El gobierno clausuró
los teatros ingleses el 6 de
septiembre de 1642. Tras la restauración de la monarquía, en 1660, se erigieron dos
compañías de teatro (King's Company y Duke's Company), por lo que todo el
repertorio teatral existente hasta ese momento quedó dividido entre ambas. De
esta forma, William Davenant (de Duke's Company) montó
una nueva versión de Romeo y Julieta en 1662.
Con respecto a
los antecedentes de la obra, podemos
señalar que para escribir Romeo y Julieta el
dramaturgo se basó en varios elementos provenientes de una antigua tradición de
relatos trágicos sobre el amor. Uno de ellos es Píramo y Tisbe de Las
Metamorfosis de Ovidio, el cual
posee algunas similitudes con la tragedia de Shakespeare (las dos tramas se
enfocan en los desacuerdos existentes entre los padres de los jóvenes
enamorados y la falsa creencia por parte de Píramo de que su amada Tisbe estaba
muerta). Por otra parte, la novela griega Habrócomes y Antía,
escrita por Jenofonte de Éfeso en el siglo III
incluye la separación de los protagonistas,
así como la poción que induce al "sueño profundo".
La primera
edición conocida fue el relato trigésimo tercero de Il Novellino, obra del
autor Masuccio Salernitano publicada en 1476. Esta novela italiana
se desarrolla en Siena,
y es un relato acontecido en la época del autor. Algunos de sus elementos
narrativos (la boda secreta, el fraile bondadoso, el exilio de Mariotto, el
matrimonio forzado de Gianozza, el veneno y el importante mensaje que nunca
llega a su destinatario) son más conocidos por la obra de Shakespeare. No
obstante, cuenta con grandes diferencias hacia el final del relato: Mariotto es
capturado y decapitado, mientras que Gianozza muere de
tristeza.
Luigi da Porto adaptó Il Novellino en una nueva edición
titulada Giulietta e
Romeo, lanzada en 1530 con la denominación original de Historia novellamente ritrovata di due
Nobili Amanti ("Novela del encuentro de dos nobles amantes").
Para redactar su escrito, Da Porto se inspiró en Píramo y Tisbe y en el libro de cuentos El Decamerón de Boccaccio. Algunas fuentes insisten en
que Giulietta e Romeo se
convirtió en la primera obra en incluir la mayoría de los elementos
característicos de Romeo y Julieta,
citando entre ellos a los nombres de los protagonistas y los de las familias
rivales, así como la sede de la tragedia en Verona. Además
Da Porto introdujo a los personajes originales de Mercutio, Teobaldo y el conde
Paris, que Shakespeare desarrolló. La primera edición hecha sobre su obra la
publicó como "historia verídica", insistiendo en que los sucesos
presentados en la tragedia habían sucedido en el siglo XIII. En esa misma época
se tiene constancia de la existencia de los Montesco y de los Capuleto como
facciones políticas, sin embargo su única interacción apareció plasmada
en cantos del Purgatorio de Dante
Alighieri. Otra de las similitudes es la manera en que Giulietta se
atraviesa el pecho con la daga de Romeo, quien antes había muerto tras beber el
veneno.
En 1554, Matteo
Bandello publicó su propia versión de Giuletta e Romeo, siendo incluida en el segundo volumen de poemas
de la colección Novelle. Su adaptación ahonda en la depresión de
Romeo al comienzo de la novela original de Da Porto, al igual que en la
rivalidad de los Montesco y los Capuleto; él fue quien introdujo a la nodriza
de Julieta y a Benvolio.
En esa época,
había fascinación por las novelas y cuentos italianos, por lo que se considera
que Shakespeare pudo haberse familiarizado con la colección de William
Painter, Palace of
Pleasure, de1567. Esta
colección incluía una versión en prosa de Romeo y Julieta, titulada "The goodly History of the true and
constant love of Rhomeo and Julietta" ("La grandiosa historia
del constante amor verdadero de Romeo y Julieta"). A partir de lo
anterior, el autor inglés optaría por redactar una serie de novelas
provenientes de relatos italianos, entre ellas El mercader de Venecia, Mucho ruido y pocas nueces, A buen fin no hay mal principio y Medida por
medida. Finalmente, su interpretación de Romeo y Julieta se convertiría en
una dramatización del poema de Brooke, así como en una extensión de la trama a
partir de los personajes protagonistas y secundarios (especialmente, la nodriza
y Mercucio).
Tanto el poema
mitológico Hero y
Leandro como Dido, reina de Cartago, ambos de Christopher Marlowe, se redactaron durante la
época en que Shakespeare comenzó a escribir Romeo y Julieta. Dichas obras son consideradas como influencia
indirecta de esta última, pudiendo ser las responsables de la atmósfera en la
que la historia del amor trágico logra concretarse.
Para hablar de
los personajes de la obra, podemos
tener en cuenta el papel que representan en la misma y la familia a la que
pertenecen o con la que se relacionan. Así, en el hogar de los Capuleto
encontramos al patriarca y la matriarca (señor
y señora Capuleto), padres de
Julieta; a Julieta, la protagonista
de la obra, Tebaldo, primo de
Julieta y sobrino de la señora Capuleto, es uno de los personajes en que mejor
se observa el odio entre las familias; la nodriza
personal de Julieta, que es además su confindente; los sirvientes Pedro, Sansón y Gregorio. En el hogar de los Montesco
encontramos a los patriarcas, el señor
y la señora Montesco, a Romeo, hijo de los anteriores y
protagonista de la obra, a su primo y amigo Benvolio; Mercucio,
amigo de Romeo, que representa la figura del gracioso, y a los sirvientes Abraham y Baltasar. En el
gobierno de la ciudad de Verona aparecen el Príncipe della Escala (que intenta varias veces acabar con la
enemistad entre Montesco y Capuleto) y a su pariente, el conde Paris, que desea casarse con Julieta. Completan la nómina de
personajes el fraile franciscano Fray
Lorenzo, amigo de Romeo; Fray Juan,
el enviado para descubrir la carta escrita por Fray Lorenzo a Romeo, el boticario que le vende el veneno a
este, el coro que lee los prólogos y
Rosalina, la mujer con quien Romeo
mantiene una relación sentimental antes de conocer a Julieta. Y no olvidemos
que en la puesta en escena aparecen otros personajes, tales como sirvientes, músicos, guardianes y habitantes de Verona.
La representación y puesta en escena
comienza con una disputa callejera entre los Montesco y los Capuleto. El
príncipe de Verona,
Della Escala, interviene entre ellos y declara un acuerdo de paz que en caso de
ser violado habría de ser pagado con la muerte. Después de los sucesos, el
conde Paris se reúne con el señor Capuleto para conversar sobre la idea de
contraer matrimonio con su hija, pero Capuleto le pide que espere durante un
plazo de dos años cuando Julieta cumpliría quince años. Aprovechando el
ofrecimiento, le sugiere que organice un baile familiar de carácter
formal para celebrar tal acontecimiento. Mientras tanto, la señora Capuleto y
la nodriza de Julieta intentan convencer a la joven de que acepte casarse con
Paris.
En diferentes
circunstancias, Benvolio habla con su primo Romeo, hijo de los Montesco, sobre
su tristeza, convencido de que se debe al amor no correspondido de Rosalina,
sobrina de Capuleto. Benvolio le informa del baile familiar de los Capuleto. Romeo
acepta acudir al mismo, esperando encontrarse con Rosalina. Pero cuando llega
al hogar de los Capuleto, se encuentra con Julieta y se enamora
perdidamente de ella. Tras concluir el baile, en la secuencia
conocida como "la escena del balcón", Romeo se infiltra en el patio
de los Capuleto y escucha secretamente a Julieta, quien está en el balcón de su
dormitorio admitiendo su amor por él a pesar de la hostilidad entre su familia
y los Montesco.
Los jóvenes
tienen una serie de encuentros, hasta que deciden casarse. Con la asistencia de
Fray Lorenzo, quien espera reconciliar a los grupos rivales de Verona a través
de la unión de sus hijos, los enamorados se casan en secreto. Ofendido por la
intromisión de Romeo en el baile familiar, Tebaldo, primo de Julieta, reta al
joven a un duelo. Sin embargo, Romeo evade el combate. Impaciente tanto por la
insolencia de Tebaldo como por la "cobarde sumisión de Romeo", Mercucio,
amigo de Romeo, acepta el duelo y muere. Dolido, Romeo retoma el enfrentamiento
y logra asesinar al primo de Julieta. A consecuencia de esto, el príncipe exilia al
joven de la ciudad, reiterando que si regresa, "sería lo último que haría en su vida". Malinterpretando
la tristeza de su hija, el señor Capuleto decide ofrecerla en matrimonio al
conde Paris, intentando convencerla de aceptarlo como esposo. Finalmente, la
joven acepta bajo la condición de prolongar la boda. Mientras tanto,
Romeo pasa la noche secretamente en la alcoba de Julieta, donde ambos
tienen relaciones sexuales.
Julieta visita
a Fray Lorenzo y este le ofrece una droga que la
induciría a un coma de dos días. Una vez que la
joven acepta llevar a cabo la farsa, el fraile le
promete enviar un mensaje a Romeo informándole sobre su plan secreto por lo que
podría volver cuando ella despertase. La noche anterior a la boda, Julieta
ingiere la droga y sus familiares, al creerla muerta, depositan su cuerpo en
la cripta familiar.
A pesar de su
promesa, el mensaje de Fray Lorenzo no llega a Romeo. A cambio, este se
encuentra con un sirviente que le informa de la repentina muerte de Julieta.
Romeo decide comprarle al boticario de la ciudad un eficaz veneno, antes de acudir
a la cripta donde se encuentra Julieta. Al llegar se encuentra con Paris, quien
momentos antes había estado llorando sobre el cuerpo de su amada. Creyendo que
Romeo es un saqueador de tumbas, el conde lo enfrenta pero muere asesinado por
Romeo. Convencido de que su amada está muerta, Romeo se bebe el veneno. Al
despertar del coma, Julieta se encuentra con los cadáveres de Romeo y Paris en
la cripta y determina atravesarse el corazón con
la daga de
su esposo. Tiempo después, los Montesco y los Capuleto, acompañados del
príncipe, se percatan de la muerte de los jóvenes y del conde. Absorto por la
trágica escena, Fray Lorenzo comienza a relatar la historia completa del amor
prohibido entre Romeo y Julieta. Su revelación consigue terminar con la
rivalidad entre ambas familias.
Romeo y
Julieta finaliza con la elegía de
Della Escala sobre el "amor imposible" de los jóvenes: "Nunca ha habido una historia más
trágica / que ésta, la de Julieta y su Romeo..."
No se ha delimitado un tema central en la obra (habría al menos dos principales: el amor y la muerte), pero sí hay varios temas secundarios que se enredan de
manera compleja en la trama. Así, el amor
intemporal es uno de los elementos representativos de Romeo y
Julieta. Con el paso del tiempo, sus protagonistas han pasado a ser
considerados como iconos del "amor joven destinado al fracaso". En su
primer encuentro, Julieta y Romeo utilizan una metáfora recomendada por varios
autores convencionales durante la época en que vivió Shakespeare. Haciendo uso
de ella al implicar las palabras "santo" y "pecado", Romeo
fue capaz de evaluar los sentimientos de Julieta hacia él. El escritor
Baltasar de Castiglione aconsejó que, en
caso de que un hombre usara una metáfora a manera de invitación
para una mujer, ella podría fingir que no lo entendió, con lo que su
pretendiente podría retirarse sin perder su honor. Contrariamente, Julieta
participa en la metáfora, expandiéndola. Los términos religiosos "sepulcro",
"senda"
y "santo"
eran muy populares en la poesía de entonces, mostrando una propensión al tono
romántico, más que a una indirecta blasfemia Más
adelante, en el mismo texto, Shakespeare determinó remover la más clara
referencia a la resurrección de Cristo y la Pascua. En la
"escena del balcón" de Shakespeare, Romeo escucha discretamente
el soliloquio
de Julieta. No obstante, en la versión de Brooke, ella hace su declaración de
amor estando sola. Al introducir a Romeo en la escena donde escucha a
escondidas, el autor se deslinda de la secuencia normal del cortejo.
Normalmente, se solicitaba que una mujer siguiera un patrón de conducta basado
en la modestia y la timidez, con tal de asegurarse de que su pretendiente fuese
honesto. La razón de desviarse de la secuencia mencionada, se debe a que
Shakespeare quiso agilizar la trama. De esta forma los jóvenes enamorados se
vuelven aptos para evadir parte del proceso de cortejo, desplazando el relato,
que inicialmente se halla centrado en el desarrollo de su relación sentimental,
a un contexto enfocado hacia su decisión de contraer matrimonio,
tras descubrir sus sentimientos mutuos en una sola noche. En la escena
final del suicidio,
existe una contradicción en el vínculo con la religión
católica, pues los suicidios son considerados por esta como un
pecado que debe ser castigado en el infierno,
aunque quienes recurren a este con tal de estar con su enamorado ("amor cortés")
se vuelven acreedores al paraíso, en donde estarán acompañados de su amante. Es
así como el amor entre Romeo y Julieta tiende a ser más platónico que religioso.
Otro punto a considerar es la consumación del amor citada en el escrito
original; aun cuando el amor entre ambos era apasionado, la pareja solo consuma
su amor después de casados, cosa que les previene de perder la simpatía del
público.
Es posible
que Romeo y Julieta funcione como una ecuación del amor y el sexo con
la muerte. A lo largo de la tragedia, tanto él como ella fantasean con
esta "igualdad fulminante",
normalmente atribuida a un amante. Por ejemplo, el señor Capuleto es quien se
percata primero de la "muerte" de Julieta, comparando este factor con
el desvirgamiento de su hija. Más adelante Julieta compara, eróticamente,
a Romeo con la muerte. Justo antes de suicidarse, decide emplear la daga de
éste, diciendo, "¡Oh, feliz daga!
Este es tu filo. Corróeme entonces, y déjame morir".
En lo que
respecta al rol que desempeña el destino en Romeo y Julieta, no hay consenso que
decida si los personajes verdaderamente están destinados a morir juntos, o si
los sucesos ocurridos se deben a una serie de eventos
desafortunados. En los argumentos a favor de la importancia del
destino se suele describir a Romeo y Julieta con el término Star-crossed lovers: "Las estrellas han predeterminado el
futuro de ambos". John W. Draper indica
la similitud entre la creencia de "los
cuatro humores" y los personajes principales de la trama
(a manera de ejemplo, Tebaldo representaría el enojo). Tras interpretar el
texto mediante esta creencia, se reduce la cantidad de texto atribuido al azar. Algunos
investigadores ven la historia como una serie de eventos desafortunados, al mirarlo
como un melodrama emocional. El
continuo énfasis de la causalidad en
el argumento hace que Romeo y Julieta sea una tragedia no tan nefasta del azar,
pero tampoco una tragedia de los personajes. Por ejemplo, el hecho de que Romeo
desafiara a Tebaldo no es resultado de una acción compulsiva, sino la
consecuencia esperada ante el homicidio de
Mercucio. En esta misma escena, se observa en Romeo una actitud de perspicacia
ante los peligros derivados de las normas sociales, la identidad y los compromisos.
Por eso decide matar: es producto de una circunstancia determinada.
A lo largo del
escrito trágico de Shakespeare, se ha identificado el uso frecuente de imaginería o de elementos relacionados
con la luz y la oscuridad. La luz es "un
símbolo de la belleza natural del amor joven". Julieta y
Romeo se miran recíprocamente como una manifestación conjunta de la luz en un
entorno oscuro. Él la describe "similar
al sol,
más brillante que una antorcha, una joya destellante en medio de la noche, y
un ángel iluminado
entre nubes oscuras". Incluso cuando ella permanece estática
sobre la tumba, aparentemente muerta, él exclama, "Tu belleza hace / de esta bóveda un lugar lleno de luz". Julieta
describe a Romeo como "el día en la
noche" y como algo "más
blanco que la nieve en el lomo de un cuervo". Este
contraste de luz y oscuridad pudiera ser entendido, simbólicamente, como el
amor y el odio,
la juventud y la madurez en una forma metafórica. En ocasiones, estas
metáforas crean una ironía dramática. Lo anterior puede evidenciarse en la
asimilación del amor entre Romeo y Julieta como "una luz en medio de una oscuridad producida por el odio que los
rodea". No obstante, todas sus actividades como pareja son realizadas
durante la noche, mientras que la contienda llega a cumplirse en pleno día.
Esta paradoja de
la imaginería brinda una nueva atmósfera al dilema moral
de los jóvenes enamorados: lealtad a la familia o lealtad al amor. Al final de
la historia, cuando la mañana se ensombrece y el sol está ocultando su rostro
de tristeza, la luz y la oscuridad han regresado a sus lugares apropiados: la
oscuridad externa ahora refleja la verdadera lobreguez interior de la disputa
familiar, más allá del pesar por el trágico desenlace de los amantes. Cada uno
de los personajes reconoce su locura en el día, y finalmente las cosas regresan
a su orden natural, debido a la revelación del verdadero amor entre Romeo y
Julieta. La luz, como elemento temático, juega también un papel
imprescindible al estar involucrada con el tiempo, concluyendo entonces que
Shakespeare la utilizó como una manera conveniente de expresar el transcurso
del tiempo a través de las descripciones del sol, la luna y las estrellas.
La percepción
del tiempo juega un papel importante en el lenguaje y la trama de la obra.
Tanto Romeo como Julieta luchan por mantener un mundo imaginario ausente del
transcurso del tiempo frente a las duras realidades que los rodean. Por
ejemplo, cuando Romeo jura su amor a Julieta teniendo a la luna de fundamento,
ella dice “no jures por la luna, la
inconstante luna, / que mensualmente cambia en su órbita circular, / a menos de
que el amor pueda demostrarse igual de variable". Desde un
comienzo, los jóvenes son catalogados como "un
par de enamorados con estrellas opuestas”, situación que refiere a un
vínculo entre las creencias astrológicas y el tiempo. Se pensaba que las
estrellas controlaban el destino de la humanidad, y con el paso del tiempo, se
movían progresivamente en el cielo trazando junto con su movimiento el destino
de la vida humana. En las primeras líneas del escrito, Romeo habla de un
presentimiento que tiene sobre la traslación de estos cuerpos celestes, por lo
que al enterarse de la muerte de Julieta, desafía a las estrellas preguntando
qué es lo que tienen destinado para él.
Otro tema
central de Romeo y Julieta es la precipitación.
La obra de Shakespeare se desarrolla en unos seis días. El autor utilizó
referencias "a corto plazo" para la relación de los jóvenes, un
concepto contrario a las alusiones "a largo plazo" existentes para
describir a las generaciones más antiguas, con el propósito de resaltar "una carrera destinada a la perdición". Julieta
y Romeo se enfrentan al tiempo para propiciar que su amor se extienda por toda
la eternidad. Al final, la única manera perceptible en la que ellos pueden
vencer al tiempo es con la muerte, aspecto que los vuelve inmortales a través del
arte.
Generalmente,
en el plano literario, se considera
que el tiempo está vinculado con la luz y la oscuridad. En la época de
Shakespeare, las obras teatrales eran representadas al mediodía,
en plena luz del día. Esto pudo haber obligado al autor a usar palabras que
crearan una ilusión dual del día y la noche en sus escritos. Además,
Shakespeare utilizó referencias para las estrellas, la luna, el sol y el día
junto a la noche para poder crear esta percepción. De forma similar, hizo que
algunos de sus personajes se refirieran a los días de la semana y a horas
específicas para ayudar a que la audiencia comprendiera cuánto tiempo había
transcurrido en su historia. En conjunto, se han encontrado unas cien
referencias en la obra para ayudar a entender este paso del tiempo.
En Romeo y Julieta, Shakespeare emplea
varias técnicas dramáticas. El
principal rasgo es el cambio repentino de la comedia a la tragedia,
situación que puede ejemplificarse en el juego de palabras entre Romeo y
Mercucio momentos antes de que llegue Tebaldo. Previo a la muerte de Mercucio
en el Acto III, el guion tiende hacia una postura más cómica. Después
adopta un tono serio y trágico. Aun cuando Romeo es desterrado, y no ejecutado,
mientras Fray Lorenzo le sugiere un plan a Julieta para que ella pueda reunirse
con su amado, la audiencia todavía puede esperar que todo finalice bien. De
forma imperceptible, el público queda en un intenso estado de suspense para
cuando inicia la última escena en la tumba: si Romeo se retrasa lo suficiente
como para que Fray Lorenzo pueda llegar a tiempo, el primero y Julieta podrían
salvarse. Estas permutaciones que van desde la esperanza hasta la desesperación,
para continuar con el indulto y un nuevo sentimiento de optimismo, sirven para
enfatizar la tragedia en el final, donde la última esperanza ha quedado
descartada y ambos protagonistas mueren en la última escena.
El autor
también hace uso de argumentos
secundarios para ofrecer una visión más clara de las acciones desarrolladas
por cada uno de los personajes principales. Por ejemplo, al comienzo del
relato, Romeo está enamorado de Rosalina, quien se había mantenido indiferente
ante sus insinuaciones románticas. La irracionalidad de Romeo provocada por los
rechazos de ella está en un contraste evidente respecto a su posterior enamoramiento
con Julieta. Lo anterior proporciona una comparación a través de la cual la
audiencia puede observar la seriedad de la relación entre los amantes. El amor
de Paris por Julieta establece igualmente una disparidad entre los sentimientos
que la muchacha tiene por él y la afectividad que tiene por Romeo. El lenguaje
formal que ella utiliza con Paris, así como la manera en que habla de él con su
nodriza, muestra que sus sentimientos están solo con Romeo. Más allá de todo
esto, la historia complementaria del enfrentamiento entre las familias Montesco
y Capuleto se agrava, suministrando una atmósfera de odio fundamental que se
convierte en el principal factor para que la historia finalice trágicamente.
El dramaturgo
utiliza varias formas poéticas a lo
largo de su obra; inicia con un prólogo de
catorce líneas en forma de soneto, el cual es narrado por un coro. La mayor parte
de Romeo y Julieta está
escrita en verso blanco, redactada en pentámetros yámbicos, con una menor variación
rítmica que en las obras posteriores del mismo autor. En cuanto a la
elección de formas poéticas, Shakespeare va relacionando cada una de ellas a un
personaje específico. Tales son los casos de Fray Lorenzo utilizando el sermón,
así como la nodriza haciendo uso del verso blanco, lo que muestra un lenguaje
coloquial. Cada una de estas formas se moldea y adapta a la emoción
inherente en la escena donde participa el personaje. Por ejemplo, cuando Romeo
habla sobre Rosalina en las líneas iniciales, intenta emplear el soneto de
Petrarca (describe ese amor como “niebla
de suspiros hecha humo”, por ejemplo). Usualmente, esta corriente la
aplicaban los hombres para exagerar la belleza de las mujeres, cualidad que les
era imposible alcanzar tal y como se describe en la situación de Romeo y
Rosalina. Esta forma poética la usa también la Señora Capuleto cuando le
describe a Julieta la apariencia física de Paris, a quien califica como "atractivo". En el momento en
que la joven pareja se conoce, Shakespeare cambia el petrarquismo de sus
respuestas a un estilo de soneto más contemporáneo, mediante el uso de metáforas relacionadas
con «santos» y «peregrinos». Finalmente, cuando ambos se encuentran en el balcón,
Romeo utiliza un soneto para expresarle su amor, pero Julieta lo interrumpe con
el interrogante infalible "¿Me
amas?". Busca la expresión verdadera más que el uso de una exageración
poética acerca de su amor.
Otras formas
poéticas existentes en la obra incluyen un epitalamio de
Julieta, una rapsodia compuesta por Mercucio para definir a la Reina Mab y
una elegía
hecha por Paris. Shakespeare conserva su típico estilo de prosa para delimitar
las expresiones de la gente común, aun cuando en ocasiones la utiliza en
personajes como Mercucio. Asimismo, el humor juega
un rol indispensable: se han identificado al menos 175 juegos de
palabras en el texto, la mayor parte de naturaleza sexual,
primordialmente existentes en la relación de Mercucio y la nodriza.
Para finalizar, recordemos que Romeo y Julieta continúa siendo
considerada como una de las mejores obras de Shakespeare.
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