(Actividad realizada con alumnos de 2º de ESO)
La elaboración
de un bestiario como actividad en un aula puede realizarse en diferentes
niveles y puede realizarse a propósito del estudio de mitología, literatura
medieval o literatura de terror.
Recordemos que
un bestiario (bestiarum vocabulum)
es un compendio de bestias. Se hicieron muy populares durante la Edad Media en
forma de volúmenes
ilustrados que describían animales, plantas o motivos orgánicos de la
naturaleza. La historia natural y la ilustración de cada una
de estas bestias se solía acompañar con una lección moral.
Había
diferentes tipos de bestiarios, entre los cuales encontramos los fantásticos,
con dragones, arpías, sirenas, basiliscos, centauros, etc.
Aunque la
mayoría de las obras de este tipo se hicieron especialmente populares a partir
del siglo XII, su origen es anterior a esta fecha, ya que la primera obra
considerada como bestiario fue la obra griega Physiologus,
un antiguo volumen, de autor anónimo que se presume que fue escrito entre los
siglos II y IV.
Por otra
parte, los conocidos como bestiarios mitológicos o fantásticos recopilan animales y criaturas
monstruosas e irreales, creadas por la curiosidad del
hombre. Estas obras eran consultadas por los sabios que intentaban descubrir los
nuevos monstruos que se consideraba que aún habitaban el mundo.
Un gran número
de criaturas legendarias fueron imaginadas por vez primera en los valles
mesopotámicos entre los ríos Tigris y Eúfrates. Luego se difundieron en oriente
y occidente. Es el caso de la serpiente de varias cabezas que puede
identificarse en la iconografía de diferentes civilizaciones. Algunas bestias
mitológicas se caracterizan por reunir atributos animales y humanos, otras reúnen
simbólicamente la combinación de dos especies animales.
En
el bestiario que nosotros hemos realizado aparecen en orden alfabético
criaturas como las arpías, el basilisco, las brujas, el centauro, el can
Cerbero, el chupacabras, el cíclope, la esfinge, el Ettin, el grifo, el hombre
lobo, el hombre oso, la hidra, Medusa, el minotauro, los mortífagos, las nagas,
la quimera, el troll y el Yeti. Sus orígenes son variados geográfica e
históricamente. Así, hay criaturas provenientes de la mitología griega,
anglosajona o tibetana. Del mismo modo, la aparición de estos monstruos son
antiguas (como Medusa, por ejemplo) o modernas (así ocurre con el chupacabras).
La
elaboración de esta actividad requiere materiales como cartulinas, tijeras,
pegamento, etc. Pero es muy importante contar con obras de consulta suficientes
y conexión a internet, para utilizar los buscadores necesarios. Así por
ejemplo, diccionarios de mitología, artículos de periódicos y revistas y obras
como las de Harry Potter.
La
actividad termina, una vez que se ha elaborado el bestiario, con una presentación
en público del trabajo, que queda expuesto con un cartel explicativo en el aula
cultural, la biblioteca del centro o cualquier otro espacio apropiado.
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